Desde los más exclusivos bares hasta los restaurantes peruanos que llevan un poco de nuestro país a la capital española. Esta guía reúne la lista definitiva de lugares imperdibles durante una estadía en Madrid.
Por Paola Pisano
La hora del Vermut
Retiro es uno de los lugares donde puedes encontrar más de ochenta referencias en botellas procedentes de toda España. Han recuperado la tradición jerezana de elaborar vermut con el inconfundible vino de jerez y su célebre Zarro. Para los castizos, las variedades de grifo rojo y blanco con soda de grifo. Además, para acompañarlo cuentan con diversas opciones de tapas, encurtidos y jamones.
Es momento de un aperitivo
Ángel Sierra es, sin duda, un lugar ideal para tomar el aperitivo. Este viejo bar con sus paredes recubiertas de azulejos, antigua barra de zinc y barricas de madera es el punto de encuentro de la plaza de Chueca. Tiene una sala detrás del bar, con un falso estilo a viejo pub, donde puedes sentarte, beber cañitas y los mejores vermuts de grifo de Madrid.
Almorzar con tiempo y calidad
DESDE 1911
Desde 1911 se define en su website como “el mejor puerto en Madrid en donde la estrella eres tú”, y es verdad; entrar a este restaurante es sentirte todo el tiempo muy especial.
El restaurante es el homenaje de Pescaderías Coruñesas, el más importante distribuidor de insumos marinos de Madrid y legado familiar del dueño, quien ha hecho una carrera basada en la búsqueda de la excelencia y el profundo respeto hacia el mar y aquellas generaciones de pescadores que, con mucho trabajo, consiguieron que Madrid se convirtiese en la capital del pescado y marisco fresco de España.
La carta es la máxima expresión del producto del mar del día. Cada plato emociona. El chef Diego Murciego lidera con precisión a un equipo de veinte personas, y en sala hace lo propio el maître, Abel Valverde.
OTER
En Oter se definen como “cocina de mercado renovada”, y con mucha razón. Tienen el mejor producto en pescados, carnes y arroces. Alta cocina de vanguardia con producto local y una cava de vinos con doscientas opciones diferentes.
Si estas por el Barrio de Salamanca, no te puedes perder este restaurante que tiene un bistró del siglo XXI de antesala, donde la barra y mesas de tapeo están frente a los fogones, y que, además, cuenta con amplios salones para comer.
Perú en Madrid
OROYA
Ubicado en el Hotel Edition Madrid de Ian Schrager, uno de los creadores de Studio 54 en NYC, Oroya es una propuesta del chef peruano Diego Muñoz en Madrid. Situado en el roof top del nuevo hotel de vanguardia (la decoración y diseño en sí serían un motivo para visitarlo), la propuesta de tapeo de Oroya, que incluye toques peruanos, se puede disfrutar a la par que de las vistas más espectaculares de la ciudad.
Oroya Pisco Bar, el lugar donde el gran protagonista es nuestra bebida más representativa, y donde todas sus versiones y posibilidades se materializan en su carta de cocteles, cuenta con un exhaustivo catálogo de piscos y espirituosos peruanos. Una experiencia única para descubrir la esencia del pisco, entendida como la bebida del Perú. Si quieres pasar un momento agradable de tapas, cocteles y un DJ con buena música, esta es la mejor elección.
SILLAO
El peruano César Figari y Constanza Rey son nuevamente los responsables de este espacio en el Barrio de Salesas, el tercero del grupo Quispe en Madrid.
El nuevo chifa peruano en Madrid tiene una carta variada, sabrosa y bien estructurada, lograda por los cocineros peruanos que te llevan a sentirte en un rincón de la nostalgia un domingo de chifa en Perú. En Sillao, todo está hecho pensando en que disfrutemos: su apartado de arroces y tallarines salteados son los más pedidos, mientras que la decoración es con una barra variada de cocteles a base de pisco, nuestra bebida bandera. Superrecomendable.
De bares, tapas y buen vino
BAR MANERO
Bar Manero es el nuevo elegido de los madrileños y de muchos turistas en la Calle Coelho, en el barrio de Salamanca, donde puedes comer y beber escuchando música de los ochenta.
La barra y el tapeo hecho en España son puestos en escena en este concepto de Bar Boutique neocastizo, donde una vermutería da la bienvenida a un espacio que recupera el espíritu de los mejores bares europeos de principios del siglo XX. Pero son los productos de alta calidad, las fresquísimas cigalas, el jamón, la tortilla de papa trufada o los ravioles “de la madre de Carlos”, los que dan peso a la carta.
Madrid es la segunda ciudad donde Manero abre un nuevo espacio pensado para complacer a los fanáticos del tapeo tradicional español.
