En julio se puso en escena El Lago de los Cisnes por el Ballet Municipal de Lima (BML). Dirigida por Lucy Telge, esta obra completó su aforo en todas las funciones, demostrando una increíble adaptación de este clásico de Tchaikovsky. El Lago de los Cisnes es un cuento fantástico, donde lo real y lo imaginario se mezclan, por medio de música y coreografías extraordinarias.
Por Marina Novoa
Lucy Telge, la personalidad detrás del arte
La directora, Lucy Telge, homenajeada por elenco y público.
Inició sus estudios de ballet a los tres años. Más adelante, prosiguió su formación de ballerina clásica en la Asociación de Artistas Aficionados (AAA). Luego, se apasionó por la enseñanza y comenzó a dictar clases, creando posteriormente su propio estudio de ballet: Estudio de Ballet Lucy Telge. En 1986 formó el Ballet del Teatro Municipal y ha recibido varios premios, como el President’s Award (Royal Academy of Dance). Actualmente, es la directora del Ballet Municipal de Lima.
El Lago de los Cisnes es una obra que montaste por primera vez en Perú, en 1986. Han pasado ya varios años y vuelves a recurrir a este clásico ¿Por qué? ¿Qué tiene de especial en esta ocasión?
La sinopsis que ofrecemos es la clásica según su versión original. Raramente ha existido una obra musical tan alterada, enmendada y manipulada como El Lago de los Cisnes. La mayoría de los cambios fueron determinados por exigencias coreográficas o de montaje, o influenciados por el gusto musical del público. No es la primera vez que lo paso, realmente en una obra que hemos repetido varias veces en este tiempo. Es un clásico que le encanta a todos, no tiene pierde.
¿A qué crees que se deba que una obra escrita en 1871 siga vigente hoy?
El cisne negro, interpretado por Luciana Cárdenas.
Siempre que lo hemos pasado ha tenido gran acogida. Es un ballet que le gusta a todo el mundo. Y, personalmente, es uno de los más lindos que he visto en mi vida. Creo que se debe a que es un clásico, y los clásicos no se pierden. No me sorprende que siga vigente hoy y probablemente vaya a durar muchísimos años más. Las obras clásicas, cuando no se intentan modernizar, siguen siendo maravillosas.
¿Cuáles han sido los mayores retos montando El Lago de los Cisnes en esta ocasión?
Sinceramente, considero que hemos trabajado con calma. Es verdad que en algún momento una u otra chica tuvo el virus, pero felizmente eso se solucionó fácilmente, ya que tenemos varios «refuerzos». Esto quiere decir que si un bailarín se enferma, varios pueden tomar su lugar con rapidez. Lo que no sabía, y me sorprendió bastante, era si la gente iba a asistir, ya sea por el virus, tráfico, etc. Sin embargo, es la primera vez en casi 40 años en que toda la temporada ha estado con el aforo a tope. Las 15 funciones, de la primera a la última. Hemos tenido mucha más gente de antes de la pandemia. Eso ha sido un logro enorme.
Luciana Cárdenas, el cisne
El papel principal, Odette-Odile, es un verdadero reto en el mundo del ballet. En principio, porque interpretarlo involucra a dos personajes opuestos: Odette, el hermoso cisne del cual está enamorado el príncipe, y Odile, el cisne negro y la hija del malvado antagonista. Este rol incluye, además, una variedad de coreografías retadoras para una cualquier ballerina, pero que, en escena, se disfrutan de manera única y dejan al público encantado.
Luciana Cárdenas.
¿Cómo describirías el rol que te tocó hacer en el lago de los cisnes?
Para mí este papel siempre ha significado un desafío, tanto por su rigurosidad a nivel técnico como por lo retador que resulta el doble rol a nivel interpretativo.
Este papel está caracterizado por ser especialmente difícil al tener que bailar dos personajes principales que son, a su vez, opuestos ¿Cómo fue esa experiencia?
Fue muy difícil en realidad, usualmente el proceso de preparación para entrar en un personaje es algo que lleva tiempo, pero en este caso en tan solo un intermedio debes realizar una transformación completa, debes ser capaz de convertirte en otra persona en tan solo minutos, ese es uno de los mayores retos que tiene este ballet.
Bailaste junto a tu esposo, Román, quien interpretó al príncipe Siegfried. ¿Cómo te sentiste compartiendo el escenario con él?
Sin duda tener la posibilidad de bailar junto a Román para mí es un regalo, la tranquilidad y confianza que siento estando en sus manos sin duda es algo que nos permite fluir de una forma muy especial en escena. Con él podría bailar con los ojos cerrados.
Luciana Cárdenas junto a su esposo, Román Gonzalez-Pardo.
¿Cuál es el mayor reto como ballerina? ¿El papel más difícil de interpretar?
Definitivamente la respuesta a esta pregunta siempre será Odette-Odile en El Lago de los Cisnes. Creo que es el reto más grande para cualquier bailarina. Hacerlo por primera vez o volver a interpretarlo es igual de retador, pues cada vez descubres cosas nuevas del personaje. Es un desafío constante.
Tercera temporada
El Ballet Municipal de Lima ya terminó su segunda temporada del año con El Lago de los Cisnes. No obstante, invita al público a su tercera temporada del 2022, donde presentará la obra Don Quijote en el Teatro Municipal de Lima del 22 de setiembre al 2 de octubre.
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