La película protagonizada por Demi Moore visibiliza la midorexia, un trastorno mental que afecta al 2,4 % de la población general y al 53 % de los pacientes de medicina estética
Por Redacción Cosas
Demi Moore recibió su primer Globo de Oro tras 45 años de carrera gracias a su papel en «La sustancia», un thriller satírico de terror que explora la presión social por mantener una apariencia joven. La película ha generado un intenso debate por su crítica a una sociedad obsesionada con la juventud y su retrato de la midorexia, un trastorno mental reconocido por la Asociación de Psiquiatría Americana.
Según especialistas del Centro de Estudios y Aplicación del Psicoanálisis (CEAP), este fenómeno podría afectar al 2,4 % de la población general y hasta al 53 % de los pacientes de medicina estética, evidenciando un problema creciente en la búsqueda de estándares irreales de belleza.
¿Qué es la Midorexia?
La Asociación de Psiquiatría Americana ha tipificado la midorexia como un trastorno mental grave que va más allá del natural temor a envejecer. El Dr. Tallaj, cirujano plástico y catedrático de bioquímica del envejecimiento en la Universidad de Sevilla, explica que «no se trata de un temor pasajero, sino de un miedo persistente que deriva en ansiedad y en la corrección obsesiva de los cambios físicos».
Las personas afectadas experimentan una profunda ansiedad ante signos como arrugas, canas o flacidez. El psicoanalista Juan Martínez-Mena explica que la midorexia puede considerarse un subtipo de trastorno de la personalidad, relacionado también con el Trastorno Dismórfico Corporal. «Nunca antes había existido una presión social tan fuerte por equiparar la apariencia juvenil con el éxito y la valía personal», añade. Este fenómeno, conocido en Estados Unidos como ‘beauty privilege‘, perpetúa la idea de que la juventud y la belleza son determinantes para el éxito laboral, social y personal.
Señales de alerta
La doctora Remedios Gutiérrez, psiquiatra del CEAP, identifica varios signos característicos:
- Miedo extremo al envejecimiento.
- Dietas extremas
- Ejercicio físico compulsivo
- Distorsión de la realidad sobre su edad.
- Dependencia emocional de la validación externa.
- Conflictos en relaciones personales, especialmente con familiares cercanos.
Estos comportamientos pueden derivar en sobretratamientos estéticos, trastornos de la conducta alimentaria y deterioro de la salud mental.
¿Cómo prevenirla?
Para los expertos, la clave está en promover una aceptación saludable del proceso de envejecimiento. La Dra. Gutiérrez sugiere fomentar la colaboración entre especialistas en estética y psicoterapeutas para priorizar la salud física y mental del paciente. Además, es fundamental cuestionar los estándares irreales de belleza promovidos por los medios y las redes sociales.
El Dr. Tallaj, catedrático de bioquímica del envejecimiento, destaca la importancia de «celebrar los años con dignidad» y recurrir a tratamientos estéticos de forma responsable, evitando la imitación de rasgos ajenos. Figuras como Meryl Streep y Jamie Lee Curtis son ejemplos de cómo envejecer con autenticidad y equilibrio.
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