A la cabeza de Prolima, está haciendo realidad lo que se pensaba imposible: revertir el daño que nuestra ciudad ha sufrido por generaciones. Hace pocas semanas se culminó la restauración de la Torre Reloj y la iglesia del Santo Cristo de las Maravillas, tras haber entregado el conjunto monumental Santo Domingo y la portada principal de las Trinitarias. Sumarán más de treinta al culminar el año. En entrevista con COSAS, comparte detalles del plan integral que buscar revitalizar el Centro Histórico de Lima y atraer la inversión privada.
Por: Daniel Crespo Pizarro
«Mi compromiso con Lima es personal. El amor es lo único que me permite resistir las trampas, el cansancio y las dificultades”, afirma Luis Martín Bogdanovich, titular de Prolima. Y para quienes han seguido su trayectoria, no hay duda: ese compromiso se ha traducido en hechos.
Arquitecto e historiador del arte, inició su primera restauración apenas egresado de la PUCP, cuando convenció a las monjas del Monasterio del Prado, en la cuadra 14 del jirón Junín, de abrirle las puertas de sus claustros virreinales. Entre muros de 1640 y el silencio de las agustinas, comenzó a delinear el proyecto de su vida: devolver al Centro Histórico su esplendor y vitalidad.
“Creo que antes no se avanzaba porque no existía un plan claro, ni un órgano de gestión con continuidad. Hoy, con Prolima, eso ha cambiado: estamos demostrando que lo imposible sí se puede hacer”, sostiene.

Desde 2024, Prolima amplió sus funciones como Gerencia de Planificación, Gestión y Recuperación del Centro Histórico de Lima, bajo la dirección de Luis Martín Bogdanovich.
“Esta vez hay un plan”
Desde que asumió la Gerencia de Planificación, Gestión y Recuperación del Centro Histórico de Lima –Prolima– hace nueve años, Bogdanovich ha sorteado cuatro gestiones municipales distintas y logrado que todas respalden el Plan Maestro. Su capacidad de gestión ha mantenido viva la hoja de ruta hacia 2035, cuando Lima cumplirá quinientos años de fundación.
¿Cuál es el plan estructurado detrás de la recuperación del Centro Histórico?
Prolima fue creado en 1994, pero el verdadero cambio empezó con la aprobación del Plan Maestro. En los últimos ocho años se han consolidado grandes transformaciones en el Centro Histórico de Lima. En la misma línea, con la promulgación de la Ley N.º 31980 en 2024, Prolima pasó a ser un órgano de línea permanente de la Municipalidad Metropolitana de Lima, asegurando la continuidad institucional de su labor. Nuestro rol es implementar este plan, que proyecta el futuro de la ciudad hacia 2035. Incluye proyectos estatales y privados, y la ley contempla incentivos tributarios para fomentar la inversión empresarial.

La Torre Reloj del Parque Universitario, inaugurada el 10 de julio de 1923, hoy luce como en sus primeros años y vuelve a interpretar el Himno Nacional cuatro veces al día.
¿Qué objetivos persigue el Plan Maestro?
Recuperar el espacio público: peatonalizar calles, iluminar y arborizar plazas, dotarlas de servicios turísticos. También restaurar fachadas, iglesias y viviendas históricas. La meta no es solo rescatar estructuras, sino devolver a la gente un entorno vivo que siente bases para la inversión pública y privada.
Cada proyecto trae consigo un reto técnico y un simbolismo propio. “Recolocar la estatua de Pizarro fue un acto de justicia y reconciliación histórica. Darle nueva voz a la Torre del Reloj significó reactivar un símbolo de unidad nacional. Hace poco concluimos también Santo Domingo y la Iglesia de la Buena Muerte”, comenta.
Los próximos hitos ya están en marcha: la restauración de la iglesia San Carlos o Panteón de los Próceres; Santiago Apóstol del Cercado, el Monasterio de Nuestra Señora del Prado y la última etapa de las Trinitarias. También se sumará el histórico Puente Balta.

El Santuario de Nuestra Señora de la Soledad, templo mariano del siglo XVII en el Centro Histórico de Lima, cuya fachada fue entregada restaurada por PROLIMA en diciembre de 2022.
Habitar y disfrutar Lima
La Plaza Francia fue el primer ejemplo visible de la recuperación integral del Centro Histórico. Hoy alberga a la concurrida Pinacoteca Municipal Ignacio Merino, con doscientas cuarenta y ocho acuarelas de Pancho Fierro que por décadas permanecieron olvidadas en archivos municipales. Un destino similar tuvo el Teatro Municipal, que este año reabrió con una temporada fortalecida de ópera y zarzuela.
“La idea es recuperar no solo la superficie, sino también la experiencia de quienes transitan estos espacios, sentando bases para la inversión pública y privada dentro de los inmuebles”, explica Bogdanovich.
¿Cuál es la estrategia que sigue el Plan Maestro?
Se basa en ejes estructurantes: conjuntos de proyectos articulados por su valor patrimonial o urbano. Uno es el eje del río, otro el de la Plaza de Armas, cuya peatonalización ya muestra resultados. Además, actuamos en puntos estratégicos que, con el tiempo, conformarán un eje completo. En la avenida Alfonso Ugarte, por ejemplo, hemos restaurado los tres monumentos de sus plazas radiales. En el Cercado, se trabaja en la plaza inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial, junto a sus iglesias. La estrategia es avanzar ordenadamente, maximizando el impacto con recursos limitados.

