«¿Por qué los congresistas que votaron a favor de la vacancia de Kuczynski no eran golpistas, pero los que votaron a favor de la vacancia de Vizcarra sí? Es aquella incoherencia de quienes no definen sus posturas por principios sino por intereses la que se repite en la actualidad».
Por Andrés Romaña, director de Lucidez
La vacancia entra nuevamente al debate nacional, pero esta vez es la izquierda, con mucha paranoia, la que empieza a denunciar un intento de Golpe de Estado si es que el presidente Pedro Castillo es vacado, incluso cuando todavía no existen los 87 votos en el Congreso.
Hace cuatro años, cuando el escándalo de Westfield Capital involucró al presidente Pedro Pablo Kuczynski, el fujimorismo inició de forma implacable la búsqueda de votos para lograr su vacancia y poner en el cargo al entonces vicepresidente Martín Vizcarra, quien complotó con la bancada naranja para destituir a Kuczynski. En aquel entonces, diversos políticos y opinólogos aseguraron que la vacancia sería un abuso de poder, y algunos constitucionalistas afirmaban que incapacidad moral se refería a incapacidad mental.
Sin embargo, luego de que Kuczynski indultara a Alberto Fujimori, quienes interpretaban como abuso de poder o incapacidad mental la vacancia, cambiaron drásticamente de parecer y la apoyaron o mantuvieron silencio durante el segundo intento de destituir a Kuczynski; y con la misma facilidad que cambiaron de concepto sobre la vacancia entre el primer y el segundo intento de destitución contra PPK, lo hicieron nuevamente cuando se vacó a Martín Vizcarra, acusando de golpistas a los parlamentarios que votaron a favor de la destitución.
Aquello lleva a cuestionarse ¿Por qué los congresistas que votaron a favor de la vacancia de Kuczynski no eran golpistas, pero los que votaron a favor de la vacancia de Vizcarra sí? Es aquella incoherencia de quienes no definen sus posturas por principios sino por intereses la que se repite en la actualidad.
El proceso de vacancia establecido en la Constitución puede ser confuso y deficiente, pero no es un golpe de Estado como aseguran quienes cambiaron de postura sobre el mismo tema dependiendo de quién era vacado. Por ello, los nombres de políticos como Verónika Mendoza, que apoyó abiertamente el segundo intento de vacancia contra Kuczynski, se opuso a la vacancia de Vizcarra y hoy asegura que vacar al presidente Castillo sería un golpe de estado, quedarán en los anales de la historia como personajes carentes de principios morales e ideológicos.
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