Natalia Iguiñiz Boggio es una artista plástica, docente y activista política, cuyas exposiciones individuales y colectivas de pintura, arte gráfico y fotografía intervienen todo tipo de espacios, retratando aspectos inexplorados de la vida maternal. “A mí no me interesa tratar necesariamente las partes edulcoradas, me interesa justamente aquellas situaciones ambivalentes que no todas decimos libremente. No todo es hay mis hijos qué lindos, todo es maravilloso el componente emocional es mucho más complejo”.
Conversamos con la artista sobre el desarrollo de este tema en sus obras y el reflejo de su experiencia personal.
¿Hace cuánto tiempo vienes desarrollando el tema de la maternidad?
Hace once años. Mi última y tercera muestra, Pequeñas historias de maternidad, fue en marzo del año pasado y la primera comenzó en el 2005. Todo empezó con la pregunta y el deseo íntimo de ser madre o no, de encontrar la raíz de esas ideas y discursos. Me cuestione el porqué de la ecuación: ser mujer es igual a ser madre. No todas las mujeres en la historia de la humanidad han sido madres y no todas deben serlo. El camino también estuvo muy marcado por mis propias experiencias, como las pérdidas de dos embarazos…después tuve una hija, después un hijo. Es así entonces como esta reflexión, filosófica, psicoanalítica, histórica y cultural se fue complementando.
¿Cómo reacciona la gente cuando ve tus obras?
Es particular. Recuerdo un video performance que hice hace varios años (Documentación de la rutina de extracción de leche en un centro laboral), donde entraba a un baño a sacarme leche con un extractor. La gente que no conocía, o no estaba familiarizada con el tema, realmente me veía como una especie de cyborg haciendo una cosa rara que no entendían.
¿Cómo se refleja tu rol de hija en ellas?
La maternidad me hizo preguntarme muchas cosas, no solo con respecto a la relación con mi madre biológica, la que me ha criado, sino también con mis madres simbólicas. Creo que la relación no es directa: madre e hijos. Muchas mujeres pueden tener un rol maternal. Si bien la mama biológica, en caso decida criar, puede tener un rol preponderante en la vida de un ser humano, cuando se carga demasiado ese rol, se le da demasiadas responsabilidades antes que atribuciones. Lo vemos cuando insultan a alguien con su madre, o cuando ven a un niño malcriado, y dicen “uy quién lo ha criado”… Mi experiencia me ha hecho pensar en todo lo que yo quizás estaba esperando de mi madre, quizás era una esperanza absurda. Toda mujer es humana, de carne y hueso, que tiene derecho a hacer su vida con equivocaciones.
¿Cómo ha cambiado tu proceso de creación, antes y después de tener hijos?
Yo creo que la vida no es antes y después de la maternidad. Creo que la vida tiene muchos antes y después. Si bien la maternidad me ha generado experiencias y situaciones intensas, bastante transformadoras, no es la única experiencia que me ha cambiado. De hecho en mi mente, que no la puedo extender a todas las mujeres, siempre están mis hijos, y entonces sí… la cosa es un poco distinta. Te cuidas más, no solo por ti misma sino para poder estar ahí para ellos.
¿Qué piensan tus hijos cuando ven tus trabajos?
Ellos han sido protagonistas en algunas sesiones de fotos y siempre opinan sobre el tema… les gusta saber que su mamá hace esas cosas. Desde que nacieron van a exposiciones, a veces se mueren de risa, a veces me dicen “mamá, ya no quiero ni una foto más”. De hecho, hay algunas cosas que todavía no las entienden bien, pero si alguna vez ellos son madres, padres o crían hijos, hay cosas que recién entenderán en ese momento. Si bien yo me conecto con ellos como mamá y no como artista, la experiencia con ellos es un motor que me ha dado mucho valor para hablar de temas que quizás no son tan agradables.
¿Has pensado en cambiar de temática en un futuro?
Sí, paralelamente a trabajar la maternidad, yo abordo otros temas de derechos humanos. Creo también que la reflexión anterior sobre lo que significa ser mujer en nuestra cultura, la discriminación y las violencias que vivimos, es una preocupación que voy a tener siempre.
¿Qué esperas que te regalen por el Día de la Madre?
Siendo realmente sincera, lo que me gustaría que me regalen es que en cada lugar donde haya trabajado, haya una guardería para poder tener a mis hijos; que las mujeres no ganen menos por un mismo trabajo que los hombres; que las mujeres tengan servicios públicos a donde ir cuando sufren violencia; que no haya acoso en los trabajos…Creo ese día no está para regalar una flor y un chocolatito, es un poco irónico frente a la falta de servicios en lima. Creo que si hubiera un mayor apoyo para las verdaderas madres, ese sería el mejor regalo.
Por Daniela Motti Poggi