Hace 200 años la familia del actor británico tuvo una plantación en Barbados con más de 200 esclavos. El país caribeño planea demandar a los descendientes de los dueños de las plantaciones de algodón y azúcar.
Por Walter Chunga
El actor británico Benedict Cumberbatch, nominado al Oscar e intérprete de uno de los personajes más populares del mundo Marvel, Dr. Strange, podría enfrentar demandas por parte del país caribeño de Barbados para pagar reparaciones económicas por sus vínculos familiares históricos con una plantación de azúcar del citado país.
Barbados, antigua colonia europea, proclamó su independencia en el año 2021 luego de pertenecer por 396 años a la monarquía británica. En ese sentido, con el propósito de lidiar con la memoria histórica, las autoridades de este país creen que demandar a los descendientes de los antiguos dueños de plantaciones de azúcar y algodón es una alternativa.
«A todos los descendientes de propietarios de plantaciones blancos que se hayan beneficiado de la trata de esclavos se les debe pedir que paguen reparaciones, incluida la familia Cumberbatch”, aseguraba David Denny, secretario general del Movimiento Caribeño por la Paz y la Integración, al diario británico The Telegraph.
David Comissiong, vicepresidente de la Comisión Nacional de Reparaciones, dijo que lo que se busca es que los descendientes de familias propietarias de esclavos paguen daños y perjuicios; aunque, por el momento, la petición se encuentra en su etapa inicial: «Esto está en las primeras etapas. Apenas estamos comenzando. Gran parte de esta historia recién ahora está saliendo a la luz».
Benedict Cumberbatch habló sobre el pasado de su familia
El séptimo abuelo de Cumberbatch compró la plantación Cleland en el norte de Barbados en 1728, la cual llegó a tener hasta 250 esclavos. En 1833, el gobierno de Reino Unido pagó una indemnización a los esclavistas que junto a las ganancias de la plantación, creó una fortuna que heredaron las generaciones siguientes de Cumberbatch.
El destacado actor nunca ocultó su pasado. Dos de sus películas, “Amazing Grace” (2006) y “12 años de esclavitud” (2013), tratan sobre la esclavitud. Como más tarde admitiría Cumberbatch, una de las razones por las que decidió participar en ellas, fue para tratar de afrontar su pasado familiar.
Asimismo, en 2014, contó que, en sus inicios como actor, su madre le sugirió que cambiara su apellido para evitar en un futuro que le reclamaran daños por el pasado esclavista de su familia.
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