El artista suizo llega a Lima con “Snowball Wall”, una instalación en la que lanzar bolas de yeso contra un muro se convierte en un acto poético. En las escaleras del MALI, Not Vital redefine la escultura desde el movimiento, la materia y la espontaneidad, invitando a mirar el arte desde la acción.

Por: Renzo Espinosa Mangini

Hay artistas que se niegan a ser definidos, y Not Vital es uno de ellos. Escultor, arquitecto, explorador y creador de hábitats imposibles, el suizo nacido en Sent en 1948 ha pasado su vida moviéndose entre continentes y materiales, entre la nieve y el mármol, entre el juego y la contemplación. Su obra llegó a Lima con una doble presencia: en el Museo de Arte de Lima (MALI) y en Proyectoamil, en Barranco.

En el MALI, la escalera principal se transforma con “Snowball Wall”, una instalación que parece simple y salvaje a la vez: Not Vital lanza bolas de yeso contra el muro, como en una guerra de nieve. Cada impacto deja una huella, una cicatriz blanca que atrapa el instante. El yeso –en su punto exacto de hidratación– imita la textura y la suavidad de la nieve, y convierte el muro en testigo de un gesto efímero. No hay nada figurativo ni solemne: solo la acción, la materia y el tiempo.

Not Vital en Lima: arte, materia y silencio en equilibrio perfecto.

Not Vital en Lima: arte, materia y silencio en equilibrio perfecto.

“Me interesa cuando los materiales cambian de estado”, ha dicho el artista. Esa curiosidad física, casi infantil, es parte de su encanto. En su universo, el arte no se contempla desde lejos, sino que se habita. Por eso, en 2016 compró Schloss Tarasp, un castillo medieval que domina el valle de Engadina, y lo convirtió en una obra viva: parque de esculturas, espacio para artistas y fundación cultural.

Not Vital, "Big Tongue" (2008)

Not Vital, «Big Tongue» (2008)

En Makaranta, su escuela en Níger, Not Vital transforma la arquitectura en emoción: una escultura hecha de voces, viento y vida.

En Makaranta, su escuela en Níger, Not Vital transforma la arquitectura en emoción: una escultura hecha de voces, viento y vida.

El viaje como forma de creación

Vital ha vivido en casi todas partes –Nueva York, Pekín, Río de Janeiro, Níger– y de cada sitio se ha llevado un modo de mirar. Colabora con artesanos de todos los oficios: forjadores de acero en China, sopladores de vidrio en Murano, plateros tuareg, fabricantes de papel en Bután. Su arte respira esa mezcla de culturas y técnicas, pero también una relación profunda con la naturaleza. Algunas de sus construcciones son casas hechas solo para mirar la puesta del sol o capillas en medio de la nada.

“Snowball Wall” forma parte de la exposición “¿Qué hace el viento cuando no sopla?”, organizada por Proyectoamil en Barranco. La pregunta parece escrita para él: Not Vital vive en el movimiento, en la pausa y en la deriva. Su trabajo no busca respuestas, sino experiencias.

Not Vital, “Mongolian Cow Dung” (Estiércol de vaca mongol), bronce, dimensiones variables.

Not Vital, “Mongolian Cow Dung” (Estiércol de vaca mongol), bronce, dimensiones variables.

El artista suizo ha participado en bienales y museos de todo el mundo –desde Venecia hasta Chicago o Helsinki–, y su obra se mueve con la misma libertad que su creador. La curadora Alma Zevi, quien publicó recientemente un libro exhaustivo sobre su carrera, lo describe como alguien que construye sus propios hábitats para entender el mundo. El volumen recorre más de cuatrocientas cincuenta obras y proyectos arquitectónicos, desde una isla de mármol en la Patagonia hasta una capilla en Filipinas.

El arte como impulso

En Lima, Not Vital no presenta un objeto para mirar, sino una acción que nos recuerda que el arte también puede ser un juego, un impulso, una ráfaga. “Snowball Wall” es eso: el rastro de una batalla de nieve en pleno trópico. Y, como toda su obra, una invitación a habitar la belleza sin instrucciones, a mirar el gesto antes que la forma, a entender que en el arte –como en la vida– el instante lo cambia todo.

Estudio de Not Vital en Caochangdi, Pekín, China (2008–2021).

Estudio de Not Vital en Caochangdi, Pekín, China (2008–2021).

"House to Watch the Sunset”, Níger (2005): una de las estructuras-hábitat concebidas por Not Vital para mirar el ocaso sin mayores ornamentos, puro silencio y paisaje.

«House to Watch the Sunset”, Níger (2005): una de las estructuras-hábitat concebidas por Not Vital para mirar el ocaso sin mayores ornamentos, puro silencio y paisaje.

En un mundo donde muchas exposiciones buscan el impacto inmediato, Not Vital propone lo contrario: detenerse. Su obra invita a mirar las marcas, las texturas y los silencios que quedan después de la acción. Cada huella de yeso es una pequeña memoria congelada, una pausa en medio del ruido. Frente al muro del MALI, el visitante no solo observa una instalación, sino que asiste al eco de un movimiento, a la quietud posterior a la tormenta. Y ahí, en ese intervalo entre el gesto y la mirada, es donde ocurre realmente el arte.

Suscríbase aquí a la edición impresa y sea parte de Club COSAS .