La compañía de biotecnología Anixa Biosciences ha finalizado la primera etapa de un tratamiento que podría dar esperanza a miles de personas al entrenar al sistema inmunológico para prevenir la aparición de uno de los cánceres más agresivos.
Por Mery Jiménez
La compañía de biotecnología Anixa Biosciences, en colaboración con la renombrada Clínica Cleveland, anunció que finalizó la fase uno de las pruebas clínicas para una vacuna que podría prevenir el cáncer de mama triple negativo (TNBC), una de las formas más agresivas y difíciles de tratar de esta enfermedad que cada año cobra la vida de miles de mujeres alrededor del mundo.

La fase uno de pruebas para esta nueva vacuna demostró una buena tolerancia y respuesta inmune en la mayoría de mujeres participantes.
El enfoque de esta vacuna se centra en una proteína llamada alfa-lactoalbúmina, que se produce durante la lactancia, pero que también ha sido detectada en cerca del 70 % de los casos de TNBC. Bajo condiciones normales, esta proteína no debería estar presente en el tejido mamario no lactante, por ello, la doctora Rima Patel, MD, oncóloga y profesora asistente en la división de hematología y oncología médica en Mount Sinai, explicó que se espera que la vacuna entrene al cuerpo para reconocer y atacar estas proteínas dañinas antes de que se transformen en cáncer.
Por su parte, el director ejecutivo de Anixa Biosciences, Amit Kumar, explicó que «la vacuna está diseñada para movilizar el sistema inmunológico del paciente para encontrar, reconocer y destruir las células del cáncer de mama como prevención primaria». Asimismo, agregó que «si un paciente está vacunado y su sistema inmunológico está entrenado para destruir las células cancerosas cuando aparece el cáncer, el sistema inmunológico vacunado destruirá las células antes de que puedan convertirse en un tumor celular”.
Por el momento, el tratamiento experimental consta de tres dosis administradas con dos semanas de diferencia, y durante los ensayos iniciales con un grupo de 35 pacientes se ha observado una buena tolerancia, además de una respuesta inmunológica activa en la mayoría de ellos. La doctora Patel detalló que el estudio incluyó a mujeres con antecedentes de cáncer de mama temprano y alto riesgo de recurrencia, así como a pacientes sin historial oncológico pero con predisposición genética.

El TNBC representa entre el 10 y 15 % de los casos de cáncer de mama, y es uno de los más agresivos.
Y aunque los resultados iniciales son alentadores, ya que las vacunas han logrado prevenir la aparición de tumores mamarios en pequeños ratones durante la fase de ensayos con animales, aún queda mucho camino por recorrer para demostrar su seguridad y efectividad en grupos de personas más amplios.
Un cáncer sin tratamientos específicos
Cabe destacar que el TNBC representa aproximadamente el 10 al 15 % de los casos de cáncer de mama y se caracteriza por la ausencia de receptores hormonales y de HER2, lo que dificulta el uso de tratamientos dirigidos. Según la Sociedad Americana del Cáncer, este tipo de cáncer tiene mayor probabilidad de diseminarse rápidamente y de reincidir incluso después de recibir tratamiento.
En este contexto, la posibilidad de una vacuna preventiva ofrece un horizonte alentador para pacientes en riesgo. «Si los datos continúan siendo buenos, esta vacuna podría cambiar las reglas del juego», señaló el Dr. Kumar, que destacó el paso emocionante y único que representa este avance para una enfermedad que «puede ser más difícil de tratar debido a la falta de tratamientos específicos».
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