Melania Trump podría cambiar las tradiciones presidenciales si su esposo vuelve a la Casa Blanca. Se dice que en un segundo mandato de Trump, Melania no se mudaría a la residencia presidencial, y optaría por mantener su distancia y asistir solo a eventos ceremoniales. ¿Qué significa esto para el futuro del rol de la primera dama? Te lo contamos a continuación.
Por: Arantza Miró Quesada
Melania «se está distanciando aún más de su marido, de la política y de la escena social que la rodea», comenta una experta sobre la esposa del magnate, quien ha dejado claro desde hace tiempo que no disfrutó su etapa como primera dama. Esto quedó demostrado con su retraso en trasladarse a Washington, su infame comentario «¿A quién le importa la Navidad?», y los reportes sobre lo «destrozada» e «infeliz» que se sentía. Su notable sonrisa al desembarcar en Palm Beach el 20 de enero de 2021 pareció reflejar su alivio al terminar el mandato de su esposo.
Ese mismo año, se informó que Melania «se sintió aliviada cuando terminó el mandato de su marido». Sobre una posible candidatura de Trump en 2024, una fuente cercana comentó: «Si él se presenta, dudo que ella participe en algún sentido. Si ganase, sería el peor escenario para ella».
¿Melania en la Casa Blanca? Los expertos dudan
Desafortunadamente para Melania, y quizás para Estados Unidos, el expresidente ha decidido presentarse de nuevo y existe la posibilidad de que gane. De ser así, según la tradición, la exprimera dama volvería a la Casa Blanca. Sin embargo, varios expertos en el comportamiento de Melania Trump predicen que esto no sucederá. Según fuentes cercanas, lo más probable es que Melania no haga de la Casa Blanca su vivienda habitual en un potencial segundo mandato de su marido. Se especula que continuará «a caballo entre Palm Beach y Nueva York, acudiendo a la Casa Blanca solo para actos ceremoniales, como cenas de Estado u ocasiones especiales».
«Melania hace lo que Melania quiere»
Mary Jordan, autora de un libro sobre Melania, comenta: «Melania hace lo que Melania quiere. Sus decisiones son cosa suya, no cuestión de deber». Kate Andersen Brower, autora de varios libros sobre primeras damas, añade: «Se está distanciando aún más de su marido, de la política y de la escena social que la rodea. Claramente no disfrutaba estar en Washington». Los representantes de Melania Trump no han prestado ninguna declaración sobre estos comentarios.
Ausente en la campaña y en momentos clave
La ex primera dama ha estado notablemente ausente en la campaña electoral. Más sorprendente aún fue que no asistió al juicio por soborno de su marido ni a su rueda de prensa tras ser declarado culpable, eventos que tuvieron lugar en el mismo edificio donde ella posee una vivienda y se alojaba en ese momento. A estas alturas, parece improbable que Melania esté ansiosa por regresar a Washington. El futuro de la Casa Blanca, con o sin primera dama, queda en el aire. Solo el tiempo dirá si Melania estará dispuesta a asumir nuevamente el papel que aparentemente no disfrutó.
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