Tras los sucesivos éxitos de los largometrajes “Contracorriente” y “El elefante desaparecido”, Fuentes-León se dispone a trabajar por primera vez para la televisión con “Distrito salvaje”, una serie producida por Netflix y rodada íntegramente en Colombia que se estrenará este año. Además, el director peruano radicado en Los Ángeles anuncia más novedades apasionantes: el inicio en Lima del rodaje de la película “Nobleza obliga”, su primera comedia, que sería protagonizada por la gran Carmen Maura; y el inminente lanzamiento de su primer disco como cantautor.
Por Raúl Cachay A. Fotos de Marina García Burgos
Cerca de cumplir los cincuenta años, la carrera profesional del notable realizador peruano Javier Fuentes-León parece pendular actualmente entre territorios distintos: por un lado, sus nuevos proyectos lo encuentran distribuyendo sus esfuerzos entre el cine –este año empezará a rodar en nuestro país su tercer largometraje– y la televisión –“Distrito salvaje”, una nueva producción colombiana de Netflix, marcará su debut en la pantalla chica como guionista y director–.
Por otro, este también será el año de su estreno como cantautor, con el lanzamiento de su primer disco, un proyecto que ha venido puliendo desde hace ya largo tiempo de la mano de un destacado conjunto de músicos locales. De todo eso conversamos en esta entrevista.
Se acaba de anunciar el próximo estreno de la serie “Distrito salvaje” en Netflix. ¿Cómo empezó tu participación en este proyecto? ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentaste al escribir y dirigir episodios para una producción televisiva?
Mi participación en “Distrito salvaje” nace de mi relación profesional y de amistad con los socios fundadores de Dynamo, una de las productoras de cine y TV más importantes y prolíficas no solo de Colombia, sino de toda Latinoamérica. Ellos coprodujeron conmigo “Contracorriente” y “El elefante desaparecido”, y coproducirán también mi siguiente película, “Nobleza obliga”.
Son, además, los creadores y productores de esta nueva serie –“Distrito salvaje”– que estamos rodando en Colombia y que se estrenará en Netflix. Cristian Conti, socio de Dynamo y creador de la serie, me llamó hace más de un año para ver si me interesaba ser parte del proyecto, y después de leer el guion para el piloto le dije inmediatamente que sí.
En cuanto a los desafíos que mencionas, siento que, a diferencia de mis películas –que han sido todos proyectos que han nacido de mi propia imaginación–, en el caso de “Distrito salvaje”, el reto más grande es tener la responsabilidad de hacer realidad y plasmar en imágenes una historia y visión que no son originalmente mías, pero en las que creo mucho y que, además, he ayudado a desarrollar.
Me interesa mucho no solo estar satisfecho individualmente con el trabajo que estamos haciendo, sino que lo estemos todos. Con esto no quiero decir que en mis otros proyectos no me interesa que los que colaboran conmigo estén satisfechos, al contrario, me interesa mucho, pero en mis películas siento que estoy navegando mi propio bote con ayuda de otros, y en este caso siento que estoy manejando un bote prestado con ayuda de otros, y por ningún motivo puedo dejar que se hunda.
Pero más que desafíos, ha habido muchos descubrimientos para mí: por ejemplo, confirmar que me gusta mucho dirigir, incluso cuando la historia no nace de mí; que he disfrutado mucho conocer y colaborar con profesionales nuevos, y en un país ajeno; que ha sido genial trabajar con otros guionistas –Cristian Conti, Javier Gullón y Mauricio Leyva– y con otro director –Carlos Moreno–. Ha sido genial también poder trabajar en un formato más largo, que te permite ahondar mucho más en el universo y la historia que quieres contar, y en sus personajes. Ese lujo no te lo da el cine, pero sí una serie de televisión como “Distrito salvaje”.
¿Cuáles serían tus referentes o influencias más importantes en este formato?
