La Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), desde la carrera de Ingeniería, lidera una iniciativa urbana llamada #RecuperaLaCiudad, para que los vecinos de Lima, así como de las principales ciudades del Perú, identifiquen libremente todos los problemas de su localidad. Entrevistamos al director de la carrera, Jorge Abad, sobre una iniciativa que surge, de alguna manera, para paliar la inactividad del alcalde en estos temas.
Por Luis Felipe Gamarra / Retrato de Diego Valdivia
Aunque el ingeniero Jorge Abad, al frente de las carreras de Ingeniería Civil e Ingeniería Ambiental en la UTEC, trate de negarlo, este proyecto calza perfecto para una Lima que parece no tener alcalde ni rumbo. La iniciativa, que invoca a los vecinos a seleccionar los principales problemas de la capital, debería estar liderada por el alcalde Luis Castañeda. Pero, como eso no ha sido posible por un conjunto de factores que en tres años de gestión ya no vale la pena enumerar, la universidad sale a la calle para ayudar a recuperar la ciudad. ¿Lo podrá hacer? Allí es donde entran los limeños.
–¿Cuál es el objetivo de la UTEC con esta iniciativa?
–Involucrarnos como universidad, y como la carrera de Ingeniería Civil, en la solución de los problemas que enfrenta Lima en términos urbanos. El manejo de las cuencas de los ríos Rímac, Chillón y Lurín, las plantas de tratamiento, los puentes, las carreteras mal asfaltadas, los espigones, la protección de los márgenes de los ríos, las pistas que cortan bosques o humedales, las veredas estrechas o mal hechas, entre otros, son desafíos que pertenecen al campo de la ingeniería. Por eso, el objetivo, en primera instancia, es registrar todos los problemas tanto de Lima como del resto de ciudades del país. Esto nos permitirá elaborar un gran mapa de problemas no solo de Lima, sino de las principales ciudades del país.
–¿Cuál será la siguiente etapa?
–Una vez que hayamos hecho el registro de todos los problemas, pasaremos a una etapa de clasificación. Tras hacer esta selección, en la que identificaremos a qué autoridad le corresponde poner sobre la mesa la solución, nos encargaremos de preparar los estudios que corresponden para resolver los problemas más urgentes en el campo de la ingeniería civil.
–En el caso de Lima, ¿se podría decir que han decidido plantear esta iniciativa a falta de alcalde?
–(Risas). El problema es que ningún alcalde, salvo casos contados, ha tenido una visión a treinta o cincuenta años. Cada alcalde se obsesiona con dejar su huella en un periodo de cuatro años. En ese lapso, ¿qué se puede hacer? Un puente, un bypass, una pista, un parque, una escalera. Pero temas como la congestión vehicular o el caos del transporte público, la recuperación del río Rímac, entre otros problemas, cuya solución escapa a ese periodo de cuatro años, simplemente se dejan de lado.
–¿Por qué el alcalde de Lima propone más concreto, cuando la tendencia mundial es generar ciudades más verdes, con el peatón como eje antes del automóvil particular?
–Existe mucha ignorancia de parte de nuestras autoridades. Ahora, con la reconstrucción a causa del fenómeno de El Niño costero, participé en algunas mesas. Hubo un alcalde que señaló que todos deberían imitar la protección de los márgenes de los ríos que utilizó su comuna, porque fueron efectivos. Traté de explicarles que eso fue una casualidad, y que incluso, técnicamente, podría decirle por qué funcionó. Pero eso no se podía aplicar a todos los márgenes de los ríos, porque la geografía es diferente para cada caso. Me he topado con alcaldes y representantes de ministerios que actúan con mucha ignorancia, sin base técnica. Precisamente es por eso que nosotros, como universidad, queremos agregarle la visión técnica a la solución de problemas.
–Además de ignorancia, hay también alcaldes que creen que lo que hacen es lo correcto, así estén equivocados, ¿o no?
–Eso es lo peor, el necio.
–Luis Castañeda cree que con más cemento en las avenidas o más bypass se resuelve el tráfico. ¿Tiene razón?
