Uno de los ambientes más espectaculares de Casa Cor en su larga historia tuvo como protagonista el cerramiento de Glass 1985, que envolvía la propuesta. Se trata del “Loft de Marianne”, de Diego Olivera (2018).

Por Redacción CASAS / Fotos de Renzo Rebagliati

En 2018, en el jardín de la Casa Mario Bianco donde se realizó Casa Cor, Diego Olivera concibió el «Loft de Marianne» para rendir homenaje a la diseñadora alemana Marianne Brandt, directora del Taller de Metal de la Bauhaus hacia 1930. El árbol de olivo que atravesaba el techo de concreto representaba la fortaleza de una verdadera adelantada a su tiempo. En los espacios interiores, resguardados por un gran cerramiento de Glass 1985 que evocaba el estilo de la escuela alemana, el arquitecto empleó piezas de mobiliario y colores y texturas que aludían a un personaje femenino pero enérgico y poderoso: la lámpara de escritorio sobre el aparador, el cuadro que dibuja la silueta de una tetera de diseño inconfundible y el mural pintado por Decertor, con el rostro de la diseñadora. La presencia femenina fue constante: desde el uso del color rosa en algunos acabados hasta la fotografía de Evangelina Chamorro en la terraza, que se planteó como una suerte de galería de arte.

Artículo publicado en la revista CASAS #285