Lima recuperó Santo Domingo tras dos años de cuidadosos trabajos. El histórico conjunto de los padres dominicos muestra su esplendor como uno de los grandes pilares arquitectónicos y espirituales del Centro Histórico.
¿Cómo este plan desemboca en la recuperación del Rímac?
El plan de renaturalización fue aprobado en 2019. En 2025 iniciaremos dos proyectos: la Plaza de Monserrate y el Parque Santa Rosa. Son parte de sesenta acciones del Proyecto Especial Paisajístico Río Rímac, que incluye espacios públicos, inmuebles y el soterramiento de la Vía de Evitamiento entre el Puente Huánuco y el Puente Santa Rosa. Allí, la vía correrá bajo tierra para devolver al río su carácter paisajístico.
¿Qué proyectos complementan esta recuperación?
El de soterrar la avenida Abancay, que el alcalde ha anunciado. El expediente técnico se elaborará en 2026 y esperemos que las obras comiencen en 2027. El proyecto unirá nuevamente a Barrios Altos con el Damero de Pizarro, creando un parque lineal ocho veces más grande que la Plaza de Armas. Los autos circularán por debajo, mientras que en la superficie habrá un corredor arbolado que permitirá reconectar el distrito con el resto del casco histórico. La recuperación de este barrio –donde reposan algunos de los monumentos más valiosos y olvidados de la ciudad– es uno de los grandes objetivos de la gestión.

“La restauración en la Iglesia de Trinitarias fue integral. Se ha recuperado la fachada con la pintura mural de inicios del siglo XVIII y de mediados del siglo XIX”, comenta Luis Martín Bogdanovich.

Trinitarias recuperó la grisalla y la policromía de su portada central. Además, se restauraron espacios como el atrio y el muro pretil.
Barrios Altos es el corazón del Centro Histórico, pero por décadas se le dio la espalda. Este sector representa el 40% de la zona monumental de Lima y es clave para la integración urbana. Además, permitirá conectar a más de un millón de personas de San Juan de Lurigancho con Lima moderna, reduciendo sus traslados de una hora a apenas doce minutos. También se recuperarán monumentos como el convento de San Francisco, el monasterio de la Concepción, el de Santa Teresa y el Colegio Real de San Martín, dañados cuando se abrió la avenida.
¿Qué otros proyectos estratégicos están en marcha?
Un caso emblemático es la Quinta Heeren, la manzana más grande de Barrios Altos, ubicada entre los jirones Áncash, Junín, Maynas y Huánuco. Se trata de uno de los monumentos históricos más extensos de Lima, cuya recuperación se intentó durante décadas sin éxito. “El objetivo es adquirirla, restaurarla y devolverla a la ciudad como espacio público. De sus 36.000 m2, 20.000 serán parques, pues históricamente lo fueron. En un barrio sin áreas verdes, se convertirá en pulmón y gran bosque urbano abierto a vecinos, visitantes nacionales y extranjeros, ofreciendo un refugio en medio de la ciudad.

Las obras empezaron en junio de 2023, y participaron cerca de cien especialistas, entre ingenieros, arquitectos, restauradores y técnicos del sector.
Gestión y financiamiento
La dinamización del centro ya se percibe. La reciente apertura de restaurantes y cafeterías de especialidad, como el Pan de la Chola, Casa Tambo o Napoléon, pero sobre todo, el interés de grandes cadenas hoteleras, marcan un claro progreso: el grupo Meliá se prepara para abrir cerca del Arzobispado, mientras que Marriott proyecta un nuevo hotel en el histórico Tambo de Belén. Este dinamismo forma parte del trabajo de Prolima, que canaliza inversión privada a través del Patronato de Lima, Ciudad de los Reyes, incentivado por Luis Martín Bogdanovich y hoy presidido por Walter Bayly.
¿Es labor de Prolima atraer inversión privada? ¿Cómo se maneja esto?
El Centro Histórico no puede recuperarse solo con fondos públicos. Promovemos que el sector privado invierta en restauración y en usos adaptativos de inmuebles, con beneficios como la deducción de hasta el 30% en el impuesto a la renta. La clave es mostrar que invertir en el centro no solo es un acto cultural, sino también una oportunidad económica sostenible.

