Como parte del II Festival Internacional de Artes Escénicas Temporada Alta, Jimena Lindo volverá a interpretar Escrito por una gallina. La obra, dirigida por Guillermo Castrillón, volverá a la Sala de Cine de la Alianza Francesa después de nueve años. Esta vez, sin embargo, se trata de “una versión más compacta pero que refleja mejor lo que proponemos Jimena y yo”, anota el director. Se realizará en dos únicas funciones, los días 21 y 22 de febrero, como cierre del festival.
Escrito por una gallina es un híbrido de danza y teatro que se desarrolla a manera de monólogo por la actriz. Por momentos, la acompaña el propio Castrillón, quien entra en escena. El personaje de Lindo transita por diversos estados (nacimiento, juventud, erotismo, entre otros) para finalmente “convertirse en una especie de Afrodita, de Venus, como símbolo de lo femenino”, detalla el autor de la obra. Durante el desarrollo, ella da testimonio de cómo se siente en su género en las etapas antes mencionadas. Lo hace dando espontáneas respuestas a lo que Castrillón le pregunta al oído.
El miedo de Afrodita
“Cada vez que hemos reestrenado la obra, me doy cuenta de cómo cambian mis respuestas”, acota Jimena. “Depende mucho del momento en el que esté como mujer. No sé qué va a salir ni cómo se va a desarrollar. Siempre ha crecido de una manera distinta, pero positiva”, agrega la artista.
Además, sostiene que una de las cosas que más le gustan de interpretar este papel es que le despierta el arquetipo de mujer Afrodita (para los griegos, Afrodita era la diosa de amor, de la sensualidad, de la belleza). “Desde el primer día que he empezado a ensayar, he sentido cómo se va despertando. Eso me encanta”, añade.
Sin embargo, Lindo también experimenta cierto nerviosismo cada vez que vuelve a este rol. “Es una obra que me confronta muchísimo. Estamos el público y yo, completamente solos. Y me desnudo porque hablo cosas muy personales”, expresa.
Lenguaje y contexto
La obra, como mencionamos, aborda el tema de la femineidad en sus diferentes etapas. Lo hace, sin embargo, desde un punto de vista no convencional. “Mi lenguaje teatral es poco ortodoxo”, apunta el director. Su objetivo es llegar al público de una manera frontal, pero a través de los sentidos, sin pasar por la razón. “Con mi teatro busco conmover, que se replanteen y se muevan las emociones”, indica. “La creación en el arte siempre incomoda, desplaza o mata algo”, añade.
Por su parte, Jimena piensa que esta pieza teatral busca integrar la parte masculina y femenina que todos tenemos. “En la sociedad en que vivimos, estamos en un momento en que necesitamos integrar esos lados opuestos para poder vivir en igualdad”, sugiere.
Por André Agurto/ Fotos Javier Zea.