Las nuevas demandas vinculan a otras celebridades en acusaciones de crimen organizado y tráfico sexual
Por Redacción COSAS
La situación legal del rapero Sean ‘Diddy’ Combs tomó un giro dramático con la presentación de siete nuevas demandas civiles que lo acusan de agresiones sexuales, incluyendo a celebridades que supuestamente estuvieron presentes en los incidentes. Estas revelaciones ponen en tela de juicio la complicidad y el silencio que rodean a figuras de alto perfil en la industria. La lista aún permanece en estado anónimo.
Las recientes demandas incluyen testimonios impactantes, como el de una demandante identificada como Jane Doe (apelativo anónimo), quien afirma que fue drogada y agredida sexualmente por Diddy y otros en una fiesta posterior a los MTV Video Music Awards en 2000. Según su declaración, “¡Estás lista para la fiesta!”, le dijo Combs antes de que un hombre no identificado la violara mientras él y otra celebridad observaban. Este tipo de acusaciones llevó a un total de al menos 120 denuncias contra el productor musical, que abarcan un periodo de más de dos décadas, que incluso cuentan con una acusación cuando una víctima era menor de edad.
Uno de los acusadores relata que tenía apenas 16 años cuando asistió a una fiesta en los Hamptons en 1998. En su demanda, describe la emoción que sintió al recibir la invitación para un evento que se había vuelto icónico entre las celebridades. Sin embargo, la situación se tornó oscura cuando, tras una conversación con Combs, este le ordenó «que se desvistiera», alegando que era «un rito de iniciación» y «el camino para convertirse en una estrella». John Doe afirmó que Combs dijo que podía convertir a cualquiera en una estrella, insinuando que él tenía la «apariencia» adecuada. Esta demanda incluye una fotografía de ambos en la fiesta, aunque el rostro del adolescente aparece borroso, lo que subraya la seriedad de las acusaciones.
Otro John Doe presentó demandó a Combs, pues fue agredido mientras trabajaba en seguridad durante una fiesta blanca organizada por el rapero, en 2006. Doe alega que Combs le dio dos bebidas alcohólicas mezcladas con drogas antes de ser forzado a entrar en una camioneta y agredido sexualmente por Combs.
Otra de las demandas describe un presunto caso de violación ocurrido en 2004, cuando una mujer de 19 años, entonces estudiante universitaria, fue invitada a una fiesta privada en el hotel de Combs. Según la demanda, después de que el magnate musical «la acarició, abusó sexualmente de ella y finalmente la violó», la víctima solicitó repetidamente que se detuviera. Este patrón de comportamiento es recurrente en varias de las acusaciones presentadas.
Los abogados de Combs negaron todas las acusaciones, afirmando: “El señor Combs y su equipo legal tienen plena confianza en los hechos, en sus defensas legales y en la integridad del proceso judicial”. Sin embargo, la gravedad de las alegaciones intensificó el escrutinio público sobre su comportamiento y las fiestas que organizaba. “En el tribunal, prevalecerá la verdad: el señor Combs nunca ha agredido sexualmente a nadie, ni adulto ni menor, ni hombre ni mujer”, enfatizó en el comunicado.
Fiestas extravagantes y su oscuro trasfondo
Sean ‘Diddy’ Combs es conocido por sus lujosas fiestas, incluidas las famosas “Freak Offs”, donde se dice que ocurrían actividades ilegales y abusivas. Las descripciones de estos eventos son alarmantes; se reportaron situaciones donde los asistentes eran drogados y forzados a participar en actos sexuales. Un testigo anónimo describió estas fiestas como “espectáculos de terror”, implicando abuso sexual y tráfico de personas.
Las celebridades que frecuentaban estas fiestas incluyen a figuras como Beyoncé, Jay-Z, Justin Bieber, y las hermanas Hadid, quienes ahora se encuentran bajo el escrutinio público debido a su asociación con Combs. Aunque no hay acusaciones formales contra ellos hasta el momento, las redes sociales han alimentado rumores sobre su posible complicidad o victimización.
La presión sobre Combs aumentó considerablemente desde su arresto en septiembre de este año. Actualmente enfrenta cargos federales por tráfico sexual y crimen organizado, mientras permanece bajo custodia sin posibilidad de fianza. Los fiscales describieron su conducta como parte de una “empresa criminal” que operaba dentro de su imperio empresarial, involucrando abuso físico y emocional hacia mujeres.
Los abogados del rapero solicitaron al juez que impida a los testigos hablar públicamente sobre el caso, argumentando que esto podría interferir con el juicio. Sin embargo, la atención mediática es innegable; videos filtrados de sus fiestas circulan ampliamente en plataformas como TikTok, mostrando un lado inquietante del estilo de vida ostentoso que el rapero promovía.
A medida que avanza este caso judicial, queda claro que las implicaciones son profundas no solo para Sean ‘Diddy’ Combs, sino también para otros actores en la industria del entretenimiento. Con un juicio programado para mayo de 2025 y más testimonios emergiendo continuamente, la saga legal alrededor de Combs podría cambiar la forma en que se manejan las acusaciones dentro del mundo del espectáculo.
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