Durante la homilía, se subrayó el llamado del Pontífice a la sensatez y al diálogo, recordando que «la guerra siempre deja al mundo peor de como era», en un contexto en el que el Vaticano actúa como escenario de acercamiento entre Zelenski y Trump.
Por Isabel Miró Quesada, desde el Vaticano
La Iglesia católica despide a su líder y los 1.400 millones de católicos dicen adiós a Francisco, el Pontífice reformista, entre vítores de ¡Gloria! y ¡Viva el Papa! El cardenal Giovanni Battista Re dio comienzo esta mañana a los ritos funerarios con la misa exequial en el ‘parvis’ de la basílica de San Pedro del Vaticano ante una multitud de fieles, 160 delegaciones extranjeras, con 50 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos, diez monarcas.
«Nos congregamos con el corazón triste, pero sostenidos por la fe, que nos asegura que la vida no termina en la tumba, sino en la casa del Padre”, pronunció Re, para luego destacar la última aparición pública del Papa, «Su última imagen, que permanecerá en nuestros ojos y en nuestro corazón, es la del pasado domingo, solemnidad de Pascua, cuando el Papa Francisco, a pesar de los graves problemas de salud, quiso impartirnos la bendición desde el balcón de la Basílica de San Pedro y luego bajó a esta plaza para saludar desde el papamóvil descubierto a toda la gran multitud «.
La delegación peruana estuvo encabezada por los tres cardenales peruanos, Carlos Castillo, arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani y Pedro Barreto, que llegaron días atrás y el Canciller Elmer Schialer que aterrizó ayer a Roma. Esta mañana acudieron al interior de la basílica para mostrar sus respetos ante el féretro del Pontífice. Todo indica que Carlos Castillo permanecerá en Roma para participar del cónclave que inicia el 5 de mayo.

Zelenski y Trump protagonizan un momento clave durante el funeral del Papa Francisco

La presencia del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, puesta en duda hasta último momento, se confirmó con su llegada a Roma acompañado de la primera dama, Olena Zelenska. Por su parte, Donald Trump, hizo su aparición pocos minutos antes de que diera comienzo el rito acompañado de Melania Trump. Ambos ocuparon un lugar destacado en la primera fila del sector reservado a autoridades. En el interior de la Basílica de San Pedro, Zelenski mantuvo un breve pero potencialmente histórico encuentro con Trump, en un contexto especialmente delicado para el proceso de paz en Ucrania. La imagen de los dos líderes de Estado encontrando, finalmente, un apartado para conversar, sin asesores ni traductores, en en un marco tan simbólico, dio rápidamente la vuelta al mundo. Horas antes, el expresidente estadounidense había afirmado que Kiev y Moscú están “muy cerca de un acuerdo”.

Trump y Zelensky

La imagen de los líderes de Estado, frente a frente, ha dado la vuelta al mundo.

Se trata de la primera vez que ambos se veían desde el penoso encuentro en La Casa Blanca.  Esta vez, sin las intervenciones del vicepresidente J. D. Vance, la conversación parecía silenciosa, tranquila y sensata. El encuentro duró quince minutos, fue captado por la cámara de Andrii Yermak, mano derecha del presidente Ucraniano, y al finalizar el propio Zelenski declaro que el diálogo fue “muy provechoso”. Ambos manifestaron su intención de volver a reunirse tras el funeral, aunque sin fijar una fecha. Sin embargo, esa segunda cita no se concretará en Roma, ya que más tarde se confirmó que Trump abandonó Italia con rumbo a Estados Unidos sin agendar nuevos encuentros.

Con Zelenski y Trump presentes, y mientras la violencia arrecia en Ucrania tras nuevos bombardeos rusos, el cardenal recordó uno de los pasajes del testamento de Francisco, en el que ofrecía “el dolor de sus últimos días por la paz y la fraternidad entre los pueblos”. También citó con fuerza sus palabras contra los conflictos armados:

«Frente al estallido de tantas guerras en estos años, con horrores inhumanos e innumerables muertos y destrucciones, el papa Francisco elevó incesantemente su voz implorando la paz e invitando a la sensatez, a la negociación honesta para encontrar soluciones posibles, porque la guerra -decía- no es más que muerte de personas, destrucción de casas, hospitales y escuelas. La guerra siempre deja al mundo peor de como era en precedencia: es para todos una derrota dolorosa y trágica».

La homilia y el saludo por la paz entre los líderes del mundo

Durante su homilía, Re subrayó los principios que guiaron el pontificado de Francisco: el diálogo, la solidaridad y la defensa de la dignidad humana. “La fraternidad fue su aspiración global. Todos somos parte de una misma familia, y nadie se salva solo”, afirmó. «‘Construir puentes y no muros’ es una exhortación que repitió muchas veces». También recordó su primer viaje a Lampedusa y otros momentos emblemáticos de su acercamiento a los migrantes y desplazados, como su visita a Lesbos o la misa celebrada en la frontera entre México y Estados Unidos.

«El Papa decía: ‘no se olviden de rezar por mí’. Ahora, querido Papa Francisco te pedimos rezar por nosotros y te pedimos que desde el cielo bendigas a la iglesia, a Roma y al mundo entero. Como lo hiciste el domingo de Pascua en un último abrazo con el pueblo de dios, pero también con la humanidad», concluyo Re emocionado.

Uno de los momentos más comentados de la misa del funeral fue el saludo entre Donald Trump y Emmanuel Macron durante el rito de la paz, un gesto de distensión simbólica en medio de las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Europea, tanto por la guerra comercial como por las negociaciones de paz que avanzan al margen de Bruselas. El gesto es particularmente importante pues horas previas, en el contexto de la reunión entre Zelensky y Trump, Macron parece presto a participar, y ser rechazado. De hecho, inicialmente se ven tres sillas dispuestas para el encuentro, pero tras un gesto del presidente estadounidense, Macron queda relegado y la silla sobrante es retirada.

Trump y Macron se dan la paz

Trump y Macron se dan la paz durante la misa fúnebre.

Finalizada la ceremonia, el féretro, cargado a hombros, fue trasladado en un papamóvil especialmente acondicionado, que recorrió a paso lento, «a paso humano», los casi seis kilómetros hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde descansarán los restos del Papa, cumpliendo su voluntad personal.