El evento estuvo marcado por un particular sincretismo entre el evangelismo y espiritualismo, además de contar con la presencia de miembros de la realeza europea

Por Redacción COSAS

La princesa Märtha Louise de Noruega y el chamán estadounidense Durek Verrett unieron sus vidas en una ceremonia que desafió las convenciones reales tradicionales. La boda, celebrada en el pintoresco fiordo de Geiranger, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, contó con 350 invitados, entre los que se incluyeron miembros de la realeza europea y celebridades de Hollywood.

Marta Luisa y Durek Verret saludando a la prensa y a todo el público a las puertas del hotel donde se han casado

La princesa Märtha Louise llevó una tiara que le había sido obsequiada por su abuelo, el rey Olav.

Un escenario de cuento de hadas

El Hotel Union de Geiranger se convirtió en el epicentro de las celebraciones, con una carpa blanca especialmente preparada para la ceremonia. El entorno natural, con sus impresionantes vistas al fiordo, fue el espacio escogido para este encuentro entre la tradición monárquica y la espiritualidad new age. La elección del lugar no fue casual; los novios lo describieron como una representación de la belleza natural de Noruega, añadiendo un toque simbólico a su unión.

Boda de Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett

Durek Verrett llevaba bordado en la manga el monograma de la pareja: una ‘M’ y una ‘D’ entrelazadas.

Una novia real con un toque moderno

Märtha Louise sorprendió a todos con su elección de vestuario nupcial. La princesa lució un vestido blanco de corte clásico con escote en pico y aplicaciones de flores, complementado con un largo velo de tul. Sin embargo, el detalle que captó todas las miradas fue la tiara que coronaba su peinado. Esta joya, que recibió como regalo de su abuelo, el rey Olav, en su 18 cumpleaños, añadió un toque de realeza tradicional a su atuendo moderno.

Por su parte, Durek Verrett optó por un traje oscuro con detalles en dorado, incluyendo un fajín y una corbata que hacían juego. En un gesto romántico y personal, el novio llevaba bordado en la manga el monograma de la pareja: una ‘M’ y una ‘D’ entrelazadas.

Marta Luisa de Norueta y Durek Verrett en el balcón del Hotel Union

La ceremonia combinó el rito de la Iglesia Noruega con elementos espirituales contemporáneos.

Una ceremonia que une dos mundos

La ceremonia religiosa, oficiada por la reverenda Margit Love Holte, siguió el rito de la Iglesia Noruega, una denominación evangélica luterana. Aunque también contó con la inclusión de elementos espirituales contemporáneos, como la participación del pastor Michael Beckwith, fundador del Centro Espiritual Internacional Agape en Beverly Hills.

Uno de los momentos más emotivos fue el intercambio de votos matrimoniales. Märtha Louise expresó que sus hijas son lo más importante en su vida, seguidas por Durek. El chamán, por su parte, prometió apoyar incondicionalmente a su esposa y amarla «hasta su último aliento». Estas palabras personales y sinceras provocaron una gran ovación entre los asistentes.

Marta Luisa y Durek Verret se besan tras contraer matrimonio

«Te amaré hasta mi último aliento», declaró el chamán Durek en sus votos matrimoniales.

Una lista de invitados estelar

La boda contó con la presencia de la Familia Real noruega al completo, incluyendo a los reyes Harald y Sonja, y los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit. Las damas de la familia real decidieron lucir el bunad, el traje regional típico noruego, mientras que los caballeros optaron por el esmoquin tradicional.

Familia real de Noruega

Las mujeres de la familia real vistieron el bunad, el atuendo regional típico noruego

Las damas de honor, de rosa, con sus acompañantes

Las damas de honor vistiendo tonos rosas

Entre los invitados reales internacionales destacaron los príncipes Victoria y Carlos Felipe de Suecia, acompañados de sus cónyuges, así como el príncipe Constantijn de los Países Bajos y su esposa, la princesa Laurentien. La presencia de estas figuras reales subraya los fuertes lazos que unen a las monarquías escandinavas.

Victoria y Daniel de Suecia en la boda de Marta Luisa de Noruega

Victoria y Daniel de Suecia acudieron a la celebración

Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah, las tres hijas de Märtha Louise fruto de su anterior matrimonio con Ari Behn, tuvieron un papel destacado en la ceremonia. La mayor, Angelica, acompañó a su madre hasta el altar, mientras que las tres lucieron vestidos en tonos claros que complementaban el atuendo de la novia. Su presencia y participación activa en el enlace simbolizó la unión de dos familias y la aceptación de Durek Verrett en el núcleo familiar de la princesa.

Las hijas de Marta Luisa de Noruega

Las hijas de la novia: Maud Angelica Behn, Leah Isadora Behn y Emma Tallulah Behn

Celebraciones que trascienden lo convencional

Las festividades no se limitaron al día de la boda. Los invitados disfrutaron de un programa de tres días que incluyó una fiesta de temática «sexy» y «cool», un paseo en barco por el fiordo y una velada con música de salsa.

El banquete nupcial, celebrado en el salón Geiranger del Hotel Union, fue otro ejemplo de la fusión entre tradición y modernidad. La decoración, con flores en tonos rosas y naranjas, y la iluminación cuidadosamente diseñada, crearon una atmósfera mágica. El corte de la tarta nupcial y el primer baile como matrimonio, un vals tradicional en las bodas reales noruegas, fueron momentos destacados de la velada.

La foto de familia de la boda de Marta Luisa de Noruega y Durek Verret

350 invitados atestiguaron esta unión

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