El Puerto de Chancay no solo está redibujando el mapa logístico del Perú, sino que comienza a reconfigurar el valor y el atractivo del histórico balneario de Ancón. Con un repunte en el valor del metro cuadrado, inversionistas y desarrolladoras ya perfilan sus proyectos para captar a altos ejecutivos y turistas atraídos por las ventajas de residir en la bahía. Compartimos un balance de las opiniones de expertos, vecinos y autoridades sobre el futuro del distrito que en octubre celebró sus 150 años.
Por Milton López Tarabochia y Fiorella Ramírez
Para los vecinos de Ancón, el Megapuerto de Chancay despierta tanto inquietud como esperanza. Ubicado a 40 kilómetros de distancia, el impacto potencial sobre el balneario mantiene a la comunidad atenta. La llegada de uno de los proyectos más importantes de la costa central del Perú podría transformar la zona al atraer nuevos residentes, turistas y ejecutivos.
“Es un balneario histórico, no es la primera vez que se enfrenta a desarrollos suburbanos, y siempre puede ser una oportunidad de mejora. La construcción y operación del puerto puede dinamizar la economía local, creando oportunidades de empleo y atrayendo inversión a la zona. Ancón podría beneficiarse indirectamente de este impulso económico, con mayor afluencia de turistas y negocios vinculados a los servicios portuarios”, comparte el ejecutivo Miguel Cassinelli Ledgard, cuya familia ha formado parte de los veraneantes y propietarios del distrito desde hace seis generaciones.
Gracias a su hermosa bahía y valor histórico, el turismo también podría ser un área de oportunidad para Ancón. Según la directora del Patronato del Museo de Sitio de Ancón, Rosella Alberti, “el megapuerto podría colaborar con la conservación de los restos arqueológicos de la cultura Ancón. Por lo pronto, es favorable para la cultura. Si hacemos una matriz FODA, hay más oportunidades que amenazas”.
Afirma también que la ciudadanía y los gobiernos locales deben estar atentos para aprovechar el flujo turístico y económico a favor del Museo de Sitio de Ancón, que muestra la historia preincaica y de las diversas culturas que han habitado en la bahía. “Si se pone en agenda el museo, este sitio podría continuar con la labor de recuperar las piezas arqueológicas y procurar mejorar los espacios para albergar los restos encontrados”, sostiene.
Asimismo, el diplomático y residente anconero Carlos Pareja señala que habrá nuevas oportunidades de empleo y un flujo constante de ingresos para la población, dado que las industrias y empresas de los países vecinos se encuentran interesados en la mano de obra local. “Hace poco estuve en un seminario en Guayaquil, donde hubo una presentación de la gerencia del Puerto de Chancay ante la Cámara de Comercio de la ciudad. Hubo una gran receptividad. También los exportadores ecuatorianos se verán beneficiados por el ahorro logístico, de tiempo y dinero para los desplazamientos de sus mercancías a Asia”, precisó Pareja.
Especulación inmobiliaria
Las altas expectativas por el posible desarrollo de zonas comerciales, residenciales y turísticas, así como por la demanda del puerto y sus actividades anexas, ha impulsado un aumento del valor del suelo. Según Miguel Ángel del Águila, arquitecto y dueño de la empresa inmobiliaria NextStudio, existe ya un aumento del precio del metro cuadrado, tanto en terrenos como en departamentos ya existentes cercanos al balneario, mientras que se vienen desarrollando proyectos inmobiliarios en el poco espacio que queda. Del Águila explica que hay que imaginar que Chancay será “un pequeño Hong Kong”, con altos ejecutivos de varios países, como Brasil, Ecuador y Chile, que requerirán de un balneario.
El investigador Juan Ruiz, de la consultora inmobiliaria Binswanger, quien cuenta con más de veinte años de experiencia en el mercado peruano, detalla que existe un incremento sin precedentes en los terrenos entre Ancón y Chancay. Según su reporte inmobiliario 2024, los precios de los terrenos industriales rondan los US$175/m2, en un rango que va de US$70/m2 a US$ 220/m2 para lotes mayores a 10,000 m2.
