El Grupo Armani confirmó el fallecimiento del creador en Italia, donde trabajó hasta el final. Reconocido por su elegancia atemporal, vistió a estrellas de Hollywood, familias reales y deportistas, construyendo un imperio global valorado en miles de millones de euros.
Por: Redacción COSAS
El diseñador Giorgio Armani murió en Italia a los 91 años, según informó el Grupo Armani en un comunicado oficial. El creador, referente absoluto de la moda contemporánea, transformó la elegancia con su visión sobria y atemporal, que conquistó tanto a Hollywood como a la realeza europea.
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“Con profundo pesar, el Grupo Armani anuncia el fallecimiento de su creador, fundador e incansable impulsor: Giorgio Armani. Il Signor Armani, como siempre lo llamaban con respeto y admiración sus empleados y colaboradores, falleció en paz, rodeado de sus seres queridos. Incansable hasta el final, trabajó hasta sus últimos días, dedicándose a la empresa, a las colecciones y a los numerosos proyectos actuales y futuros”, indicó la compañía.
La primera vocación de Giorgio fue la medicina, carrera que inició en la Universidad de Milán antes de girar hacia la moda tras descubrir en la anatomía un punto de encuentro con la estética. Tras cumplir el servicio militar, trabajó como escaparatista en La Rinascente y posteriormente ingresó como diseñador en Nino Cerruti, donde cimentó la experiencia que lo llevaría a fundar su propia firma.

Giorgio Armani nació en Piacenza el 11 de julio de 1934.
De Milán a la moda mundial
En 1974 presentó su primera colección en una cafetería milanesa y, un año después, lanzó diseños femeninos que marcarían su sello personal: la adaptación del traje masculino al armario de la mujer. Durante los años ochenta, en plena expansión del mundo empresarial, sus trajes de chaqueta se convirtieron en uniforme de ejecutivos y artistas, consolidando su prestigio internacional.
El modisto siempre defendió la pureza de las líneas: geometrías sobrias, eliminación de adornos innecesarios y una estética que respondía a la vida activa de la mujer. Sin embargo, rechazaba el encasillamiento: sus propuestas incluyeron estampados, siluetas arquitectónicas, influencias del cine clásico y de sus viajes por Japón y Medio Oriente.
En una entrevista de 2009 recordó sus inicios como espectador: “El cine de Milán era un refugio, un palacio de los sueños, y las estrellas de las películas eran tan glamurosas. Me enamoré de la belleza idealizada de las estrellas de Hollywood”. Décadas más tarde vestiría a nominadas y ganadoras de los Oscar como Diane Keaton, Jodie Foster y Cate Blanchett.
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Realeza y lujo
Armani se convirtió en modista de referencia para casas reales europeas. La reina Letizia de España anunció su compromiso con un conjunto blanco firmado por él, mientras que la princesa Charlene de Mónaco eligió para su boda en 2011 un vestido de seda duquesa adornado con cristales de Swarovski y madreperlas. Ese mismo día cambió su atuendo por otro diseño del italiano, confirmando la cercanía entre la firma y la realeza.
Su creatividad también se extendió más allá de la moda. En 2005 inauguró su línea de Alta Costura, Giorgio Armani Privé, y en 2010 incursionó en la hotelería con la apertura de un complejo de lujo en Dubái. Diversificó además hacia la cosmética, perfumes, accesorios, relojes y mobiliario, consolidando un emporio valorado en miles de millones de euros. Forbes lo nombró en 2011 el diseñador italiano de mayor éxito comercial, con una fortuna estimada en 7.000 millones.
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Reconocimientos y legado
En 2021 fue nombrado Caballero de la Gran Cruz de la Orden al Mérito de la República Italiana, un reconocimiento a su trayectoria y su influencia en múltiples sectores. Desde 2017 reestructuró su grupo empresarial, concentrándolo en tres marcas principales: Giorgio Armani, Emporio Armani y Armani Exchange.
Armani había preparado con antelación la celebración del 50 aniversario de su casa de moda. El 24 de septiembre de 2025 se inaugurará en la Pinacoteca di Brera de Milán una exposición inédita con 150 looks icónicos en diálogo con obras de arte del museo. Este homenaje, previsto en vida, adquirirá ahora un significado especial como cierre a una carrera de casi seis décadas.
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