Se viene el verano y debemos estar preparados para proteger nuestra piel. En esta nota, te doy a conocer los mitos más comentados en la sociedad sobre el uso del protector solar para que aprendas a reconocer cuál es el más adecuado para tu piel.
Por Fernanda Boloña
Finalizamos el año y ya estamos comenzando a sentir como se elevan las temperaturas en la capital peruana, lo cual es un indicador de que el verano está regresando y debemos ser aún más conscientes de proteger nuestra piel de los rayos UV del sol. Esto no significa que durante las otras estaciones nos olvidaremos del protector, pero en los primeros meses de cada año nuestros planes se resumen más en playa, piscina y tomar sol (para muchos). Por ello, es importante que no descuidemos nuestra piel y le demos la prioridad que merece. No solo para mantener un aspecto saludable y joven sin arrugas o manchas, sino también para prevenir los daños y enfermedades causadas por el exceso de exposición solar.
Como muchos saben, el protector solar se ha convertido en un rol importante en nuestra rutina de piel cada día o como en la clásica rutina del Skinimalismo que siempre menciono a base de: jabón, hidratante y protector. Sin embargo, existen ciertas dudas y mitos que se siguen comentando sobre este producto que a continuación vamos a desmentir para desaparecer esos pequeños temores que podemos sentir antes de probar un nuevo protector solar y no arrepentirnos luego.
Mito # 1: “Sólo se debe utilizar en verano”
¡Falso y más falso! El uso de protección solar no debería ser esporádico o durante el verano, sino de forma cotidiana y en toda estación debido a que durante todo el año recibimos la exposición de rayos solares. Por eso, es sumamente importante incorporarlo a nuestra rutina de piel sin falta. ¡Aunque llueva o esté nublado!
Mito # 2: “Deja la piel grasosa y con acné”
Este es de los más mencionados y debe acabar ahora mismo. Una textura grasosa y brillosa es el temor de muchos, sobre todo si nos cuentan que terminaremos con la cara llena de acné. No obstante, esto solamente es posible si nos aplicamos un producto que no es adecuado para nuestra piel o si intentamos alargar su tiempo de caducidad. Primero que todo debemos conocer nuestro tipo de piel y en base a eso saber escoger uno con la textura más compatible con nosotros. Es decir, si mi piel es mixta a grasa lo más apropiado será utilizar un protector solar con textura hiperligera y efecto matte en lo posible, mientras que con una piel seca lo óptimo será elegir un protector más cremoso para evitar que absorba muy rápido. Luego, debemos leer correctamente la fecha de caducidad y respetar ese límite de uso, ya que de no hacerlo nos exponemos a irritaciones o alergias.
Mito # 3: “Mientras más alto el número de SPF, más eficacia y protección”
¡Esto es completamente falso! Debo admitir que yo en algún momento también caí en esto, pero eventualmente aprendí a diferenciarlo. La protección en realidad entre SPF30 y SPF 50 es la misma. El factor de protección no se basa en el grado de potencia o efectividad, sino hace referencia al tiempo de protección por lo cual un SPF elevado sólo indicaría que estarás protegida de los rayos solares por más tiempo. Luego del tiempo aproximado, deberás reaplicar el producto.
Mito # 4: “Se debe aplicar únicamente en las mañanas”
Lo negamos. Nuestra piel va absorbiendo los productos que le aplicamos constantemente y en el caso del protector solar no es una excepción. Es indispensable que reapliquemos el producto cada tres a cuatro horas si estamos en la calle o durante luz y sombra mientras que si estamos expuestos directamente lo ideal será en base al SPF que indique el producto.
Mito # 5: “Irrita los ojos y deja la piel manchada blanca”
Esto puede ser cierto como puede que no. A través de los grandes avances tecnológicos, el mercado de la cosmética dermatológica ha logrado sacar nuevos productos aptos para las pieles más sensibles y también con menos riesgos de exposición ocular al no contener compuestos tan fuertes (sobre todo si te metes al mar o a la piscina). ¡Así que no más temores!
Mito # 6: “Lo ideal es aplicarse el protector solar treinta minutos antes”
¡Grave error! Muchos piensan que al aplicar el protector desde la sombra y con mucho tiempo previo le daremos el tiempo adecuado al cuerpo de absorber el producto y la verdad es que sí lo hará, pero quitará el efecto que tanto buscamos. La absorción de la radiación UV del protector solar es efectiva desde el mismo instante de su aplicación.
Mito # 7: “No puedes exponerte al sol ni un segundo sin protector solar”
Finalmente, quiero desmentir este mito que ha generado temor en muchas de nosotras. Si bien el uso del protector solar es algo indiscutible, también debemos entender y apreciar que la exposición solar en tiempos prudentes y de forma responsable tiene muchos beneficios en nuestra salud. Más allá de ayudarnos a producir vitamina D, disminuye la presión arterial, fortalece nuestros huesos y mejora nuestro estado de ánimo previniendo la depresión. ¡Con 10 minutos será suficiente!
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