El 15 de junio, La hora final (2017) llegó a Netflix para distribuirse en todo el mundo. Desde su estreno en el gigante de streaming, la película del director peruano Eduardo Mendoza, que narra la captura del líder senderista Abimael Guzmán, se ha convertido en una de las sensaciones de la plataforma. 

Basada en hechos reales y ambientada a inicios de la década de 1990, específicamente durante la operación Victoria que llevó a la captura del terrorista Abimael Guzmán, La hora final es una de las producciones peruanas más taquilleras del 2017. Conversamos con el director para conocer cuál es el impacto que la película está teniendo en Netflix.

Pietro Sibille y Nidia Bermejo son los protagonistas de la película.

¿Cuál fue el proceso para llegar a Netflix?

El proceso inicia cuando me junto con Jorge Caillaux, mi socio en Séptimo Sello, y con Cecilia Gómez de la Torre de Tondero Distribución. Allí empezamos a desarrollar una estrategia de venta internacional para la película. Se evaluaron varias posibilidades y coincidimos en que Netflix era la plataforma que más le convenía al proyecto. Luego, mientras Cecilia estaba en la Feria de Cannes, me llama para contarme que Netflix tenía interés en los derechos de la película. Inicialmente pensamos que sería un estreno regional, pero ellos querían estrenarla a nivel mundial. Fue una gran noticia.

La hora final es una de las películas con más acogida en la plataforma, ¿qué comentarios les ha dado Netflix?

Hemos recibido mensajes de personas que ya la han visto en más de cincuenta países, especialmente muchos peruanos que viven fuera y una cantidad sorprendente de extranjeros. La película está teniendo una gran acogida y estamos en conversaciones para coproducir una serie con una productora chilena.

Eduardo Mendoza conversando con Pietro Sibille durante el rodaje de “La hora final”. En el fondo aparece Fausto Molina.

En pocas semanas se lanzará Caiga quien caiga (2018), una película peruana basada en la captura de Vladimiro Montesinos. ¿Qué tan importante es que el cine refleje los acontecimientos políticos y sociales que se vivieron en el Perú?

Es sumamente importante. Quien no conoce su historia está condenado a repetirla. Una sociedad no puede aprender a convivir pacíficamente y en justicia si no es capaz de reconocer sus heridas y su dolor, y si no vuelve al pasado en busca de lecciones. La memoria histórica se convierte en un compromiso para desterrar el olvido y transmitir a los jóvenes y a las futuras generaciones lo que sucedió, y así evitar que se vuelva a repetir.

Fue calificada como uno de los mejores estrenos nacionales del 2017 por el portal Cinencuentro, por su «imagen neutral que brinda al espectador».

¿Consideras que Netflix es un importante aliado y difusor de contenido local?

Creo que tanto a nivel de películas como series es importante trabajar en historias que, desde lo local, puedan convertirse en producciones de interés internacional. Además, hay que cuidar la calidad técnica de las producciones. Sin eso es casi imposible estrenar fuera del país. A la par, es fundamental contar historias para conmover a las personas, desafiarlos, cuestionarlos y generarles preguntas. Creo que el poder llevar nuestro cine a casi 200 países es un paso importante y nos ayuda a seguir creciendo. Finalmente, el cine es el espejo de una sociedad: no solo entretiene sino también confronta.