“Si estamos aquí juntas, es la prueba de que ninguna de nosotras guarda resentimientos”, aseguran. Han pasado casi diez años desde el estreno del fenómeno juvenil “Ven, baila quinceañera”. Hoy, Alessandra Fuller, Mayra Goñi y Flavia Laos bordean los 30 años, con carreras que tomaron rumbos muy distintos. Después de un largo distanciamiento, vuelven a encontrarse frente a las cámaras. COSAS las reúne en exclusiva para hablar, por primera vez, sobre su reencuentro, el paso del tiempo y la nueva película que protagonizan, “Mañana me caso”.
Por: Diego Ochoa | Fotografía: Mid Meza
La amistad, nacida en la serie “Ven, baila quinceañera” (2015), parecía inseparable. Pero, tras el final del programa en 2018, hubo un largo silencio que sorprendió a muchos. No fue sino hasta 2024 que reaparecieron juntas en público. Pero esa unión volvió a ponerse a prueba este junio, cuando los titulares giraron en torno a Pablo Heredia, excompañero de la serie, quien reveló en un programa de televisión que, además de su relación de casi dos años con Alessandra Fuller, también sostuvo vínculos amorosos con Mayra Goñi y más tarde con Flavia Laos.

Las actrices confirman el estreno de la película “Mañana me caso”, film de acción que traza paralelismos con la historia real, con la infidelidad como uno de los temas centrales.
“Siempre elegí tratar estos temas en el ámbito privado, porque siento que lo íntimo debe manejarse con discreción. Pero cuando este año uno de los involucrados eligió hablar públicamente, eso escapó de mi control. Pero lo que sí pude elegir fue cómo responder: con calma, empatía y sin juzgar, siendo fiel a mis valores”, sostuvo Alessandra durante la exclusiva sesión de fotos con COSAS.
A su lado, Flavia fue más tajante frente a las declaraciones de Pablo: “Me pareció innecesario. Ya habían pasado siete años. Lo pudo haber dicho en su momento, pero claramente lo hizo por exposición, por dinero. Terminó generando daño y se fue sin hacerse responsable”. Describe como “duras” las semanas intensas en las que fueron perseguidas por la prensa. “Fue muy feo. Llamadas, conversaciones, tratando de entender qué pasó. Pero por suerte lo pudimos manejar. Ya nos habíamos perdonado antes, cuando correspondía”, agrega.
Acabada la tormenta, y como un juego entre ficción y realidad, confirman para COSAS el estreno de su próxima película, “Mañana me caso”, que marcará su reencuentro profesional. Se trata de una comedia de acción producida por Quantico Films y Arte&Escena, que comenzará a rodarse en noviembre en Lima y llegará a cines en 2026.
“Las tres ya tenemos una conexión sólida, y creo que el público también tiene ese deseo de vernos nuevamente juntas. Me pareció que era una gran oportunidad para regalarle a la gente un poco de esa magia que nos unió hace años”, destaca Mayra sobre el film.
Sobre la trama, Flavia adelanta que la historia empieza cuando una de ellas está a punto de casarse, “pero escucha al novio hablando por teléfono sobre un cuarto de hotel… pensamos que es una infidelidad. No sé si debía contarlo” [risas].
Conversamos con cada una de las involucradas, que nos comentan los detalles de su relación, sus proyectos y cómo ha cambiado su perspectiva en esta década desde el éxito que supuso “Ven, baila, quinceañera”.
Alessandra Fuller

Alessandra sobre el film: “Es, probablemente, el proyecto más personal que hemos hecho juntas”.
¿Qué te convenció de sumarte a este proyecto?
Me entusiasmó desde el primer momento. Hay toda una generación que nos recuerda juntas y que ha seguido nuestras trayectorias con cariño. Desde que leí la primera escaleta sentí que esta historia tenía algo especial.
¿Hay paralelismos con su historia real?
Definitivamente. El guion tiene muchos guiños a nuestras propias vivencias, y eso lo hace aun más poderoso y retador. Es, probablemente, el proyecto más personal que hemos hecho juntas.
¿Te ha sido difícil enfrentar la exposición mediática cuando hay dolor emocional involucrado?
Claro que sí. Es duro ver una situación íntima amplificada en medios, convertida en titulares o discutida en programas de televisión. Se distorsionan las versiones y eso duele. Pero también es cierto que he vivido expuesta desde muy joven, y eso me ha hecho desarrollar una fortaleza especial. Desde afuera puede parecer triste, y lo es, pero he aprendido a lidiar con ello con entereza.
Sobre el amor… ¿cómo lo estás viviendo?
En este momento, siento un vértigo natural frente al amor. Después de todo lo que se ha dicho y vivido públicamente respecto a una relación pasada, me genera cierto rechazo la idea de volver a vincularme sentimentalmente. Si en algún momento vuelvo a conectar con la idea de estar en una relación y compartirlo públicamente, será a su debido tiempo.
¿Cuál es la estrategia detrás de los proyectos que aceptas como actriz?
Ser selectiva ha sido clave. Al inicio, como muchas actrices jóvenes, aceptaba todo con entusiasmo. Hoy analizo cada propuesta a fondo. No solo me importa el guion o el personaje, sino también el equipo técnico, el enfoque visual, el arte, maquillaje, sonido… todo. Una película se construye colectivamente, y para mí es fundamental estar en proyectos que valoren cada área con seriedad.
¿Te has arrepentido de participar en alguna producción?
Sí. Me ha pasado de sumarme a películas con grandes elencos y buenos guiones que luego no tuvieron el nivel técnico que esperábamos. A veces, una mala posproducción puede arruinar lo que se logró en el rodaje.
Flavia Laos

