Desde una moneda de plata de los años fundacionales hasta un cementerio con más de 50 entierros humanos: los tesoros del Antiguo Hospital Real de San Andrés, investigado a fondo por el Equipo de Arqueología de Lima.
Por Jaro Adrianzén y Ernesto Olazo Foto Prolima
El grabado en la superficie de la moneda le permitió a los especialistas determinar su antigüedad: en la pieza hallada bajo tierra destacaba el Escudo de Dominios del rey Felipe II, que rigió desde 1556 hasta 1598; así como la inicial del ensayador Diego de la Torre (“D”), el hombre que desde 1577, con la reapertura de la Casa de la Moneda, supervisó que se cumplieran las ordenanzas de la corona para la elaboración de estas piezas en Lima, la naciente Ciudad de los Reyes.
Ergo, el origen del Real de plata que halló el Equipo de Arqueología de Lima durante su investigación en el Hospital Real de San Andrés, en Barrios Altos, se remonta a las primeras décadas posteriores a la fundación: la más antigua de la que se tiene registro en el Centro Histórico.
Como parte de sus trabajos en esta parte de la ciudad, Prolima ya había recuperado una moneda de 1804, época del rey Carlos IV; así como otras elaboradas provisionalmente durante la Guerra del Pacífico y en diversas etapas del siglo XX. Pero la macuquina, que es como se le llama a las monedas acuñadas a punta de martillo, destaca por su excelente estado de conservación y el entorno donde se encontró: el Hospital de San Andrés fue el primero para españoles en todo el virreinato, construido en la década de 1550.
Secretos del subsuelo
El nosocomio funcionó como tal hasta 1875, antes de ser utilizado como orfanato, escuela y sede de talleres culturales. Hoy por hoy, se ubica en la cuadra 8 del jirón Huallaga y lo conforman tres patios, una capilla con cripta y grandes salas con pórticos de madera. Uno de aquellos ambientes, conocido coloquialmente como el ‘Patio de Locos’, funcionó como área de reclusión para pacientes mentales del hospital.
Además del Real de plata, durante la excavación en este espacio se hallaron fragmentos de cerámica del siglo XVI, piezas metálicas y restos botánicos y de animales. Ya en el Gabinete de Arqueología, luego del respectivo análisis y registro, una profesional en conservación restauró tres cerámicas, dos de ellas vidriadas.
Por otro lado, gracias a una fotografía de inicios del siglo XX, se tenía evidencia de una antigua pileta de agua emplazada al medio del ‘Patio de Locos’. Sin embargo, no fue hasta llegar bajo tierra cuando los arqueólogos descubrieron que la estructura tuvo tres versiones diferentes. La primera, que es la más antigua, es más grande que la de la foto y tiene un diseño más complejo, con un contorno de cuatro lóbulos similar al de una flor. La otra pileta, que viene a ser la intermedia, es un ensanchamiento de la primera.
Cada versión corresponde a momentos hidráulicos diferenciados, con distintos sistemas de alimentación y desfogue, revelados gracias a la excavación arqueológica. Por lo tanto, el hallazgo representa un importante aporte al estudio de la hidráulica virreinal y republicana.
Por si fuera poco, a casi dos metros bajo tierra, el Equipo de Arqueología de Lima encontró las bases de una serie de muros que habrían conformado un conjunto arquitectónico previo al del hospital. Posiblemente, se trate de los cimientos del inmueble de Juan Morales, un famoso espadero al que el Cabildo de Lima le compró sus tierras para construir el nosocomio, allá por 1549.
San Andrés: presente y futuro
El proyecto de investigación arqueológica en el Antiguo Hospital Real de San Andrés inició en marzo del 2021, con el objetivo de estudiar la evolución arquitectónica y las técnicas constructivas del inmueble, así como encontrar testimonios culturales de las épocas prehispánica y virreinal.
En mayo del 2022, los ojos del mundo se posaron en esta parte del Centro Histórico a raíz del hallazgo de 50 entierros humanos en el segundo patio del inmueble, correspondiente al área que antiguamente funcionó como cementerio del hospital. Allí también se encontró una antigua cripta subterránea a manera de estructura abovedada de ladrillos, que habría funcionado por alrededor de 200 años.
Consciente del gran valor cultural del inmueble, así como el interés creciente del público general por conocerlo, Prolima tiene en cartera un proyecto de inversión pública para la recuperación y puesta en valor del antiguo hospital. El plan es que, una vez restaurado, sea sede para talleres de una serie de oficios y saberes tradicionales, como la cerámica, yesería, pintura mural o azulejería.
Así, después de casi 500 años de su edificación, el que fuera el primer hospital de la ciudad será puesto en funcionamiento como espacio de encuentro y aprendizaje cultural. Con su valor, su historia y sus tesoros como aliciente para seguir consolidando el futuro del Centro Histórico de Lima.
*Ernesto Olazo es arqueólogo licenciado por la Universidad Nacional de Trujillo. Es parte del Equipo de Arqueología de Lima y se desempeña como director del proyecto de investigación en el Antiguo Hospital Real de San Andrés, a cargo de Prolima.
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