Esta doble publicación combina ensayos, planos, correspondencia y material nunca antes visto del Archivo de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Editados por Michelle Llona, los volúmenes reconstruyen su trayectoria profesional, revelando la influencia decisiva que tuvo en el desarrollo de la modernidad arquitectónica del país.

Por: Mery Jiménez Heredia

José García Bryce es uno de los arquitectos más importantes del Perú: ganador del premio Chavín en 1963, del Hexágono de Oro en 1980 y miembro de una generación de mentes brillantes que dieron forma al país que hoy conocemos. Sin embargo, para Michelle Llona —directora del Archivo de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP)— durante gran parte de su vida fue simplemente su “tío Pepe”, el entrañable amigo de su padre, el arquitecto Miguel Ángel Llona. “Ambos estudiaron la carrera juntos. Tras algunas idas y venidas, decidieron abrir una oficina. Cada uno hacía sus propios proyectos, pero a veces se juntaban. Eran los mejores amigos del mundo, así que, en realidad, él ha sido alguien muy cercano toda mi vida”, recuerda Michelle.

Dos libros desde el archivo

En honor a ese vínculo y como resultado de un trabajo de casi tres años, el Archivo de Arquitectura, en colaboración con Publicaciones de Arquitectura PUCP, lanzará dos libros que permitirán conocer a García Bryce desde su trayectoria profesional. El primero reúne su obra escrita: un total de 45 ensayos sobre arquitectura peruana publicados entre 1956 y 2013. El segundo, dedicado a sus obras, presenta una selección de diecisiete proyectos, además de tres ensayos y cuatro entrevistas.

La casa de García Bryce en San Isidro es parte de una obra rigurosa y coherente, hoy preservada por el Archivo de Arquitectura de la PUCP.

“En 2014 mi padre fallece y José deja de ir a la oficina que tenían. En 2016 me llama y me dice que quiere cerrarla; ya tenía 87 años y me pidió ayuda. Él quería sacar todos sus planos y guardarlos en el garaje, pero mientras ordenábamos se me ocurrió que era mejor llevarlos a la PUCP, donde acababan de abrir un archivo. Le pareció una buena idea”, cuenta Michelle. “Me junté con un grupo de estudiantes y empezamos a ordenar todo. Llamé a Paulo Dam, jefe del Departamento de Arquitectura en ese entonces, e hicimos la gestión”.

La donación de un material tan vasto permitió a Michelle conocer a “Pepe” más allá del vínculo familiar. “Me di cuenta de que había muchas cosas que nunca había conversado con él, porque compartíamos momentos muy cotidianos. Empecé a visitarlo en su casa y fue bonito entenderlo como un arquitecto capaz de diseñar, escribir, hacer clases… era impresionante”.

El Archivo de Arquitectura de la PUCP custodiará y difundirá su legado mediante dos libros que reúnen ensayos, obras seleccionadas y material inédito.

La selección de cada proyecto incluido en el libro de obras se realizó directamente con García Bryce. “Fue su lectura personal. Armamos una lista de sus proyectos más importantes y, por ejemplo, hay un edificio de apartamentos en Chosica (1958) que solo Pepe sabía que existía. También está su proyecto de tesis —el Centro Artístico para la ciudad de Lima— con el que se tituló, que me parece hermoso”.

Obras clave de la modernidad

Entre los proyectos más destacados figura el Centro Cívico de Lima, realizado junto con Miguel Ángel Llona y un equipo de arquitectos durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry. Esta obra, una expresión del estilo brutalista, se ha convertido en un símbolo plenamente integrado al tejido urbano de su época.

La arquitectura de García Bryce dejó huella en Lima, Arequipa y Moquegua, consolidando un legado moderno integrado al contexto urbano y social del país.

También se incluye el Edificio Álvarez Calderón, ubicado en un barrio residencial del antiguo fundo El Cortijo y que fue su primera obra construida en 1952; así como su propia casa en San Isidro, conocida como Casa Eguiguren. Otros proyectos presentes son el Conjunto Habitacional Chabuca Granda, en el tradicional distrito del Rímac; su participación en el diseño y construcción del auditorio de la Universidad Nacional de Ingeniería; y trabajos de restauración en la casa Ricketts, en Arequipa.

El Archivo de Arquitectura de la PUCP también recibió material adicional de los familiares del arquitecto, que fue posteriormente catalogado por Michelle junto a estudiantes de la Facultad de Arquitectura. Hoy, este espacio custodia —bajo condiciones especiales de conservación— retratos, correspondencia, trabajos universitarios y documentos vinculados a la labor intelectual y creativa de figuras como Jacques Crousse, Claude Sahut, Luis Takahashi y el propio Miguel Ángel Llona.

Los libros que se presentarán en el MALI incluyen planos, dibujos y fotografías inéditas de los proyectos más significativos del arquitecto peruano.

Ambos libros serán presentados el 13 de diciembre en el MALI. “Este libro empieza de una manera muy personal; pasa de ser el tío Pepe al arquitecto García Bryce. Espero que llegue a un público amplio”, señala Michelle.

José García Bryce nació en 1928. Estudió en la Escuela Nacional de Ingenieros, hoy Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), y cursó una maestría en historia del arte en Harvard. Michelle lo recuerda como un hombre “tranquilo, dedicado y con un particular humor inglés”, además de un profesional profundamente admirado por sus colegas y una figura que espera pueda ser conocida por más personas.

La estrecha amistad entre Miguel Ángel Llona y José García Bryce dio origen a una oficina compartida y a una colaboración fundamental para la arquitectura peruana.

Proyectos como su casa en San Isidro forman parte de una producción arquitectónica impecable, hoy custodiada por el Archivo de Arquitectura de la PUCP, que en diciembre lanzará estos dos libros: uno dedicado a sus ensayos y otro a una cuidada selección de sus obras. Los volúmenes incluyen planos, dibujos y fotografías inéditas de los proyectos más importantes realizados por García Bryce, así como obras clave del Movimiento Moderno en Lima, Arequipa y Moquegua.

Michelle, hoy directora del Archivo de Arquitectura, enfatiza que su padre, Miguel Ángel Llona, y García Bryce fueron “los mejores amigos del mundo” e incluso abrieron una oficina juntos, un lazo personal y profesional que hoy se refleja en esta publicación.

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