PRIMICIA. La actriz Isabela Merced conversó con COSAS para anunciar en exclusiva el lanzamiento de un proyecto musical junto al ganador del Grammy, Tony Succar. Además, reveló que muy pronto tendremos la oportunidad de verla cantando en nuestro país. Además, compartió detalles inéditos sobre su rol protagónico en la exitosa serie “The Last of Us”, que mantiene al mundo a la expectativa.
Por Diego Ochoa Acosta
En The Last of Us, Isabela Merced interpreta a Dina, un personaje clave que aparece en la segunda parte del videojuego original.
Isabela Merced tiene una sorpresa preparada para sus fans peruanos. En exclusiva para COSAS, la actriz reveló que está por lanzar un proyecto musical junto al productor y ganador del Grammy, Tony Succar. “Hemos estado trabajando en esto desde hace cuatro años. Es algo medio secreto, pero sí… vamos a hacer música juntos”, contó. El proyecto podría estrenarse en junio, cuando ella vuelva al país para un evento en el que ambos participarán. “Sería genial cantar en Perú”, adelantó.
Además de esta faceta musical, Isabela sigue consolidando su carrera como actriz. Actualmente brilla en la exitosa serie ‘’The Last of Us’’, donde interpreta a Dina, uno de los personajes más queridos del videojuego original.
Aunque al principio sintió presión por unirse a un elenco ya establecido, dice que ahora está mucho más tranquila. “Ya no tengo tanta ansiedad. Me siento feliz y cómoda en este momento de mi carrera. Y que ya esté confirmada la tercera temporada me da paz”, confiesa.
Isabela no se ha limitado a actuar; también ha aprovechado el rodaje para aprender detrás de cámaras. “Le pedí al showrunner si podía estar en la sala de edición. Quiero dirigir en el futuro, y me interesaba entender todo ese proceso. Aprendí que nunca hay suficientes tomas o ángulos. Siempre se puede hacer más.”
Para preparar su papel, recibió entrenamiento con armas, a caballo y participó activamente en pruebas de vestuario para dar realismo al personaje.
Sobre las escenas de acción, recuerda especialmente el episodio 4: “Fue el más difícil. Tardamos una semana entera en grabar porque tenía de todo: infectados, trenes, caballos, peleas, llanto, y hasta un beso. Fue una locura… pero muy divertido”.
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