CELSO Y MANOLO
La taberna con encanto en la calle Libertad del barrio de Chueca, donde te puedes tomar el mejor vermut de grifo. No dejes de pedir el chuletón de tomate, entre otros platos. Es un espacio pequeño, hay que pedir reservas, pero comer en la barra lo hace más especial, pues tiene una carta muy interesante de vinos locales de Madrid.
Cenar en un lugar especial y con ambiente
GOTA BAR WINE
El nuevo proyecto de Acid en la calle Prim, en pleno barrio de Chueca, que comparte lo mejor del vino & home food. El chef brasileño-italiano Cadu nos ofrece una serie de platos simples y llenos de sabores, como su pasta, y la increíble carta de vinos naturales. La relación directa con los productores, donde ambos están aprendiendo, hacen de este lugar un espacio único y sostenible. Cenar en la barra con un DJ poniendo vinilos y sirviendo copas termina por enamorarnos de este lugar.
LOS 33 WINE BAR
El nuevo local de tapeo a la brasa con esencia uruguaya y producto local, fruto de la unión de Charrúa y El Viajero.
Recomendamos las empanadas, la entraña, y el Chivito, típico sándwich uruguayo. Además, tienen una carta variada de vinos del mundo muy apetecible, mientras que en la barra te puedes tomar cocteles con pisco deliciosos.
Dónde tomarse la última
FICUS BAR
En pleno corazón del barrio de Justicia, casi límite con Salesas, encontramos un bar escondido con la mejor onda y una coctelería de autor. En este espacio lleno de plantas podemos empezar o terminar la noche.
HARRISON 1933
Es la penúltima gran apuesta por el grupo Larrumba, un bar en plena milla de oro que se acuerda del acta y el año en que se puso fin a la ley seca. Un lugar muy especial donde se puede tomar hasta una cerveza. Además, tiene una cueva en el piso inferior para seguir de copas y fiesta. Y también hay un privado donde el DJ marca el ritmo.
BAD COMPANY
En pleno centro de Madrid, a escasos metros de la plaza de Callao, está el bar clandestino Bad Company, un speakeasy a puertas cerradas que te hace viajar concretamente al año 1920. Es un imperdible para los más atrevidos, con una carta de cocteles muy bien lograda por Yerai y Román, sus jóvenes bartenders mixólogos. La clave para entrar la encuentras en su Instagram y cambia cada mes.
Hay dos cosas que debes saber antes de acercarte a la puerta del Bad Company 1920. Una, dejarte llevar y dos, la contraseña del local. Llamamos a la puerta y al instante se asoma por la rejilla una tez amenazante que nos pregunta si tenemos relación con la policía. “Tengo un Ford de 20 caballos”, contestamos. La pequeña abertura se cierra de golpe y después de esperar unos segundos, se abre el portón de madera y nos recibe un hombre empuñando su arma en un lateral. “Seguidme”, advierte.
Bajamos las escaleras hacia un sótano blindado por una caja fuerte, donde se escucha una radio antigua de fondo. Tras insertar la combinación, retrocedemos un siglo atrás, a los tiempos de la Ley Seca en Estados Unidos. Sí, la famosa prohibición de la venta de alcohol iniciada en los locos años veinte. Suena música de la época, y la atmósfera está ambientada con una estética vintage, tonos amarronados y azulados, tapizados retro y estanterías de madera con una infinidad de licores diferentes. El bar es regentado por contrabandistas que, aunque no terminan de fiarse de nosotros, nos narran cuidadosamente todas las curiosidades de la época y su carta de combinados temáticos.
El local opera originalmente como una antigua tienda de exportación dedicada a la venta de artilugios estadounidenses, por lo que todos sus cocktails vienen camuflados en objetos característicos de la época: desde la boina de los Peaky Blinders (whisky esconcés, bitter de tabaco, sirope de agua de maíz, bruma de roble blanco…) hasta en la ruleta de Al Capone(tequila, humo de cardamomo, tomate picante, cordial de oloroso y anchoas…).
Antes de Bad Company no existía el concepto de speakeasy en Madrid. Nosotros abrimos en plena pandemia y hemos ido siempre a mejor”, explica Monforte, que dice haberse inspirado en los bares clandestinos de Londres, Roma, Nueva York y Buenos Aires.
Bad Company 1920 lleva poco más de un año abierto -desde noviembre de 2020- pero ya se ha convertido en uno de los locales nocturnos más exitosos de la capital, alzándose con el premio a Mejor Apertura de 2021. Pronto realizarán su nueva inauguración en su piso de arriba, dedicado a la revolución cultural de los años 60, llena de hippies, paz, amor… Vamos, todo lo contrario a la esencia del actual Bad Company.
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