La Casa de la Cultura Criolla “Rosa Mercedes Ayarza” estuvo a punto de ser vendida, pero Prolima la rescató del olvido tras la aprobación del Plan Maestro del Centro Histórico.
¿Es la única zona monumental del Perú que tiene estos beneficios tributarios?
Sí. Cualquier persona o empresa que desee abrir un restaurante, café, hotel, proyecto de vivienda o incluso comprar un inmueble para luego alquilarlo, puede explotar este incentivo. La llegada de marcas importantes en gastronomía y comercio consolida al centro como una oportunidad atractiva. Además, el 3% del IGV que confiere la ley del centro histórico garantiza que esas inversiones privadas serán acompañadas permanentemente con la inversión pública.
¿Esta es la razón por la que incentivaste su relanzamiento?
Sí, trabajamos de la mano. Su relanzamiento nos permite fortalecer la participación del sector privado en la recuperación del Centro Histórico, algo que también venimos impulsando desde la Marca Lima, Ciudad de los Reyes. La idea es que el Patronato actúe como un gran articulador de proyectos y patrocinios culturales, sumando esfuerzos a los que ya lidera la Municipalidad de Lima.

“Presentar esta obra es resultado de la pasión por las joyas del centro histórico de Lima. Por eso, se ha logrado descubrir y recuperar el diseño original de la torre, con una estética refinada en diferentes tonalidades. Protejamos juntos la historia de Lima.”

Ángel de madera restaurado en la Iglesia de San Carlos.

La Casa de la Cultura Criolla “Rosa Mercedes Ayarza”, ubicada en el Centro Histórico de Lima, fue inaugurada oficialmente el 17 de octubre de 2022.

En el recinto se realizan talleres de canto, música y danza que mantienen viva la tradición criolla.
Patrimonio y vida cotidiana
¿Qué les diría a quienes consideran frívola la recuperación del patrimonio?
Que desconocen su valor. El patrimonio cultural del Perú está en todos los rincones, y su recuperación impacta en la vida diaria de millones de personas. No hablo solo de beneficios económicos, sino de la vida cotidiana que se desarrolla en esos espacios.
Comprender la importancia de la restauración empieza por entender la historia. En la Colonia, las calles de Lima lucían colores vibrantes: rosados, azules y rojos. En los siglos XVII y XVIII se sumó la estética europea: muros que imitaban ladrillo o mármol, portadas que evocaban piedra. Luego llegaron las influencias bávaras. Pero en el siglo XX la paleta se apagó: el gris del cemento y el blanco neocolonial se impusieron. “El reto es devolver vitalidad sin alterar la esencia. Cada fachada encierra capas de historia esperando ser reveladas”, señala.

“Lima se descubre caminando, no en auto. El centro siempre fue un espacio peatonal, y hoy seguimos ampliando esa red, con más seguridad, menos contaminación y una experiencia urbana más amable”, asegura Bogdanovich.

Cada banca de la Plaza San Martín requirió cuatro meses de restauración. En total, se recuperaron las doce que la rodean.
Hoy están en marcha la restauración del edificio Giacoletti, el Antiguo Hospital Real de San Andrés, la Plaza Italia, el boulevard de la avenida Paraguay y la peatonalización de los jirones Áncash y Junín, camino a la Quinta Heeren. “Quizá la de mayor extensión en tiempo es el Hospital Real de San Andrés, que nos tomará cuatro años. Entonces, yo pensaría que en ese periodo el Centro Histórico de Lima va a estar ya consolidado, con inversiones privadas que podrán haberse beneficiado de los beneficios tributarios, con un órgano de gestión mucho más sólido, con recursos permanentes y con muchas más iglesias, plazas y casas restauradas”, asegura.

La nueva sede de la Pinacoteca Ignacio Merino, bautizada en honor al pintor peruano.

Prolima ya inició los trabajos de recuperación en el siniestrado Edificio Giacoletti.

Iglesia de la Buena Muerte, segundo templo que Prolima recuperó en Barrios Altos.
¿Y cómo podemos ser parte de este proceso?
Todos los ciudadanos estamos llamados a ser parte de este proceso de recuperación, valorando los proyectos de restauración que se están haciendo, pero sobre todo visitando el Centro Histórico de Lima, yendo a comer a un restaurante, yendo a un espectáculo en el teatro. Todas estas cosas aportan.
¿Qué es lo que más lo inspira del Centro Histórico?
Su belleza y capacidad de sorprender. La vieja Lima es demandante, pero generosa: cada día nos regala un tesoro oculto que podemos restaurar. Mi compromiso con Lima es personal.
Fotografía: Andrés Espinosa
Peinado y piel: Nadia Muñoz Deacon
Agradecimientos: Mateo Cedrón y Prolima
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