El Museo de Arte de Lima – MALI celebra su tradicional subasta de arte de inicio de año, auspiciada por COSAS, con un nuevo y emblemático escenario y, sobre todo, con retransmisiones en vivo en Madrid y Londres.

Por Daniella Bejarano

«Va a ser una subasta tradicional en el sentido de que tienen diferentes sesiones que abarcan desde artes aplicadas a través del arte colonial, luego pasamos a lo moderno y terminamos en lo contemporáneo», comenta Talía Durand, presidenta del Comité de Subasta del MALI.

El día 6 de abril, el Museo de Arte de Lima llevará a cabo su tradicional subasta de inicio de año, que por primera vez se celebrará en la Casa Prado. «Es la primera vez que tenemos una subasta en esa casa miraflorina. La familia Prado históricamente tiene una relación muy cercana con el museo, y es una casona emblemática de Lima», asegura Durand.

Talía Durand Neuhaus, presidenta del Comité de Subasta del MALI.

Cabe resaltar que la invitación no es solamente para los coleccionistas o compradores, sino que está abierta al público que quiera disfrutar de una tarde llena de arte, conversación y aprendizaje. El MALI invita a todos aquellos que quieren incursionar en el mundo del coleccionismo, y en su variado catálogo ofrece piezas que oscilan entre los 200 y los 47 mil dólares.

Por tal motivo, el catálogo de esta edición muestra sesenta y seis lotes que incluyen obras orientadas al arte histórico y moderno, así como al diseño gráfico, la fotografía y el arte contemporáneo. Además, dentro de la lista de reconocidos artistas peruanos destacan Emilio Ramírez Larraín, Ricardo Grau, Elena Izcue, Ralph Bauer, Camilo Blas, Javi Vargas, Elena Tejada y Rita Ponce de León; además de artistas emergentes como Paul Susanibar y Paloma Álvarez, con quienes conversamos.

La nueva generación de artistas

Para Paul Susanibar, es la primera vez que una de sus obras participa en la subasta del MALI. «La obra Amartizar III son illas –piedras pequeñas– que encontramos los pastores y entendemos que son como regalos de la naturaleza», y agrega que lo que busca expresar con su obra es «el momento crítico del antropoceno, el momento donde no había mucho que hacer sobre el planeta y donde entidades prehumanas que habitan en los rituales o que cohabitan con los pastores empiezan a aflorar sin temor a los hombres».

Paul Susanibar participa por primera vez en la subasta del MALI.

Amartizar III, de la serie Petrocesión 2023, de Paul Susanibar. Óleo sobre lienzo de 90 x 120 cm.

Por otro lado, Paloma Álvarez, artista textil, participa por quinta vez en la subasta, y en esta oportunidad presenta una obra titulada Taki, que en quechua significa canción y que está conformada por cinco piezas. «La primera evoca cartografías imaginarias de la ciudad. En el centro, la presencia de una manta andina y del maíz como símbolo de abundancia en el contexto del mundo andino», indica Álvarez. Además, la propuesta lleva consigo un texto que alude a la añoranza de pertenencia del migrante; el agua, que se presenta como aquel elemento que fluye constantemente; las hojas de coca, que representan el acto ritual y lo sagrado; y por último, un pentagrama sin notas, que hace referencia al canto del harawi en tiempos de cosecha.

Esta es la quinta vez que una obra de Paloma Álvarez es seleccionada para participar en la subasta del MALI.

Taki/Canción (2023). Tejido de lana de oveja y bordado de lana con alpaca 100 x 20 cm.

Una prebienal en el MALI

«Este año reviste importancia especial para el arte peruano. Ocho destacados artistas de uestro país participarán en la LX edición de la Bienal de Venecia, uno de los eventos artísticos más prestigiosos del mundo. El MALI ha prestado piezas de Elena Izcue y Julia Codesido, mujeres representativas de la plástica peruana de inicios del siglo XX», señala Talía Durand. Y es por tal motivo que dentro del catálogo de la subasta se han incluido obras de Violeta Quispe, Rember Yahuarcani, Roberto Huarcaya y Sandra Gamarra, artistas que también participarán en el encuentro de arte en Italia.

Composición (Ca. 1950), de Elena Izcue.

Calle cusqueña (Ca. 1945 – 1955), de Julia Codesido.

La importancia de la subasta y las novedades

Con una vigencia de treinta años ininterrumpidos, la subasta es una de las instancias más importantes para la sostenibilidad del museo, motivo por el cual pretende internacionalizarse y seguir dando visibilidad tanto a los artistas consagrados como a los emergentes. «[La subasta] es una oportunidad para adquirir una pieza con la tranquilidad de que ha sido seleccionada por un equipo de profesionales”, indica la presidenta del Comité de Subasta. Por ello, cuenta con un comité de curaduría, el cual hace una exhaustiva revisión de cada obra considerando su procedencia, su calidad y su estado de conservación.

Además, con miras a llegar a compradores del exterior y seguir poniendo en vitrina tanto a artistas consagrados como emergentes, en esta edición se realizará la trasmisión en vivo en Madrid y en Londres.

El MALI invita a todos aquellos que quieren incursionar en el mundo del arte y el coleccionismo, ofreciendo piezas que oscilan entre los 200 y los 47 mil dólares.

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