Por su parte, los terrenos urbanos en la ciudad de Chancay suelen superar los US$1000/m2, mientras que los terrenos agrícolas, con menor demanda, se cotizan en alrededor de US$40/m2. Este incremento contrasta notablemente con el precio previo a la construcción del Megapuerto de Chancay y el Parque Industrial de Ancón, cuando el valor del metro cuadrado apenas alcanzaba los US$5.
La consultora explica que la especulación de precios en el área de Chancay es resultado de la nula preparación de las autoridades frente a las grandes inversiones. “Uno de los principales desafíos es que carece de un plan de desarrollo urbano (PDU), lo que implica que no existe una zonificación definida para cada sector y uso”.
“El país crece, las fisonomías de las ciudades también. En ese sentido, habrá cambios. Es misión de todos, en la medida de nuestras posibilidades, que la parte del balneario, que es tan bonita, continúe siéndolo”.
Construir sobre arena: la situación precaria de la bahía
¿Y cuál es la situación de Ancón en materia de infraestructura? El distrito, que en octubre cumplió ciento cincuenta años de creación, enfrenta varios problemas que limitan su desarrollo y preparación, entre ellos, la deficiencia en el estado de las carreteras, servicios básicos, de energía eléctrica, gestión de residuos e inseguridad ciudadana.
“Nuestro querido balneario viene sufriendo hace años el abandono de la municipalidad, y tiene que ser mantenido por la Asociación de Propietarios de Ancón (APANCON), con el apoyo de la mayoría de veraneantes”, denuncia Cassinelli Ledgard. Pese a que los problemas son transversales, admite que la primera preocupación es la infraestructura vial. “El desarrollo del puerto debe implicar mejorar las rutas de transporte y conectividad en la región. Esto podría facilitar el acceso al balneario de Ancón y, potencialmente, atraer más visitantes. Hoy los accesos son muy malos”. Rosella Alberti coincide, y añade que es necesaria la construcción de una carretera nueva, “porque los camiones que se están trasladando por la Panamericana Norte están dificultando el traslado y la entrada de autos”.
Otros vecinos mencionan que una carretera paralela o un túnel subterráneo para el uso de esos grandes camiones son alternativas posibles para aliviar el tráfico vial. Si bien se está planificando la denominada nueva carretera de 42 kilómetros, “Vía de los Emprendedores”, esta conectará a Chancay con Lima a través de Huaral y la ruta Pasamayito, aunque Ancón no forma parte de esta ruta.
Además de esta preocupación, Cassinelli Ledgard alerta sobre un posible impacto negativo en la contaminación ambiental, el ruido y la congestión e incluso la biodiversidad marina. “Si se implementan adecuadamente las vías de acceso, medidas de mitigación ambiental y se planifica un desarrollo sostenible, Ancón podría beneficiarse económicamente, pero si no se controlan los riesgos, la calidad de vida de los residentes y la atracción turística podrían verse afectadas negativamente”, agrega.
Viviana Laos de Jerí, integrante de la directiva de APANCON, sostiene que es necesario colocar en agenda el futuro de su población. “Necesitamos un nuevo censo, porque oficialmente se dice que tenemos una población de 50 mil. Los presupuestos no son suficientes para cubrir la limpieza y la seguridad de todo el distrito”, afirma. Tan solo para 2022, INEI en su informe de proyección poblacional registra una población de 91.478 para Ancón, aunque el propio alcalde de Ancón, Samuel Daza, alega que alcanzan hasta las 120.000 personas.
“El Megapuerto de Chancay es un megaproyecto nacional porque su implicancia es enorme para el desarrollo económico del norte chico hasta el departamento de Lima”, explica el diplomático Carlos Pareja, embajador del Perú en Estados Unidos (2016- 2019) y en Chile (2009-2014). No obstante, también incide en el vacío de una correcta planificación vial, urbanística y económica. Laos de Jerí se suma a la línea de que en “el balneario de Ancón no estamos en contra de la inversión y del desarrollo”. Sin embargo, “esa inversión debe ir de la mano con la seguridad y la limpieza”.