Conocida por «América Kids» o ‘’La Hora Warner», Flavia Laos afirma que ‘’Ven Baila Quinceañera» fue el gran «boom» de su carrera.
Tenías un tiempo alejada de la actuación. ¿Qué te motivó a aceptar un nuevo proyecto cinematográfico?
Toda mi adolescencia la pasé trabajando en telenovelas, una tras otra, sin parar (“VBQ”, “Princesas”, “Los Vílchez”). Ya no me veía haciéndolo. Con este proyecto no estoy buscando volver a la actuación, pero me gustó mucho, sé que va a tener éxito. Y además se graba en un mes. Es rápido, dinámico y justo lo que estaba buscando.
¿Conservas amistades de aquellas compañeras de actuación de tu época?
Amigas cercanas, no muchas. Soy muy cautelosa con las amistades. Tengo pocos amigos y casi ninguno es del medio. Pero conocidas, claro que sí. Me llevo bien con todos, aunque ya no los vea.
Estás en una nueva etapa, más calmada. Hace un año hubo mucho movimiento con tu nombre en redes y medios.
Sí, fue una locura. Un día estaba en Los Ángeles recibiendo el People’s Choice Award como “Influencer Latina del Año” y al siguiente ya se estrenaba el reality en Netflix (“Too Hot to Handle”). Fue todo al mismo tiempo. Recibí muchísima atención, sobre todo del público internacional: Estados Unidos, Europa, Italia, Francia… ¡Hasta me reconocen en la calle en esos países!
“Claramente Pablo Heredia lo hizo por exposición, por dinero. Terminó generando daño y se fue sin hacerse responsable. Fue muy feo” declara Flavia.
¿Y cómo tomas las críticas de los medios que opinan sobre tus retoques estéticos?
Si yo me he hecho algo, ha sido mínimo. Siempre me sentí linda, desde chica. Solo quise mejorar algunas cosas, pero no tengo intención de cambiar completamente. Y si me miro al espejo y me gusta lo que veo, es lo único que importa. Aprendí que quien critica solo busca molestar. Entonces, cuando conviertes eso en entretenimiento, los dejas sin argumentos. Se quedan mudos y yo gano.
En medio de todo esto, ¿cuándo decidiste que querías enfocarte también en la música?
En muchos de los proyectos donde actuaba también cantaba, porque sabían que podía hacerlo. En ese momento no lo veía como un camino profesional, pero con el tiempo me di cuenta de que es realmente mi pasión. Ha sido como una montaña rusa. No es un camino fácil. En el Perú hay mucha cumbia, mucho folclor, pero meter pop o reguetón todavía es complicado.
¿Cómo te ves de acá a cinco años?
Mi sueño es hacer una gira por Europa, realizar conciertos en Estados Unidos y algún día llenar el Estadio Nacional con un show urbano, que aún nadie lo ha hecho.
Mayra Goñi

Mayra Goñi asegura que próximamente lanzará canciones que estén conectadas con la nueva novela «Valentina Valiente».
Sobre la atención mediática… ¿Cómo fue lidiar con la exposición tan joven?
Fue durísimo. Pasamos de ser chicas normales a estar en el ojo del huracán. De un momento a otro, todo era noticia: con quién salías, con quién no, si te peleaste o si fuiste a una fiesta. La prensa, lamentablemente, muchas veces no busca mostrar lo mejor de ti, sino lo que vende: el escándalo, el morbo. Y cuando eres tan joven, sin herramientas emocionales, eso te golpea fuerte. Personalmente, pasé por momentos de ansiedad, de tristeza profunda. Me afectaba lo que decían de mí, sobre todo cuando no era cierto. Me sentía obligada a mantener una imagen perfecta: para las marcas, para el público, para todos. Dejé de vivir cosas que cualquier joven debería vivir por estar cuidando constantemente cómo me percibían. Y esa presión, con los años, te va pesando. Hoy me importa la opinión de mi familia, de mis verdaderos amigos, de la gente que realmente me conoce y me quiere bien. Lo demás ya no me afecta como antes, pero fue un proceso largo que trabajé incluso con ayuda psicológica.
En un momento decidiste dejar todo e irte a vivir a Estados Unidos. ¿Qué te llevó realmente a tomar esa decisión?
Por primera vez lo voy a contar abiertamente: yo me fui por amor… o por lo que creía que era amor. Tenía una relación con una persona que vivía en Estados Unidos y, aunque nuestra historia ya había terminado, en parte por la distancia y por la pandemia, sentía que todo había quedado inconcluso. Cuando finalmente se abrieron las fronteras, decidí viajar, no necesariamente para volver con él, pero sí con la esperanza de que, al verme allá, tal vez hubiera un reencuentro. Fue un impulso emocional. En ese momento no lo pensé tanto como una decisión profesional, sino como un acto del corazón. Lo curioso es que nunca pasó nada. Ni un acercamiento, ni siquiera una conversación real. Él simplemente me ignoró, me evadió. Y eso, aunque doloroso, terminó siendo una bendición disfrazada. Estando allá empecé a ver otro horizonte. Conocí a productores musicales, compositores, artistas. Volví a conectar con algo que me apasiona desde siempre: la música. Entonces decidí quedarme y tramité mi residencia. Me dije: “Voy a apostar por mí, por mi carrera musical, por mis sueños”. Pero, claro, no fue fácil. En Estados Unidos ya no era “Mayra Goñi, la actriz peruana famosa”. Era una más entre millones de talentos.

