Nieta de lord Mountbatten y ahijada del príncipe Charles, esta exmodelo de Ralph Lauren ha creado su propio estilo de vida y un pequeño imperio comercial en las doradas playas de Bahamas.
Por Manuel Santelices
Habría que buscar en la yugular de la mismísima reina Isabel II para encontrar sangre más azul que la de India Hicks, quien –tome nota– no solo es hija de lady Pamela Mountbatten y el aristocrático decorador David Hicks, sino también nieta del conde Mountbatten de Burma, último virrey inglés en la India; además de prima del príncipe Charles, que es también su padrino. India fue una de las flower girls del matrimonio de Charles con la princesa Diana de Gales en 1981, y su imagen pasó a la historia en las fotografías que la muestran a un costado de los novios besándose en el balcón de Buckingham Palace.
Además, Domino Carmen, la menor de sus cinco hijos, es la ahijada de Marie Chantal y Pablo de Grecia. Todo esto dejaría satisfecha a cualquier otra en su lugar, pero no a India, quien, en cuanto tuvo edad suficiente, optó por la independencia y se convirtió en una de las modelos favoritas de Ralph Lauren entre fines de los ochenta y principios de los noventa.
Su figura alta y atlética, su impecable melena rubia, sus aristocráticos rasgos y una elegancia natural tan evidente como indescriptible hicieron que fuera la musa perfecta para el más aspiracional de los diseñadores norteamericanos. Todos quieren verse como India. Todos quieren vivir como India. Todos quieren ser India.
El salto al diseño de interiores fue quizás el más obvio. Su padre es considerado un ídolo en esta área, y durante su brillante carrera decoró residencias para Condé Nast, Vidal Sassoon, Helena Rubinstein y el propio príncipe Charles, quien la contrató para que diseñara su primer departamento de soltero en Buckingham.
India tiene un estilo más relajado, inspirado más que nada en su vida en las Bahamas, adonde llegó hace dos décadas con la intención de renovar y vender una serie de magníficas casonas en plantaciones. Una de ellas es ahora su hogar, donde vive junto a su pareja, el también decorador David Flint Wood, y a sus niños, incluyendo a Wesley, un adolescente de la isla del que ambos son guardianes legales.
Observando las fotografías de los tres libros que la pareja ha publicado (Island Life, Island Beauty y, más recientemente, Island Style), sería fácil imaginar que India jamás usa zapatos y que su guardarropa está compuesto únicamente por túnicas y caftanes en tonos calipso y rosado.
La exmodelo es la mejor embajadora para su estilo de vida, que ha traducido además a una serie de productos para el hogar, ropa, accesorios y carteras y bolsos que vende online bajo su propia marca. “Únase a nuestra tribu” es la invitación de su sitio web, y ¿quién podría resistirse?
Quizás porque ha vivido tanto tiempo en el ambiente casual y relajado de la playa es que India tiene pocas pretensiones y parece abierta a aprovechar todas las oportunidades. Con su acento tan posh, su carácter de insider y su atractivo físico, fue la comentarista ideal para la BBC durante el matrimonio del príncipe William y Kate Middleton, y hace un par de años también participó en el reality Top Design, de la cadena Bravo, en Estados Unidos.
Con casi cincuenta años, India ha hecho su propio camino lejos, aunque nunca realmente desconectada, de las nobles raíces de su familia. Su estilo, dice, es elegante y discreto. “Si te gusta el bling, mi marca no es para ti”, explicó recientemente en una entrevista.
Luego agregó que todos sus productos tienen una historia detrás de ellos, desde el diseño de escarabajo de sus telas –inspirado por los insectos que encuentra de vez en cuando en su casa– hasta la cartera Duquesa de Windsor, “que cuando la usas, te hace pensar en esa mujer que tuvo gran estilo y viajó constantemente entre Londres, París y Bahamas”. Una mujer no muy distinta a ella.