Hay muchas series de TV que admiro bastante, casi todas de Estados Unidos porque, ya que vivo en Los Ángeles desde 1994, lo que más he podido ver son producciones en inglés. “Six Feet Under”, “Mad Men”, “Breaking Bad”, “Stranger Things” y “Games of Thrones” son algunas de ellas. Pero creo que para “Distrito salvaje” en particular, un referente personal es David Fincher y las dos series que creó para Netflix, justamente: “House of Cards” y “Mindhunter”.
¿Cuál es tu posición con respecto al reciente ‘veto’ de las películas de Netflix en Cannes?
Creo que cada festival o certamen de premios tiene el derecho a poner el criterio de selección y las reglas que crea conveniente, y en este caso Cannes ha decidido optar para su competencia oficial por películas que se tengan que estrenar obligatoriamente en salas de cine en Francia (como siempre lo ha hecho, con excepción del año pasado, si no me equivoco). Con esa decisión no le están diciendo que no al excelente contenido de Netflix, ni a su evidente relevancia en el medio audiovisual.
Le están diciendo que para competir deberán tener un estreno en salas de cine de Francia, y Netflix (y las otras plataformas) tiene la opción de seguir esas reglas o no optar por la competencia oficial. Es un hecho que con esa actitud Cannes se está perdiendo de excelentes películas para su competencia –como le pasó con “Carlos”, de Olivier Assayas, que no se incluyó en la competencia oficial de hace unos años por haber sido hecha para la TV francesa, a pesar de que muchos críticos la consideraron lo mejor de ese año–, pero como ya dije, cada festival tiene su criterio de selección, y este es el de Cannes.
No siento que la meta de Cannes sea darle la espalda a la modernidad. Más bien, creo que su intención es apoyar al cine de autor y su presencia en las pantallas de cine, la cual es cada vez menor, incluso en Francia, ante la hegemonía de tanto blockbuster que copa varias pantallas. Al final de cuentas, me parece que queda claro que Netflix no necesita de Cannes para lograr sus metas, pero Cannes sí necesita de los cines para lograr la suya, y han optado por ser fieles a esa meta.
Obtuviste el premio Ibermedia para el desarrollo de “Nobleza obliga”, tu tercer largometraje. ¿Qué nos puedes adelantar de este proyecto? ¿Es cierto que será una comedia, que se rodará en Lima y que tendría entre sus protagonistas a la española Carmen Maura?
Sí, nos ganamos el premio de coproducción de Ibermedia, y con esto ya tenemos la posibilidad de darle luz verde a “Nobleza obliga”, mi tercera película, y empezar a rodarla a fines de octubre. Sí, es una comedia, y se rodará en Lima y en las afueras de Lima. Es una sátira, en realidad, donde a través de una serie de enredos cómicos queremos disecar aspectos de la idiosincrasia peruana y todos los prejuicios que la acompañan, para poner un espejo en el que podamos reírnos de nosotros mismos y, ojalá, hacer una reflexión también.
Carmen Maura estuvo siempre en mi cabeza para uno de los papeles principales, y a ella le gustó mucho el guion cuando lo leyó, y me contó con entusiasmo que le interesaba hacer el papel… pero ella es una actriz con muchísimas ofertas y poco tiempo disponible, y estamos todavía en conversaciones para ver si existe la posibilidad de traerla al Perú (al que nunca ha visitado) para este proyecto. Ojalá sea así, pero si no sucede, felizmente en el Perú tenemos excelentes actrices que pueden hacer ese papel muy bien.
Han pasado ya casi diez años desde el estreno de “Contracorriente”, una película que obtuvo muchísimos (y muy merecidos, por cierto) reconocimientos internacionales. ¿Cuál dirías que es su importancia dentro de tu trayectoria profesional?
“Contracorriente” es vital no solo para mi trayectoria profesional, sino para mi vida personal. Es el producto de varios años de esfuerzo –y mucha incertidumbre– en los que no tenía claro si alguna vez llegaría a cumplir el sueño de hacer una película propia (y si finalmente habría valido la pena dejar la carrera de Medicina para dedicarme al cine). Pero además es el resultado de un largo proceso de descubrimiento y afirmación personal.
