Carlos Diez Canseco, gerente general del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, habla de Perumin y su importancia para fomentar el sector minero. Y tanto Miguel Cardozo, presidente de Perumin 36, como Jimena Sologuren, presidenta de Perumin 37, hacen un balance y proyección de la convención minera más importante del país, cuya última edición se llevó a cabo en Arequipa del 25 al 29 de setiembre.
Por Carlos Cabanillas Fotos Briam Espinoza
“Como hemos pasado por tantas cosas y seguimos pasando por muchas más en los últimos años, hemos estado siempre bajo mucha presión como país, y eso se ha reflejado muchísimo en Perumin”, explica Carlos Diez Canseco, gerente general del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP). “Eso ha generado una serie de retos y oportunidades al mismo tiempo, pero, además, un esfuerzo mayor en innovar y cambiar los campos de acción”. En la sede de La Molina del IIMP, los gestores del evento minero más relevante del país hacen un balance del reciente Perumin 36 y anuncian lo que vendrá en el próximo Perumin 37.
“Recién se había iniciado el Perumin presencial en el año anterior, en 2022, y eso fue un impacto psicológico sobre las personas”, reflexiona Miguel Cardozo, presidente de Perumin 36. “Todos querían estar allí, hubo muchísima asistencia. Hicimos el Perumin 36 este 2023 para reordenarnos en los años impares”. Y la convocatoria no pudo ser mejor, pues hubo un récord de asistencia con más de sesenta mil asistentes, con la presencia de siete ministros, incluyendo al primer ministro, doce presidentes regionales y los embajadores de los principales países mineros, como Alemania, Suiza, Reino Unido, Canadá, Australia, China, Sudáfrica , Chile, Rumanía y un largo etcétera. A eso se le sumaron más de cien empresas chinas, algo que no se había visto en la edición anterior, para no ahondar en los quinientos chilenos que estuvieron presentes, junto a los casi trescientos chinos y decenas de colombianos, además de otras figuras del sector minero. “Perumin quiere ser la imagen de la minería peruana, y ya está en el calendario minero mundial”, afirma Diez Canseco. Y pone énfasis en el rol colaborativo del gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez. Muy distinto de su antecesor. “Rohel ha visto el impacto de Perumin en el crecimiento de la UNSA y otras universidades de Arequipa”, agrega Jimena Sologuren, presidente de Perumin 37.
“Las operaciones mineras peruanas no tienen nada que envidiar a las de cualquier país europeo”, teoriza Diez Canseco. “No solo tienen altos estándares tecnológicos, sino también sociales”, agrega. “Por ejemplo, el 100% de la energía de la operación de Quellaveco es energía renovable”. Y Quellaveco es justamente la última operación minera importante en el país. “Tenemos cuarenta y seis proyectos detenidos, bloqueados”, dice Cardozo. “Eso representa una inversión de US$53 mil millones. Pero el tema de los permisos es muy enredado y estamos perdiendo el ritmo”. La ralentización empezó con el gobierno de Ollanta Humala, específicamente con Conga. “Concretamente con el doctor Pulgar Vidal, que complicó las cosas en el Ministerio del Ambiente”, advierte Cardozo. “Hay una generación de burócratas antimineros que ha frenado la exploración minera, lo cual implica frenar el desarrollo del futuro para la minería”.
Jimena Sologuren explica a fondo el contrasentido de tener una minería formal hiperregulada y una minería informal casi desregulada. “Por un lado tienes un proyecto formal responsable, con todas las figuras de ISOS y todos los estándares a nivel mundial, y por el otro lado tienes la minería artesanal, que pasa por una resbaladera. ¿Dónde está la exigencia de estándares de medio ambiente para la minería artesanal, para no hablar de la minería ilegal?”, se pregunta. “Incluso explorar es complicado, porque mientras sacas el permiso la gente ya te invadió la zona”, complementa. “Es verdad que formalizar por los conductos regulares es bien complicado, pero tampoco podemos caer en estos conductos rápidos que suelen ser temporales, como el REINFO (Registro Integral de Formalización Minera). Ese es un conducto rápido para la minería artesanal que debió ser temporal, pero ya tiene diez años”. Y mientras tanto, el Ministerio de Ambiente solo fiscaliza a la minería formal. Esta situación se agrava con la arista social, pues alrededor de la minería ilegal hay trata de blancas, delincuencia, contrabando y demás delitos que vulneran la paz social de la zona. Y así es imposible seguir ampliando la base tributaria para poder hacer reformas y mejorar el gasto social.