–Es que las pistas o los bypass son obras que se hacen en menos de cuatro años. Su objetivo es dejar una placa como legado. ¿Recuperar la cuenca del río Rímac? Eso no tiene placa, no es vendible. ¿Resolver el problema del tráfico? Eso toma más de cuatro años. ¿Para qué? Tener un río en medio de la ciudad es un privilegio. ¿Te imaginas salir el domingo a la ribera del río, pasear con la familia, visitar exposiciones, zonas de juego, tiendas?
–¿El bypass de 28 de julio se está cayendo?
–No hemos hecho el análisis para saber si realmente se ha hecho bien, pero es obvio que una obra nueva no debería agrietarse de esa manera, ni tener la pista hundida. Pero no solo es ese caso. Mira el caso del fenómeno de El Niño. ¿Cuántos puentes se han caído? Cuando asistí a una exposición de Pablo de la Flor, antes de que renunciara a la dirección ejecutiva para la reconstrucción, me di cuenta de que esta intervención iba a ser más de lo mismo. No se está haciendo un esfuerzo por comprender por qué los puentes se cayeron, o hacer el estudio que corresponde para que esto no vuelva a ocurrir. En unos pocos años, cuando vuelva a ocurrir, gastaremos otros 25 mil millones de soles. Se fue por lo fácil: poner cemento donde hubo cemento.
–¿Quién sería el encargado de iniciar un plan por recuperar la ciudad?
–Obviamente, el alcalde Lima.
–¿Lo puede hacer, teniendo en cuenta que existen cuarenta y tres distritos con autonomía plena, y con entidades como el Ministerio de Transportes compartiendo la autoridad en muchas zonas?
–Claro que sí. Para eso está el liderazgo, porque el alcalde preside la asociación de municipalidades. Por otro lado, está su capacidad política para coordinar con el gobierno central, que posee los fondos para hacer las grandes obras de infraestructura que requiere una ciudad. El alcalde no solo debe velar a fin de que haya más pistas para los carros, sino por el agua, por eso posee un asiento en el directorio de Sedapal, y la gestión de los residuos sólidos, que en muchos distritos ha colapsado. Sin dejar de lado la seguridad, con la que, desde su ámbito, debería poder colaborar.
–Desde el Congreso se podrían sacar leyes a favor de Lima, para darle capacidad al alcalde de gestionar mejor la ciudad.
–Allí la política juega en contra, ya que no le van a dar leyes a favor de un alcalde, porque si tiene éxito será candidato a presidente, o porque no quieren que gane réditos políticos.
–Alcaldes como los de Londres o Nueva York concentran todo el poder sobre la ciudad.
–Aquí debería ser así. Pero te diré que nuestros políticos no están preparados para eso. Sin hablar de la corrupción, nuestras autoridades no están capacitadas a nivel técnico para ese reto.
–¿Cómo ve las postulaciones de alcaldes como las de Manuel Velarde (San Isidro) o Jorge Muñoz (Miraflores) a la alcaldía de Lima?
–Han hecho cosas importantes por sus distritos, pero Miraflores y San Isidro no son San Juan de Lurigancho, donde existen más de cinco millones de habitantes. Miraflores y San Isidro han crecido de forma ordenada, los vecinos pagan sus tributos. Lima no es así. Habría que ver qué proponen.
–¿Qué obras urgentes debe implementar el alcalde de Lima que será elegido a fines de 2018?
–Más allá de obras puntuales, que se sabe que son necesarias, diría que lo más importante es la “pensada”. Sentarse a definir una visión de Lima hasta el año 2050. Más que hacer parques, bypass o pistas, que determine para qué servirá cada obra, quiénes serán los usuarios, cuál será el impacto para los limeños.
–¿Cómo calificaría la gestión que termina?
–Como una que perdió la oportunidad de hacer cosas de más largo aliento, entrampándose en obras puntuales. No hubo ideas, no hubo una visión.
Artículo publicado en la revista CASAS #252