Haber logrado poner en pantalla una historia que, aunque no es autobiográfica, habla de un proceso de aceptación personal que yo mismo viví y que significa tanto para mí, y haber podido contarla a mi manera, y conectar con jurados y públicos de tantos lugares diferentes fue un regalo increíble. Pero, independientemente del buen recibimiento que tuvo la película, creo que lo más importante fue la experiencia misma de hacer la película, proceso que duró ocho años desde que escribí las primeras líneas de la primera versión del guion hasta que se estrenó en San Sebastián y la seguí en su recorrido por el mundo.
Confirmé con mi primera película que el mundo del arte (cine, teatro y música, principalmente) es el medio en el que quiero estar, estas son las experiencias que quiero tener y las conversaciones y colaboraciones que más disfruto y más me enriquecen… Y haber podido confirmar sin ninguna duda que estoy en el lugar correcto después de haber dejado la Medicina es quizás el regalo más grande que me dio “Contracorriente”.
¿Cómo evalúas el momento actual del cine peruano?
Creo que el cine peruano está pasando por un buen momento, a pesar del apoyo tan pobre que ha recibido de nuestros gobiernos. Justamente, el hecho de estar rodando en Colombia me ha permitido constatar de primera mano el desarrollo tan grande que ha tenido el cine y la televisión colombiana, gracias a la ley de cine tan inteligente y vasta que tienen en ese país.
Es irónico escuchar a los colombianos mayores de treinta años hablar de la “perubólica”, apodo con el que llaman a la antena parabólica que les permitía ver varios canales peruanos en los ochenta y noventa, época en la que la televisión peruana superaba con creces la oferta que había en Colombia. Ahora es totalmente al revés.
En el Perú tenemos un cine variado con propuestas comerciales, propuestas de autor, propuestas que vienen de Lima y de varias regiones del país… Y el público peruano ha empezado a ser más receptivo con su propio cine. Como digo, es un buen momento; ojalá lo aprovechemos y logremos llevarlo mucho más lejos.
Finalmente, hablemos de tu faceta como músico. Estás a punto de lanzar un disco, en el que participa Manolo Barrios como productor…
Este disco es un regalo a mí mismo que hace décadas quería hacerme. Desde que tengo memoria soy fan de la música (el rock, sobre todo), y desde niño soñaba con tener una banda, y me metía al baño con un equipo de música a cantar e imitar a mis grupos de rock favoritos. En 1998, con mi primer sueldo después de graduarme de la maestría de Cine en Los Ángeles, me compré una guitarra acústica Fender, y poco a poco empecé a aprender a tocar de manera totalmente autodidacta… Y progresivamente también empecé a componer canciones, la mayoría por mi cuenta, y algunas con mi amigo Paul Francis, a quien conocí en Los Ángeles en 2006.
Han pasado varios años y tengo un catálogo grande de canciones, pero el año pasado decidí no posponerlo más y grabar un disco haciendo una selección de doce. Me reuní con Manolo Barrios (Mar de Copas), quien es amigo de varios años (él produjo, junto con Wicho García, la canción que compuse para “Contracorriente”, justamente), y le propuse que me ayudara a hacer realidad este disco.
Felizmente, me dijo que sí, porque gracias a él y a varios amigos nuestros que están colaborando en el disco, estamos ya muy cerca de hacerlo realidad. Por ahora estamos grabando las canciones en inglés –ya que todas fueron compuestas en Los Ángeles–, pero la idea es escribir letras en castellano también, y grabarlo también en nuestro idioma en algún momento. Y claro que hay planes de presentarlo en vivo en el Perú. Todavía no tengo claro cuándo exactamente, pero de hecho este año… ¡así sea para celebrar que cumplo cincuenta años!