Con la ruptura de su madre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, Tamara Falcó deberá apartarse del novelista.
Por Sergio Herrera
El 2022 fue un año que Tamara Falcó e Isabel Preysler nunca olvidarán. Los últimos doce meses estuvieron marcados por tensiones y rupturas con sus respectivas parejas, Íñigo Onieva y Mario Vargas Llosa. Y si bien, cada una afronta sus decepciones amorosas por separado, eventualmente, muchas separaciones implican la ruptura de una familia. En ese sentido, Falcó y Vargas Llosa tuvieron un vínculo especial, pues se acompañaron en momentos complicados. La marquesa de Griñón perdió a su padre en 2020 y el Nobel de Literatura estuvo un tiempo apartado de su familia. Por varios años, sus hijos no aceptaron su relación con Preysler, pues el novelista dejó de forma inesperada a su ex esposa, Patricia Llosa.
¿Qué va a extrañar Tamara Falcó de Vargas Llosa?
Por ello, habrá ciertos aspectos que Tamara echará de menos del autor de Conversación en la Catedral. Los principales serán sus charlas sobre libros o la compañía vital que le hacía a su madre. Por su parte, al Nobel le faltarán los platos de Tamara. En alguna ocasión, comentó que la sazón de la marquesa le dejaba «con la boca abierta».
Todo apunta a que Tamara vio en Vargas Llosa a un hombre que le aportaba alegría a su madre. Y aunque eran muy diferentes, el novelista logró conmover a la hija de la socialité. De hecho, Tamara alguna vez dijo que veía cualidades en él de su padre, Carlos Falcó. «Mario me recuerda mucho a él», contó en el documental Lazos de Sangre. «Era como un niño pequeño hasta cuando falleció y no me refiero a inmaduro, me refiero a esa curiosidad», señala Falcó.
La relación, ahora quebrada por la ruptura, tuvo buenos momentos. Cabe recordar que Tamara logró una «hazaña» para las élites culturales: que Mario Vargas Llosa entrara en el mundo televisivo del entretenimiento. Pues se emitió a Isabel Preysler y a su pareja en la final del programa MasterChef Celebrity. La aparición de la pareja resultó beneficiosa y Tamara ganó la edición del programa concurso.
Asimismo, Vargas Llosa también participó en La marquesa, el documental de Netflix que se enfoca en los sueños de Tamara: montar un restaurante temporal en El Rincón, palacio heredado de su padre. A lo largo de los episodios, se aprecian conversaciones rutinarias entre la pareja. Tamara finalmente llega a un veredicto positivo sobre la relación. «Ha sido una suerte que mi madre encontrase un compañero de vida a esta edad. La verdad es que Mario ha resultado ser un compañero maravilloso», declaró en aquella ocasión.
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