“La Intervención del Perú en la controversia de las Islas Malvinas” (Fondo Editorial del Congreso, 2022), escrito por el Dr. Víctor Andrés García Belaúnde, quien es sobrino del fallecido ex presidente Fernando Belaúnde Terry y fuera secretario del Consejo de ministros (1980-1985), es un libro que cuenta «desde la cocina» el apoyo peruano durante el conflicto del Atlántico sur en 1982, donde fue un testigo directo de los acontecimientos.
El libro también se presentó en el Senado argentino, específicamente en el salón Arturo Illia del Palacio Legislativo. Participó la senadora María Clara Del Valle Vega.
La publicación abunda en “cables diplomáticos” y documentos hoy desclasificados con información de primera mano. Recientemente fue presentado en el Salón San Martín de la Cancillería, cuenta con el prólogo del presidente argentino Alberto Fernández y de María del Carmen Ávila Prieto, presidente del Congreso del Perú.
Entre otros tópicos, cuenta como Belaúnde Terry trabajaba para encontrar una salida negociada de la controversia de las Malvinas y como la propuesta de paz más cercana a la que se abordó consistía en 7 puntos. Lo siguiente corresponde al 1 de mayo de 1982:
- Cesación inmediata de las hostilidades.
- Retiro Inmediato de las fuerzas.
- Presencia de personal ajeno a las dos partes involucradas en el conflicto para gobernar las islas temporalmente.
- Los dos gobiernos reconocen la existencia de posiciones discrepantes sobre la situación de las islas.
- Los dos gobiernos reconocen que los puntos de vista de los habitantes locales tienen que ser tomados en cuenta en la solución definitiva del problema.
- El grupo de contacto que intervendría en las negociaciones estaría compuesto por Brasil, Perú (Propuestos Por Argentina) y Alemania y Canadá (Este en remplazo de Estados unidos, vetado por Argentina propuesto por los británicos).
- Antes del 30 de abril de 1983 se debía llegar a un acuerdo definitivo bajo la responsabilidad de los países antes mencionados.
También recuerda como el domingo 2 de mayo de 1982 a las 15: 57, hora de Buenos Aires, fue torpedeado desde el submarino Nuclear Conquerord -por orden directa Margaret Thatcher– fuera de la zona de exclusión impuesta el “ARA General Belgrano”. Argentina pasó así de una Salida
negociada para la paz al pedido de material militar para la guerra.
Por ello, Leopoldo Galtieri envió al secretario general de la presidencia, General Héctor Iglesias, y al Contraalmirante Benito Moya, jefe de la casa militar para expresar la necesidad de ayuda concreta de material bélico. En ese sentido, fue el Perú el único país sudamericano que colabora en este punto.
También vale señalar el fervor que en este aspecto le puso el “Gaucho Cisneros” (Luis Cisneros Vizquerra) en ese momento el ministro de guerra peruano, que había nacido en Buenos Aires, donde realizo su formación militar, especializado en logística. Perú, a riesgo de acciones sancionatorias de las principales potencias occidentales, envió 10 Aviones supersónicos Mirage V ( Mirage V Mara) en una intrépida misión para evitar los radares chilenos de Antofagasta, además de Misiles, municiones, pertrechos y triangulación para que llegara material de terceros países.
Respecto al apoyo peruano hacia Argentina, algunas fuentes se aventuraron en decir que este respaldo estaba en función de poder recuperar los territorios perdidos durante la Guerra del Pacifico a manera de revancha. Al apoyo peruano a la causa argentina expresada no solo en el sentimiento fraterno del entonces presidente Belaúnde Terry sino que trascendió a la población en general, apoyo que fue en ascenso a medida que corrieron los meses de la guerra.
En una encuesta publicada por la revista Caretas (la de mayor circulación en ese momento) realizada por la empresa Datum, mostraba que el respaldo hacia la Argentina era del 66,3% en abril y en mayo aumentó al 85,8%. Incluso el 71,8% de los encuestados manifestaban que estaban dispuestos a concretizar solidaridad, es decir, combatir en las islas.
«¿Por qué un presidente democrático como Belaúnde Terry apoyaba a una Dictadura?», se pregunta el autor. “No se trataba del gobierno de coyuntura, se trataba del pueblo, se trataba de los derechos de Argentina», enfatizó.
“En la hora en que la Nación argentina es victima del bloqueo y de sanciones económicas injustificables expreso a vuestra excelencia la decisión del Gobierno y el pueblo peruano de prestar todo el apoyo a nuestro alcance en la defensa de los legítimos intereses nacionales y de la causa de la unidad latinoamericana». El sentido mensaje sensibilizó al Auditorio donde quedo muy claro que no lo hizo por Galtieri, lo hizo por San Martín.
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