Coinciden en que la presión mediática marcó su juventud: “Pasamos de ser chicas normales a estar en el ojo del huracán”.
Y en medio de ese proceso, llegaron los rumores más duros desde Perú. ¿Cómo enfrentaste esto?
Fue una de las etapas más dolorosas de mi vida. Un programa de televisión publicó imágenes mías cantando en un restaurante en Miami, interpretando música peruana con orgullo, y en lugar de destacar el esfuerzo o el talento, se burlaron. Dijeron cosas como “miren su internacionalización”, y a partir de ahí se empezaron a generar comentarios horribles. Muchos insinuaron que yo me estaba dedicando a la prostitución en Miami. Se empezó a hablar sin ninguna prueba. Fue devastador. No solo me afectó a mí, sino también a mi familia. Me rompió el alma leer comentarios de odio, de desprecio, cuando yo lo único que hacía era trabajar, luchar por mis sueños, vivir lejos de casa con el corazón partido. Me dolió profundamente que mi imagen, que construí con tanto esfuerzo desde los 12 años, fuera destruida en segundos por chismes sin fundamento.

Sobre su reencuentro en el cine, destacan que es un regalo para el público que las conoció en “Ven, baila, quinceañera”: “Queremos devolver un poco de esa magia que nos unió”.
¿Cómo lograste salir de ese lugar tan oscuro?
Con ayuda, con tiempo y con mucha introspección. Me cuestioné muchas cosas. Incluso pensé en dejar la música. Por un tiempo me alejé del canto por miedo, por vergüenza, por no darles más razones a los medios para seguir burlándose. Pero eso no es justo. Porque yo jamás he necesitado de nadie para salir adelante. Nunca acepté “atajos”. Si fuera una persona que eligiera el camino fácil, estaría en otro lugar, quizá con más fama, pero sin paz. Yo sé quién soy. Sé de lo que soy capaz. Y sé que cualquier cosa que logre será por mi talento, por mi perseverancia. Y si algún día alguien se atreve a decir algo más grave sin pruebas, estoy lista para defenderme legalmente. Porque ya basta. No voy a permitir que se manche mi nombre, mi trabajo, mi trayectoria.
¿Y qué te hizo volver al Perú?
Un día me pregunté: “¿Vale la pena estar tan lejos de los míos, sintiéndome sola, esperando papeles que no llegan, cuando en mi país tengo todo? Estaba desgastada emocionalmente. Extrañaba a mi familia, a mis amigos, mi tierra. Ver en cada viaje que mis papás estaban más mayores me golpeó duro. Así que renuncié al proceso legal en Estados Unidos, y decidí volver. Y desde que regresé, todo cambió. Me han llegado oportunidades increíbles, estoy por comenzar una nueva novela, “Valentina Valiente”, un proyecto que soñé desde niña. Todo se está alineando. Y ahora tengo una visión distinta, una fortaleza que antes no tenía.
«‘Miren su internalización’ decían cuando me fui a Miami y me vieron cantando en un restaurante de Miami, música peruana con orgullo, y a partir de ahí se empezaron a generar comentarios horribles».
¿Y tu carrera musical? ¿Cómo va?
Va tomando forma con paciencia. Es un camino caro, complicado, especialmente cuando no tienes una disquera detrás. Yo soy mi propio banco: lo que gano como actriz, lo invierto en mi música. Pero ahí voy. Tengo planes de sacar nuevas canciones que van a estar conectadas con la novela, de hacer giras por todo el Perú. También volvió el musical “Reinas de Corazones”, donde puedo seguir fusionando mis dos pasiones: el canto y la actuación.
Producción: Adriana Hidalgo y Hugo Chang | Stylist: Lisseli Santos | Asistencia de Styling: Malú Rodríguez | Maquillaje: Equipo de Chris Matta (Carlos Vielma, Andrea Piñango y Kandra Vargas) | Hair Styling: Atelier Sian (Alicia Mary Asto Sánchez) | Agradecimientos: Darwin Chávez Altamirano y Serviacción Studio.
Suscríbase aquí a la edición impresa y sea parte de Club COSAS.