Un equipo de ingenieros y psicólogos peruanos son los creadores de RoPi, un robot que busca acompañar emocionalmente a niños hospitalizados.

Por Gabriela Peña

Con la finalidad que niños y niñas eviten estresarse luego de las operaciones por quemaduras, un equipo de ingenieros y psicólogos peruanos ha logrado desarrollar, en conjunto con el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja (INSN), RoPi, un robot que busca ayudar a sobrellevar la ansiedad y miedo que pueden sentir los pacientes durante el procedimiento y proceso de recuperación.

RoPi

RoPi habla en lenguas indígenas para apoyar emocionalmente a niños hospitalizados.

De acuerdo a la entrevista que el ingeniero mecatrónico Manuel Aranda tuvo con el diario El Comercio, RoPi fue una iniciativa de la DARS, fue un concurso de fondos de ayuda social de la PUCP”. La DARS es la Dirección Académica de Responsabilidad Social, una unidad de la Pontificia Universidad Católica del Perú que promueve iniciativas de responsabilidad social universitaria.

Durante la pandemia se dio inicio al proyecto a pesar de que el equipo no tenía una idea clara del uso que tendría. El primer año más que todo fue de prototipado del robot, luego de un año y unos cuantos meses se pudo contactar al Instituto Nacional del Niño, el cual nos permitió darle una solución a una problemática que ellos tenían dentro del hospital”, señala el ingeniero mecatrónico Diego Zegarra al medio citado.

El grupo de investigadores que hizo realidad RoPi está confirmado por los ingenieros mecatrónicos Manuel Aranda, Diego Zegarra, David Lizano, Sebastián Caballa y David Gonzales. El equipo estuvo asesorado por Hector Oscanoa y Diego Arce, docentes de la sección mecatrónica de dicha casa de estudios. Los psicólogos Gabriela Burgos y Ricardo Galvez también son parte del equipo.

¿Cómo funciona RoPi?

RoPi es capaz de girar y realizar movimientos con sus brazos y mantener una conversación con el paciente mediante una aplicación. “Tiene la capacidad de mostrar una cara con diferentes colores, diferentes estados de ánimo, puede mover la cabeza de arriba hacia abajo y a los costados, sus bracitos. Y también puede entablar una llamada mediante Discord”, explica Zegarra.

Adicional al español, el robot también “habla” en lenguas originarias. En colaboración con el Ministerio de Cultura, el equipo logró incorporar en RoPi una serie de grabaciones en seis lenguas originarias: aimara, ashaninka, awajún, shipibo-konibo, ticuna y quechua. Con la finalidad de romper las barreras de lenguaje.

Por ahora, RoPi continúa en desarrollo, el equipo busca perfeccionarlo para que se pueda implementar, lo más antes posible, en todos los servicios del Hospital del Niño y escalar a otras regiones del Perú.

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