Mientras el expresidente cumple prisión y Nadine Heredia goza de asilo político en Brasil, sus dos hijas cursan pregrado en la Universidad de Chicago

Por: María Jesús Sarca Antonio

Las hijas del expresidente Ollanta Humala y de la ex primera dama Nadine Heredia cursan estudios en la Universidad de Chicago, institución que se encuentra dentro de las diez más costosas de Estados Unidos. Mientras tanto, sus padres enfrentan una condena por lavado de activos en Perú, dictada por el Poder Judicial tras un juicio lleno de vacíos, con beneficios legales y privilegios políticos que aún impiden saber de dónde salió realmente el dinero.

Ollanta Humala y Nadine Heredia comparten tres hijos.

Según la propia universidad, el costo total anual en esta institución privada se encuentra cerca de los US$68,000, sin contar gastos adicionales como alojamiento, alimentación, transporte o cuotas estudiantiles, lo que despierta suspicacias sobre la capacidad financiera de la familia para cubrir tales gastos.
El periodista Aldo Mariátegui fue quien hizo pública esta información, comparándola con otros casos políticos que generaron polémica por situaciones similares. “¿De dónde ha pagado eso Humala si era militar? Tiene la pensión, no sé si se la pagarán, y la de expresidente es apenas un poco más de S/15,000. Nadine dice que se cachueleaba haciendo tortas”, ironizó, aludiendo a una justificación previa sobre ingresos domésticos.

El expresidente de Perú, Ollanta Humala escoltado por agentes de la Policía Nacional, tras escuchar la sentencia de 15 años de prisión por lavado de activos, en la sede judicial de Lima.

La sentencia de los Humala

El pasado 2 de abril, el Tercer Juzgado Penal Colegiado Nacional condenó a Humala y Heredia a 15 años de prisión efectiva por lavado de activos agravado, tras un extenso proceso judicial que incluyó testimonios de más de 220 personas. Su sentencia también alcanzó a Ilan Heredia, hermano de Nadine, con una condena de 12 años. La resolución judicial ordenó la ejecución inmediata de las penas y dictó captura para los sentenciados que no se presentaron a la audiencia.

Entre otras disposiciones del fallo, se impuso una reparación civil solidaria de 10 millones de soles y se multó al Partido Nacionalista Peruano, además de ordenarse la disolución de la empresa Todo Graph S.A.C., utilizada —según el tribunal— como canal para actos ilícitos. La lectura íntegra de la sentencia está prevista para el 29 de abril.

La justicia bajo sospecha

Según el análisis del periodista Jaime de Althaus, el caso Humala-Heredia se enmarca dentro de un patrón de “criminalización de la política” por parte del sistema judicial. Además, sostiene que la condena fue desproporcionada: “La condena a 15 años es un abuso y se enmarca en la línea del equipo Lava Jato y de los jueces de criminalizar la política”.

La noticia de los estudios de las hijas de los Humala reabrió el debate sobre la transparencia del financiamiento de campañas políticas en el Perú.

Asimismo, cuestionó los argumentos usados para imputar lavado de activos a partir de aportes de campaña no regulados. “Utilizan la figura del lavado de activos, desnaturalizándola”, advirtió, citando que no existía forma de que los Humala presumieran un origen ilícito de los fondos donados por una empresa formal como Odebrecht.

De Althaus también criticó el carácter político del caso desde la perspectiva internacional. “Brasil, al conceder el asilo político a la señora Heredia, ha considerado que ella era objeto de persecución política en el Perú y que los tribunales peruanos no son imparciales”, señaló. Para él, la actuación del Ministerio Público también contribuyó a dicha percepción: “Los fiscales, al actuar como activistas políticos, le están dando la razón a Lula y, lamentablemente, los jueces también”.

En esa misma línea, cuestionó la legitimidad del proceso: “La sentencia es un adefesio. Es la peor sentencia que he escuchado en los últimos veinte años. Es absolutamente inconstitucional”.

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