El ICPNA de Miraflores presenta una muestra retrospectiva del pintor cusqueño Alberto Quintanilla. La exposición reúne más de 130 pinturas y esculturas.
Las obras del pintor cuzqueño Alberto Quintanilla representan un mundo poblado de seres extraños que hipnotizan. Con los recuerdos de su niñez, con las impresiones que le dejaron la visión del campo, los campesinos y sus costumbres ha sabido construir una obra que sin dejar la sencillez del artesano y el candor del campesino, se ha impuesto en el mundo del arte por su maestría.
La exposición retrospectiva “Allinta Yachay”, que se presenta desde este 5 de enero en el ICPNA de Miraflores, reúne más de 130 de sus obras entre pinturas y esculturas en donde asistimos a una combinación de espiritualidad y poesía en esas imágenes de perros de dos cabezas, marionetas, arcángeles, demonios, músicos y sapos.
“Si tuviera que definir a Quintanilla, diría que es un imaginero del mundo de lo cotidiano, que alcanza la ternura pintando las cosas con las que ha logrado un místico contacto. El artista conjuga simultáneamente la figuración y la abstracción convirtiendo lo insólito en cotidiano” anota Jorge Bernuy, curador de la exposición.
El artista
Alberto Quintanilla es pintor, grabador, escultor, músico y poeta. Nació el 29 de abril de 1934 en Cusco. Terminada la secundaria, Quintanilla realizó estudios de arte en la Escuela Regional de Bellas Artes del Cuzco. A mitad de carrera, decide venir a Lima para seguir estudios de restauración y regresa al Cuzco a trabajar. En 1953 gana una beca del gobierno francés para estudiar pintura en París, en el taller de restauración del Museo del Louvre.
Su obra se ha expuesto en numerosas ciudades y fueron parte de importantes colecciones en museos del mundo como Nueva York, Paris, Oslo, Berlín, Ginebra, Madrid y Milán, formando parte de colecciones artísticas de gran valor.
Mira algunas de las obras en exposición en la siguiente galería:
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