Juan Diego Romero, Johnny Schuler y Sofía Olaechea estuvieron entre los invitados e impulsores de esta nueva experiencia a bordo del Vistadome Observatory, donde los pasajeros disfrutan de catas, danzas y más.
Por Alejandro Saldaña
Los trenes de Cusco hacia Machu Picchu vuelven a innovar su propuesta. Esta vez, se ha llevado a cabo la inauguración de “PeruRail Meets Pisco: A Taste of History”, un concepto que transforma el emblemático Vistadome Observatory —el famoso tren de lujo con vistas panorámicas— en un vagón temático dedicado al pisco, el destilado bandera del Perú. Durante el trayecto, que va desde la antigua capital inca hasta la séptima maravilla del mundo, el recorrido se convierte en un homenaje a las cinco regiones productoras de pisco, su denominación de origen y su protagonismo en la coctelería contemporánea.
El maestro y embajador del pisco, Johnny Schuler, califica este concepto como sensacional. “Todo el viaje va acompañado, además, con una narrativa histórica; la gente va aprendiendo y entendiendo qué cosa es el pisco”, resalta. “No se trata solo de servirle un trago y tomarse un pisco sour en el camino, sino que, a través del sistema del tren, se le explica al turista lo que realmente está tomando, abordando diferentes aspectos: elaboración, producción, fundación, historia y vida”, añade.

Johnny Schuler.
Schuler enfatiza que este tipo de iniciativas son claves para educar al visitante extranjero. “Es importante que sepan que esta bebida es peruana, porque estamos defendiendo un producto que es patrimonio nacional”, declara. Más allá del disfrute, el experto destaca el carácter didáctico y cultural del recorrido, que combina de manera original lo festivo con lo educativo.
En esa misma línea, la representante de Tacama, Sofía Olaechea, recalca: “Hay mucha gente que viaja por toda Sudamérica, pero muchos solo pasan por Cusco sin llegar a conocer otras partes del país como Ica. Este tren les da un momento único: están sentados disfrutando de un paisaje espectacular y, al mismo tiempo, aprenden sobre otro aspecto de nuestra cultura: el pisco”.

Juan Diego Romero y Sofia Olaechea.
“Es el primer tren pisquero del mundo”, afirma Olaechea, quien también estuvo presente en la inauguración junto a otras figuras como el promotor de la coctelería peruana, Juan Diego Romero. La experiencia permite que los visitantes disfruten del pisco mientras admiran cada rincón de los Andes en un trayecto visualmente imponente y cuidadosamente curado en contenido cultural.
Un vagón rumbo hacia el crecimiento
Se trata, en definitiva, de un aporte importante para el turismo en Cusco, donde cada año los trenes hacia Machu Picchu reciben a miles de visitantes. “Muchas de estas personas ni siquiera piensan en pasar por la región del pisco, o peor aún, no saben que existe. Por eso, este tren se convierte en una gran embajada para el pisco”, enfatiza Olaechea.
“Yo creo que es un servicio más que va a despertar la curiosidad”, reflexiona Schuler. “Necesitamos más iniciativas distintas, originales, fuera de lo común: de repente, que por ahí alguien haga el ‘Bus Pisco sour’ y empiece a viajar por provincia enseñando a todos a preparar la bebida; también un ‘Bus Chilcanero’, que viaje a Chiclayo, Trujillo, Piura y Tumbes, compartiendo con la gente recetas y nuestras tradiciones”.
Para el evento de inauguración de este característico vagón, los invitados fueron dirigidos hacia el hotel Río Sagrado, en Ollantaytambo. Ahí, a las orillas del río Urubamba, los visitantes tuvieron la oportunidad de disfrutar un almuerzo especial además de una cata de vinos. Además, el propio Johnny Schuler seleccionó una variedad de piscos que incluyeron: «Biondi Quebranta» de Moquegua; «Demonio de los Andes» de Ica; «Logia» de Aspitia; y «Mosto Verde Negra Criolla» de Portón.

Johnny Schuler se encargó de seleccionar los piscos en el almuerzo que tuvieron los invitados en el hotel Río Sagrado.
Además de la vista incomparable de los Andes y el Valle Sagrado, este transformado vagón ofrece una ambientación fiel al espíritu del pisco: música en vivo, fragmentos narrados sobre la génesis de esta bebida y danzas típicas ejecutadas por un cuerpo de bailarines ataviados con trajes tradicionales. Esta propuesta de PeruRail no solo recuerda que el pisco es una parte importante de la cultura peruana, sino que también representa un paso relevante para la promoción del turismo vivencial en el país.
El recorrido, que incluye viajes de ida y vuelta entre Ollantaytambo y Machu Picchu, incluye además un Pisco Experience Kit —obsequiado a cada pasajero por Tacama— que contiene una botella del pisco “Demonio de los Andes”, un vaso de cata y un folleto informativo. Con estas herramientas, los visitantes pueden acompañarse de lecturas sobre las cepas pisqueras y su denominación de origen, un reconocimiento oficial que garantiza la autenticidad del producto.
Suscríbase aquí a la edición impresa y sea parte de Club COSAS .