El ataque también afectó la base de un rascacielos en Ramat Gan, donde ha dejado graves daños y ha llevado al primer ministro Netanyahu a endurecer su retórica, asegurando que exigirán «el precio completo a los tiranos de Teherán».
Por: Mery Jiménez
Un misil iraní impactó esta mañana el Hospital Soroka en Beersheba, al sur de Israel, dejando severos daños estructurales y al menos 40 heridos leves, principalmente empleados y pacientes. El ataque, parte de una nueva ola de ofensiva iraní, también afectó la zona comercial de Ramat Gan, cerca de Tel Aviv y marca un nuevo pico de tensión entre ambos países luego de seis días de intercambio militar tras un bombardeo israelí sobre Irán el pasado 13 de junio.

El edificio quirúrgico norte, el más dañado, había sido evacuado días antes. Una decisión que evitó un desenlace trágico.
En el Hospital Soroka, considerado el centro médico más importante del sur israelí, el impacto causó un incendio y destruyó varias salas. “Varias áreas quedaron completamente destruidas”, detalló su director, Shlomi Kodesh. “Los daños incluyen edificios, ventanas, techos y estructuras”. Afortunadamente, el edificio más afectado, el quirúrgico norte, ya había sido evacuado por su antigüedad días antes del ataque, lo que evitó una tragedia mayor.
Los heridos sufrieron principalmente a causa de vidrios rotos y desprendimientos. El cuerpo de bomberos confirmó el impacto directo y controló las llamas tras el siniestro. La escena se tornó crítica rápidamente, y se establecieron zonas de evacuación en todo el distrito sur.
En el centro del país, otro misil alcanzó la zona de Ramat Gan. Uno de los proyectiles dio directamente contra la base de un rascacielos en la transitada calle Jabotinsky, provocando una explosión que, según testigos, se sintió como “un terremoto”. Asher Adiv, residente local de 69 años, describió el impacto como «una bomba atómica». El ataque destruyó un local de pizzas y afectó edificios aledaños. En la vecina ciudad de Holón, tres personas quedaron gravemente heridas, entre ellas un hombre de 80 años.

Israel acusa a Irán de haber elegido deliberadamente un blanco civil en plena escalada bélica.
El primer ministro Benjamín Netanyahu no tardó en pronunciarse: “Exigiremos el precio completo a los tiranos de Teherán”, declaró en redes sociales. Por su parte, el ministro de Defensa, Israel Katz, fue más agresivo, comparando al líder supremo iraní, Alí Jameneí, con “el Hitler moderno”. Desde Holón, Katz acusó directamente al régimen iraní de ordenar ataques a hospitales y confirmó que ha autorizado la intensificación de bombardeos sobre objetivos en Irán.
En paralelo, las autoridades israelíes anunciaron la suspensión de transmisiones de medios extranjeros que mostraban los lugares exactos de los impactos. Entre los afectados estuvo la cadena Al Jazeera, acusada por el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, de emitir información sensible para el enemigo. Según un comunicado, esta medida busca evitar que Irán obtenga coordenadas para futuros ataques.
Desde Teherán, la agencia estatal IRNA aseguró que el blanco era un cuartel de inteligencia ubicado a dos kilómetros del hospital. Sin embargo, Israel mantiene que el Soroka fue atacado de forma deliberada. El centro médico brinda atención a poblaciones diversas, incluyendo judíos, musulmanes y beduinos, lo que ha reforzado las críticas hacia el gobierno iraní por violaciones al derecho internacional.
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