Nelson Alvarado, gerente de Fundación BBVA comparte algunas de las actividades que su institución tiene programadas para este 2023, cuando se cumplen sus primeros cincuenta años de labor ininterrumpida en el Perú.

Por Redacción COSAS

Educar a través de la lectura y la formación en temas financieros, abrir espacios para el diálogo y la cultura, e impulsar la investigación en torno a la sostenibilidad son algunos de los ejes de acción que han motivado el trabajo de cinco décadas de la Fundación BBVA en el Perú. Hoy, cuando el país presenta grandes desafíos, su gerente, Nelson Alvarado, considera que es más necesario que nunca dar a conocer lo avanzado e invitar a más entidades a que se sumen, para multiplicar el efecto positivo que ya han alcanzado en las vidas de millones de peruanos.

“Los beneficios indirectos generados por la cultura tienen un efecto acumulativo. A más cultura, más oportunidades”, señala Alvarado

¿Qué actividades tiene la Fundación BBVA para celebrar sus 50 años?

En abril, por ejemplo, cerca del inicio de las clases escolares, Fundación BBVA tiene un programa muy potente, que es “Leer es estar adelante”. Este es un programa que atiende a niños de tercero a sexto grado de primaria de escuelas públicas y los ayuda a elevar sus niveles de comprensión lectora. Estamos en Ayacucho, Callao, Huancavelica, Lima y Piura; y específicamente este año, los trabajadores de BBVA han hecho una campaña de donación para adquirir kits escolares. Se han obtenido casi dos mil kits que en esta oportunidad serán donados a los niños de Ayacucho, debido a la situación de conflictividad social que ha vivido esa región en los últimos meses. En mayo, como parte de sus acciones de protección del patrimonio histórico, el Museo de Arte Precolombino – MAP Cusco, cuya sede es la Casa Cabrera, propiedad del banco, cumple veinte años de actividad, para lo cual vamos a organizar varias actividades especiales. En junio nos sumaremos a la campaña Ponle Corazón, para darle mayor difusión y recaudar la mayor cantidad de dinero. Luego, en julio, durante la edición 27 de la Feria Internacional del Libro de Lima, de la cual Fundación BBVA es el principal patrocinador, organizaremos distintas activaciones dentro del propio recinto ferial. En agosto, participaremos nuevamente en el Festival de Cine de Lima, que organiza el Centro Cultural de la PUCP, como presentadores y en la entrega de dos de los  premios centrales. Además, realizaremos algunas acciones de apoyo al cine. El año pasado, por ejemplo, participamos en la premiación a la película “Willaq Pirqa”, que ha tenido muchas menciones positivas. 

El Museo de Arte Precolombino (MAP) en Cusco, es una casona restaurada y convertida en un centro de actividad cultural por la Fundación BBVA.

¿Cuáles son los principales temas que se busca promover desde la Fundación? 

Fundación BBVA se maneja en dos pilares: la educación y la cultura. Además, hoy en día tenemos la posibilidad de estar explorando mucho en temas vinculados a la sostenibilidad. Actualmente, tenemos acuerdos para la preservación de cierto número de hectáreas de bosque amazónico en Madre de Dios, así como el estudio de las especies que habitan en ellas. Asimismo, contamos con acuerdos con la Universidad Católica, la Universidad Cayetano Heredia y la Unesco para promover proyectos de educación sostenible, proyectos de educación científica para atender posibles situaciones de pandemia y fomentar el estudio del mundo biomédico. En términos generales, el apoyo de la Fundación a actividades educativas, culturales y también vinculadas a la sostenibilidad es muy completo. 

¿Cuál es la importancia que tiene la cultura para el desarrollo de una sociedad? 

Mucha gente piensa que la cultura no es responsabilidad social; sin embargo, para Fundación BBVA sí lo es. Consideramos que a través de la cultura contribuimos de forma positiva en la sociedad, brindando a las personas elementos esenciales para su desarrollo. Los beneficios indirectos generados por la cultura tienen un efecto acumulativo. A más cultura, las personas van teniendo más oportunidades y logran niveles de convivencia más amplios; se fomenta también el trabajo decente y el crecimiento económico; se ayuda a reducir la desigualdad y a detener la degradación del medio ambiente. En la Fundación, consideramos que el concepto de desarrollo trasciende la mera noción de crecimiento económico; va más allá porque se necesita tratar temas vinculados a la equidad, la inclusión, la paz, la sostenibilidad. Creemos que el enfoque cultural garantiza el éxito de la mayoría de las actividades humanas y nos permite también tener ciudades más inclusivas, más sostenibles. 

¿Cuáles son los mayores retos que han encontrado para alcanzar sus objetivos en estos cincuenta años? 

Nuestros mayores retos están vinculados, básicamente, a lograr la mayor cantidad de beneficiarios. Queremos que nuestras acciones sirvan como base para ser asumidas por otros actores. Uno de nuestros desafíos, por ejemplo, es que el programa “Leer es estar adelante” se convierta en una política pública, que no dependa solo de la Fundación, sino que esté al alcance de todos los niños a través de una alianza con el Minedu o con otros actores privados. Creemos que el reto de la responsabilidad social en el Perú es agrupar los esfuerzos, hacer que todas las iniciativas privadas tengan un norte, se unan y puedan llegar a cada vez más personas. Estamos convencidos de que la unión hace la fuerza. 

¿Qué acciones específicas se han llevado a cabo a raíz de la pandemia? 

Durante la pandemia, digitalizamos el programa “Leer es estar adelante” y creamos un aula virtual para que el programa “Aprendo en Casa” pudiera mantener su llegada a la mayor cantidad de niños en el Perú. Sabemos que hay dificultad de conexión en algunas zonas del país, pero hicimos un esfuerzo para mantener vivo el programa en aulas virtuales y redes sociales. En el mismo periodo, pusimos toda nuestra capacidad del programa “Encuentra tu poema” a disposición del Minedu, para que llegara a millones de personas a través de la virtualidad. Hoy, luego de dos años sin colegio, lo que estamos haciendo es retomar ambos programas con un mayor impulso, y la idea es ir identificando los niveles en los cuales debemos hacer mayor hincapié, para que los niños recuperen su capacidad de comprensión lectora.

“Uno de nuestros desafíos es que el programa ‘Leer es estar adelante’ se convierta en una política pública”.

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