A raíz del anuncio de un subsidio que beneficiará a más de 13 millones de personas, conversamos con Alfredo Thorne, economista y ex ministro de Estado, quien brinda alcances para entender las debilidades detrás de las intenciones económicas del actual gobierno. 

Por Redacción COSAS

Pedro Castillo anunció un subsidio en su mensaje del pasado 28 de julio.

La entrega de un subsidio a las familias vulnerables durante el nuevo gobierno era una de las grandes promesas de Pedro Castillo. El anunciado bono 700 se convirtió, de una manera, en una esperanza para varias familias que aún ven su economía golpeada debido a la pandemia del COVID-19.

Sin embargo, a menos de un mes de su anuncio, este subsidio ya sufrió su primera modificación. Este lunes, el premier Guido Bellido indicó que el bono ahora será de 350 soles y ya no se repartirá por familia, sino por persona.

Según Alfredo Thorne, economista y ex ministro del MEF, este cambio de beneficiarios responde a los problemas que hubo en la distribución de los anteriores subsidios, dado que los registros están hechos en función de personas, no de familias.

Sin embargo, Thorne apunta a que habrían mejores formas de gastar este presupuesto que con la propuesta del gobierno.

«No me queda claro si lo que se necesita es darle más bonos a la población o si lo que se debería, por ejemplo, es utilizar ese dinero, en la creación de empleos formales», indica.

Su apreciación se da en base a los últimos números de empleo, en el segundo trimestre del año. Estos muestran que el país ha recuperado mucho sus empleos, al tiempo que se ha recuperado el PBI.

En ese sentido, para continuar en ese camino hasta finales de año, debería haber planes estratégicos para la creación de trabajos formales que sigan dotando de empleo a miles de peruanos en pro de que los subsidios no sean necesarios.

«El tema de darle  bonos a la población en este momento, desde una perspectiva macroeconómica, irónicamente va en contra del tema del control de la inflación porque se está alimentando el consumo», aclara.

Sin embargo, también resalta que hay familias vulnerables en situación extrema a los que el Ministerio de Inclusión Social tiene focalizados y se les puede brindar una ayuda directa.

Subsidio populista

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En el anterior gobierno se mostraron deficiencias en los canales para entregar los subsidios económicos.

Otro de los anuncios de Guido Bellido sobre este subsidio, responde al perfil del beneficiario, que deberá tener un sueldo menor a S/ 35oo, lo que reprenta tres veces el sueldo mínimo.

Muchos de las personas que perciben esta cantidad de ingresos no son realmente vulnerables, por lo que se podría estar hablando de un subsidio indiscriminado.

Para Thorne, la medida de poner un target con un sueldo menor a S/ 3500 es bastante populista y no se contemplan factores como la informalidad.

En el sentido de lo propuesto por Bellido, entregar 350 soles a 13 millones de personas, destinaría aproximadamente S/ 4,550 millones.

«Gastarse esa cantidad de dinero, es como utilizar la mitad del presupuesto del MTC o la cuarta parte del sector salud. Lo que se debería hacer es una ayuda mucho más focalizada en estipular la economía, generar empleos y echar a andar la obra pública.», indica Alfredo Thorne.

Sobre la generación de empleo

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Castillo habló sobre la posibilidad de crear un millón de empleos al año.

Al ser consultado sobre un posible «control de precios», Thorne indica que es la «única medida política en la que todos los economistas coinciden que no va a funcionar».

Al contrario, generaría escasez rapidamente pues muchas veces al fijar un precio, este está por debajo del costo de producción y las empresas dejan de producirlo.

Sin embargo, más allá de controlar precios, la generación de empleo es un deber del nuevo gobierno y también una promesa que hizo Pedro Castillo, en su mensaje, cuando dijo que «generaría un millón de puestos de trabajo al año»

Thorne indica que aquello es imposible, pero si resalta cosas importantes del mensaje del pasado 28 de julio, como los proyectos de las llamadas «carreteras transversales», que unen los pueblos andinos y Lima.

El economista indica que un trabajo conjunto con municipalidades y los gobiernos regionales permitiría el desarrollo de estos proyectos y emplearía a miles de peruanos.

«No se van a crear un millón de puestos de trabajo, pero le vas a permitir a los agricultores de la sierra y de la puna tener un instrumento para sacar sus productos al mercado.», enfatiza.

Visión internacional

La caída en el precio de los bonos peruanos también produce una subida en las tasas de interés.

Otra de las preocupaciones desde la llegada del actual gobierno es, sin duda, la percepción internacional que se tiene de nuestro país, para apuntar al futuro del financiamiento para el Estado Peruano.

Como se recuerda, antes nuestros bonos estaban cercanos a Chile, lo que nos convertía en el segundo país de la región en tener un mayor acceso a los mercados de deuda y margen para compensar las consecuencias económicas de la pandemia.

Sin embargo, los últimos acontecimientos como la subida en el precio del dólar ha hecho que la situación cambie por completo.

«El precio de nuestros bonos ha caido, sobretodo los denominados en soles. Además, nuestro riesgo país esta casi a los niveles de México, que son los más altos de la alianza del Pacífico», indica Thorne.

También añade que, en los últimos años, el gobierno se ha endeudado en dólares, por lo que cada subida de la divisa estadounidense le cuesta al gobierno parte del presupuesto para invertir en sectores como salud y educación.

La caída en el precio de los bonos peruanos también afecta directamente a la banca local, pues suben las tasas de interés debido al riesgo político.

A eso, se le añade la subida de las tasas para tratar de controlar la inflación por lo que se verá un incremento fuerte en el interés que cobren los bancos.

Sin embargo, Alfredo Thorne ve una luz de esperanza si es que el gobierno apuntase a hacer las cosas bien para estabilizar el tipo de cambio, bajar la inflación y generar beneficios para la poblacion como un todo.

«Si el gobierno decidiese tomar una medida mucho más proactiva en el sector minero, hay una serie de proyectos que hoy estan atracados, que representan más de 50 mil millones de dólares. Estos podrían destrabarse y generar dinero en un contexto que los precios de los minerales han subido en sus puntos más altos a nivel histórico», concluye.