Con más de 50 medallas ganadas en el extranjero, el pisco Santa María Magdalena se posiciona como uno de los más premiados de 2025. Su misión es clara: llevar el espíritu del pisco peruano a todo el mundo.

Por Redacción COSAS

Existe un pisco peruano que ha hecho historia en tiempo récord. Con solo cinco años en el mercado, Santa María Magdalena puede decir, con orgullo, que el 100% de su línea de productos ha sido premiada a nivel internacional.

Este 2025, la bodega liderada por Alejandra Jordan y Valeria Jordan ha sumado más de 50 medallas en concursos en Portugal, España y el Reino Unido. Entre sus mayores logros está el Gran Oro obtenido por cuatro de sus mostos verdes en Portugal, elaborados con más de 20 kilos de uva por litro. “Detrás de cada botella hay una historia, un equipo, una lucha”, dice Alejandra, publicista de profesión y hoy CEO de la bodega.

Su visión ha llevado a Santa María Magdalena a representar al Perú en ferias como Vinexpo París y Vinexpo Miami. Hoy su camino es más claro que nunca: expandirse con identidad y calidad.

Alejandra Jordan lidera la expansión global con identidad y empoderamiento femenino.

Empezar desde cero con visión

La historia de esta bodega nació en plena pandemia, cuando la familia Jordan decidió transformar un fundo de mandarinas en un viñedo pisquero. Con variedades como quebranta, Italia y torontel, producen piscos puros y mostos verdes.

Cada etiqueta busca contar una historia, conectar con el origen y dar voz a quienes están detrás del proceso: un equipo conformado en un 98% por mujeres. Santa María Magdalena es parte de una nueva ola de pisqueros que combina tecnología enológica europea con tradición local.

Alejandra señala que el futuro del pisco también pasa por la innovación y el talento joven. En su bodega, no solo se destila, también se capacita. A través de programas de trainees, muchas mujeres descubren en el pisco una industria para desarrollarse. “Queremos que nuestras botellas inspiren, que se vean afuera como ejemplo de lo que puede lograr el Perú cuando apuesta por su gente”, afirma.

Cada destilado de Santa María Magdalena expresa autenticidad, frescura y carácter.

Una bodega hecha por y para mujeres

Desde su fundación, Santa María Magdalena se ha propuesto cambiar la relación entre las mujeres y el pisco. No solo al conformar un equipo casi exclusivamente femenino, sino también al proponer una nueva manera de consumirlo: con conocimiento, creatividad y orgullo. Cocteles innovadores, reinterpretaciones con frutos locales y presencia en cartas de restaurantes de alta gama son parte de esa estrategia.

Alejandra y Valeria están convencidas de que para alcanzar el éxito hay tres principios fundamentales: el producto debe hablar por sí solo, sin necesidad de explicaciones; hay que atreverse, incluso si no funciona; y hay que inspirar, pero siempre con estructura, enfoque y rigor. Tres ideas que, como su pisco, destilan autenticidad, frescura y carácter.

Si deseas saber más de ellos encuéntralos en su web www.bodegasmm.com o en su instagram @bodega.smm

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