Un motor de crecimiento
Paralelo al Puerto de Chancay, cuya inauguración está proyectada para el mes de noviembre de 2024, destaca la construcción del parque industrial de Ancón, el primero y único en el norte de Lima. El proyecto está destinado a conectar comercialmente ambos puntos del departamento, y brindará espacio para la inversión nacional y local, fortaleciendo una red laboral regional.
Se estima que la inversión privada alcanzará los US$762 millones, generando unos 120.000 empleos directos e indirectos, según comunicación pública del Ministerio de la Producción. El parque industrial contará con 715 hectáreas habilitadas, que incluirán áreas industriales y logísticas, un parque tecnológico, un centro de camiones, un parque empresarial, entre otros componentes, según información de ProInversión. Se espera que la etapa final de la licitación culmine en diciembre del 2024.
“Tiene salida a la carretera Panamericana, pero no hay absolutamente nada ahí. ProInversión lo quiere adjudicar para que una empresa deba instalar primero toda la infraestructura necesaria: agua, desagüe, electricidad, vías de comunicación, todo está por desarrollar”, explica el doctor en Economía Comparada de Asia y Latinoamérica por la Universidad de Kobe (Japón) y economista por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Carlos Aquino Rodríguez.
Pilar Valdez, otra integrante de APANCON, sostiene que Ancón es una bahía hermosísima que le gustaría que se preserve, pero prefiere no vivir anclada en el pasado. “El país crece, las fisonomías de las ciudades crecen también. En ese sentido, habrá cambios. Creo que es misión de todos, en la medida de nuestras posibilidades, que la parte del balneario, que es tan bonita, continúe siéndolo”, concluye.
Las promesas del alcalde
El alcalde de Ancón, Samuel Daza, asegura que el Megapuerto de Chancay no solo abrirá una puerta al comercio y el turismo, sino que también detonará una serie de proyectos de infraestructura que cambiarán el rostro del distrito. Entre los más ambiciosos, Daza destaca la creación de una ciudad hospitalaria, junto al Ministerio de Salud, y un complejo de vivienda social, en colaboración con el Ministerio de Vivienda. Ambos, asegura, mejorarán el acceso de los anconeros a servicios esenciales y vivienda digna. “Son proyectos metropolitanos que se van a ir dando en cinco años”, asegura.
En materia económica, menciona la creación de un centro financiero y la reciente inauguración de una oficina del Banco de la Nación en el balneario de Ancón, la primera en cuarenta años. Este nuevo impulso también incluirá un centro comercial que pretende dinamizar la economía local y generar empleo. En cuanto a la seguridad ciudadana, el alcalde subraya la importancia de adquirir equipamiento y contratar personal adicional para afrontar los desafíos que surgen con el crecimiento de la actividad económica y el incremento del tráfico en el distrito. “Estamos buscando como municipalidad ser parte de la nómina 6 del Presupuesto General de la República 2025, el cual otorga recursos para seguridad ciudadana”, destaca. Además, indicó que ha solicitado al Ministerio del Interior la construcción de una comisaría cercana a los penales I y II, con el fin de fortalecer la seguridad en la zona.
Por otro lado, Daza enfatiza la necesidad de mejorar la infraestructura vial para mitigar los problemas de tránsito. “Estamos trabajando en intercambios viales importantes que ayudarán a descongestionar el tráfico y facilitar el acceso a nuestro distrito”. Daza agrega que estas iniciativas no solo buscan optimizar la movilidad, sino también crear un entorno más seguro para los vecinos y prevenir el agravamiento de la situación vial existente, especialmente ante el aumento del flujo de vehículos de grandes cargas.
Más allá de los planes municipales, el balance general sobre el impacto del Megapuerto de Chancay en Ancón parece ser alentador, como lo evidencia el notable incremento en el valor del metro cuadrado en la zona. Este crecimiento no solo refleja una mayor demanda inmobiliaria, sino que también se traduce en el surgimiento de nuevos desarrollos urbanos al norte, incluyendo modernos hoteles y centros comerciales. En conjunto, estas iniciativas prometen abrir un abanico de oportunidades en el comercio y el turismo, contribuyendo así al dinamismo económico del distrito y mejorando la calidad de vida de sus habitantes.
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