Una de las finalistas de la prestigiosa beca Artus por su creatividad y talento vanguardista, nos cuenta acerca de sus proyectos que exploran nuevas fronteras culturales del arte

Por: María Jesús Sarca Antonio Fotos: cortesía de Elizabeth Vásquez

En el mundo del arte contemporáneo peruano, Elizabeth Vásquez se destaca con fuerza y creatividad: una artista que combina la tradición ancestral con la innovación contemporánea. Esta creadora, graduada en Artes con mención en Grabado por la Pontificia Universidad Católica del Perú, fue reconocida como una de las finalistas de la prestigiosa Beca Artus, un programa destinado a apoyar el desarrollo de jóvenes talentos peruanos. A continuación, exploramos su fascinante trayectoria, sus contribuciones al diseño gastronómico y el significado de su reciente logro.

Elizabeth comprende al arte como “una forma de comunicación”.

Un viaje de transformación artística

Su recorrido está marcado por una evolución constante dispuesta a involucrarse con las comunidades. Tiene una trayectoria de exposiciones, residencias y becas desde el 2011, en Perú y en países como Brasil, Chile, Colombia, México, España, Francia, entre otros.

También participó en campamentos artísticos, como Hawapi: 2017, en el triángulo terrestre Perú-Chile, hasta su reciente trabajo con comunidades awajún, financiado por el Ministerio de Cultura, exhibido en 2023. Este último proyecto, que resultó en un video de stop motion exhibido en Devenir Tierra, muestra su capacidad para integrar diferentes medios en su práctica artística.

La convivencia con las comunidades de la selva le permitió ampliar sus influencias artísticas.

Su ímpetu artístico no se detuvo incluso durante el periodo de emergencia sanitaria por la Covid-19. “La pandemia me impulsó a orientarme hacia mi estudio, Polen, y a desarrollar un proyecto que me acercara a las comunidades awajún. Fue una oportunidad para explorar nuevas formas de expresión y comunicación a través del arte, lo que resultó en una experiencia enriquecedora tanto personal como profesionalmente”, declaró la artista.

Elizabeth Vásquez presentó Videoarte, un producto audiovisual en Devenir Tierra.

Devenir Tierra  fue una exposición que reunió las prácticas de un grupo intergeneracional de artistas que, a través de diversas comunidades y vocabularios artísticos en estrecha relación con imaginarios andinos y amazónicos, puso en primer plano la reciprocidad y el intercambio con la tierra.

Entre la cerámica y el diseño

Vásquez se mueve hábilmente entre dos facetas: su arte contemporáneo, que incluye cerámica, video, composición e instalación; y su faceta de diseñadora, que se dedica a reproducir objetos de interiores y utilitarios. Sus obras reflejan una profunda conexión con el pasado y la convivencia con diferentes culturas de la selva. Es difícil definir su estilo, pues se basa en la naturaleza y en la observación de formas orgánicas como frutas, flores y plantas. Aunque no es minimalista, aprecia estilos como el arte precolombino y el arte asiático (entre Corea y Japón), que influyen en su trabajo: “Me gusta jugar con formas y colores, integrando influencias de diversas referencias”, señaló.

Elizabeth maneja una dualidad en el ámbito de la cerámica, pues combina técnicas modernas con métodos ancestrales. La artista utiliza técnicas contemporáneas para piezas en serie y técnicas ancestrales para réplicas únicas, lo que le permite explorar y preservar la riqueza cultural de las civilizaciones antiguas. Según comenta: “Esta combinación me permite rendir homenaje a las tradiciones mientras exploro nuevas formas de expresión”.

Su arte refleja las influencias de todo lo que aprecia en su entorno.

Impacto en el mundo gastronómico

El auge gastronómico en Perú abrió nuevas oportunidades para los artistas. Sus creaciones en cerámica no solo abarcan piezas artísticas, sino también diseños para el menaje en la gastronomía. Colaboró con reconocidos restaurantes como Central, Maita y La Niña, así como con establecimientos internacionales en Dubái y Los Ángeles. “La colaboración con restaurantes fue fundamental. El boom gastronómico en Perú abrió un espacio para que los artistas trabajen con chefs y diseñen menaje que no solo sirve, sino que también enriquece la experiencia culinaria”, nos contó, reflejando la integración del arte en la presentación de los alimentos.

Un reconocimiento al talento emergente

La beca Artus, un programa prestigioso destinado a apoyar el desarrollo artístico y profesional de jóvenes artistas peruanos, reconoció a esta artista como una de sus finalistas. Su propuesta de investigación para la beca está centrada en los objetos precolombinos almacenados en museos en Londres. En sus palabras: “Mi intención con la beca fue investigar los vacíos en la exhibición de piezas precolombinas en Londres. Muchos de estos objetos no están visibles al público debido a ciertas limitaciones, y quiero explorar cómo estos vacíos pueden formar mi propia práctica artística y técnica”.

Elizabeth combina técnicas modernas con métodos ancestrales.

Este reconocimiento no solo valida su talento y esfuerzo, sino que también le brinda una plataforma para profundizar en su investigación y desarrollo profesional. La beca representa un suceso importante en su carrera, ofreciendo la oportunidad de explorar nuevas direcciones en su trabajo.

Un taller en evolución: educación y creación

Desde hace 7 a 8 años, la artista dirige un estudio que también funciona como taller de enseñanza. La pandemia fue un punto de inflexión crucial, permitiéndole consolidar su negocio y enfocar su práctica profesional. “Durante la pandemia, me enfoqué en consolidar mi estudio como un negocio. Antes estaba haciendo un poco de todo, pero el confinamiento me ayudó a estructurarlo de manera más sólida”, contó Elizabeth sobre su evolución y estructura de su estudio.

Los talleres permiten dar a conocer las distintas técnicas heredadas por generaciones.

Polen Studio busca valorizar y compartir las práctica artesanales, partiendo de investigaciones en torno a temas precolombinos y técnicas locales reproducidas en nuestro país. Algunas actividades que acompañan esta búsqueda se dan por medio de un programa educativo en nuestro espacio e  intercambios con comunidades de artesanos en otras regiones.

El estudio, apoyado por un equipo de cinco personas, ofrece clases mensuales y experiencias de un día, además de planear un nuevo programa de intercambio cultural para explorar técnicas ancestrales con el público general. “Estamos desarrollando un programa de intercambio cultural que permitirá a los participantes aprender de artesanos y técnicas tradicionales. Quiero que la gente vea el proceso completo de creación, desde la recolección de arcilla hasta la quema final”, detalló la artista.

Su estilo reproduce la belleza en formas y colores de la naturaleza.

A medida que avanza en su carrera, la artista continúa ampliando los límites del arte contemporáneo con proyectos futuros que incluyen nuevas colaboraciones y la expansión de su taller. Su combinación única de técnicas tradicionales y modernas reflejan un compromiso profundo con la innovación y la preservación cultural.

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