El impase en Perumin con el tema Tía María, para bien o para mal, puso el tema en la agenda. “Ocurrió una descoordinación”, dice Cardozo. “Hace ya dos o tres meses, el mismo ministro de Energía y Minas declaró que la empresa Southern le había informado que estaban en conversaciones con las poblaciones del valle del río Tambo y que estaban progresando y estaban avanzando bien. Entonces, cuando le preguntaron al premier, él dijo que el tema no estaba en la agenda, y eso era verdad. Ahora, también es verdad que el Gobierno no participa en la solución de los conflictos. Se pone de costado y espera que la empresa resuelva el problema”.
“La minería es el 10% del PBI”, dice Diez Canseco. “Pero ni un gramo se produce en Lima, que es el 50% del PBI. Entonces, ese 10% está en las regiones, y entonces se vuelve casi el 20%. ¿Quién más paga tantos impuestos y da trabajo formal allá?”. Esa es la gran ironía de la situación: los impuestos traducidos en canon en los gobiernos regionales muchas veces no se traducen en obras sustantivas o simplememente no se ejecutan. “Si metes un proyecto de obras por impuestos, no te dejan poner dos en una misma región”, comenta Sologuren. “Es más facil hacer una cancha de fulbito que hacer agua y saneamiento para tu distrito”, redondea. “Tu monto de inversión es menor y tus plazos también. Si toda la inversión del canon se convirtiese en obras para los ciudadanos, qué diferente sería nuestro país”. Y con la guerra entre Rusia y Ucrania, el combustible y el gas seguirán encareciéndose, lo que impulsará la demanda de autos eléctricos. Eso pondrá la demanda de cobre por los cielos. “Tenemos que subirnos a la ola”, dice Sologuren. “No tenemos derecho a dejar tirada tanta riqueza”. “Solo ejecutando los proyectos que están en cartera podríamos duplicar nuestra producción y alcanzar a Chile”, explica Cardozo. “Ya estamos segundos con lo que estamos produciendo. De los US$53 mil millones, el 70% está en cobre”.
Para Perumin 37, la tarea es que más gente conozca el sector de primera mano. Y subir la alta valla que dejó Perumin 36, claro está. “Tocaremos los temas que estén más a la vanguardia en cuanto a innovación, economía circular, inclusión social. Por primera vez, el quechua ha sido el segundo idioma más escuchado en Perumin. Y también hubo una importante presencia de personas con discapacidad. Queremos, además, fomentar la participación de mujeres en la industria, acercando el sector minero a los colegios”, agrega Sologuren, hija de la minera Eva Arias, presidenta de la Compañía Minera Poderosa. Cabe agregar que Sologuren es la tercera presidenta de Perumin, después de la propia Eva Arias y Claudia Cooper. Y es que en Perumin hay paridad, porque también ha habido tres presidentes hombres. No por cuotas, sino por la propia realidad de la organización del evento. “Los esperamos en el Perumin 37, en 2025”, invita Sologuren.
Finalmente, es inevitable hablar de Nano Guerra García, quien falleció por las carencias de la posta médica en Punta de Bombón, Arequipa. “La posta en Punta de Bombón funcionaba 24 horas gracias a un acuerdo que tenían con Southern”, precisa Diez Canseco. “Pero el exgobernador de Arequipa, Cáceres Llica, fue tan necio que se negó a recibir ayuda de esta empresa. ¿Te imaginas cuántos otros casos hay como este? ¿Cuántos peruanos más tendrán que morir por esta negligencia? Si Tía María hubiera estado en operación, esto no habría sucedido”.
Y la minería habría logrado que las postas, las carreteras y la medicina estuvieran en mejores condiciones en Arequipa. Pero todo cae por su propio peso. Al cierre de esta edición, Cáceres Llica acaba de ser sentenciado a siete años de cárcel por corrupción.
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