A una semana de la Subasta del MALI, regresa la esperada fiesta de la Subasta de Verano del MALI. Será una noche llena de arte y se llevará a cabo el 21 de febrero a las 7:30 p. m. en la playa del Golf
Por María Jesús Sarca Antonio | Por Briam Espinoza
Nos encontramos en un momento histórico para la artesanía, ahora comprendida como arte tradicional, con su reciente revalorización a nivel mundial. En diciembre de 2024, un tejido kené, obra de la artista shipibo-conibo Sara Flores, fue vendido por US$58.000. La compra fue realizada durante la XXXII Subasta de Arte Textil del Museo de Arte de Lima (MALI), institución cuya labor ha contribuido a este fenómeno a través de una curaduría destacada que ha puesto en relieve a nuevos artistas emergentes y consolidado a maestros.

Talía Durand Neuhaus, Lucía de la Puente y Armando Andrade son miembros del comité de la subasta del MALI en su edición XIV de verano.
Integrar el arte en espacios contemporáneos
El arte tradicional posee la capacidad de ser reimaginado y adaptado a los tiempos modernos. Gonzalo Li, con su mirada como arquitecto e interiorista, explica que para poder reimaginar sus usos es necesario “conocer el trasfondo de estas piezas, la historia, el material, de dónde vienen”. A lo largo de su participación en la subasta, logró transformar piezas como el jarrón de Tater Vera en lámparas modernas, y creó nuevos soportes para textiles, como el chitonti, que es una falda que se utiliza en la cultura shipibo-conibo, que lo adaptó en un cuadro y lo colocó en un dormitorio.

La tradicional Subasta de verano del Museo de Arte de Lima (MALI) regresa después de cuatro años de ausencia, una pausa ocasionada por la pandemia del Covid-19. Jarrón de Tater Vera con puja inicial de $ 2,800 – 3,000.

Soledad Mujica destacó el talento de Gonzalo Li para «ver cómo este arte tradicional puede salir de sus espacios habituales para convivir en unos soportes más contemporáneos siempre en una situación de respeto y equidad». (Foto de Gonzalo Li)
El arte tradicional, más allá de la artesanía
Soledad Mujica, curadora invitada de la subasta, nos explica que: “Más que artesanía, lo tradicional implica raíz, historia e identidad hacia nuestro pasado”. Este matiz es esencial para entender las distintas percepciones de las piezas que se venden en la subasta del MALI. Ya no hablamos solo de artesanía, esa etiqueta reduccionista que limita su valor, sino de arte tradicional, que carga siglos de historia y que hoy encuentra un lugar en los espacios más modernos y sofisticados.

Soledad Mujica fundó Ruraq Maki, una de las ferias más importantes de arte tradicional. Max Hernández Calvo es parte del equipo de curadores de la subasta del MALI.

Max Hernández, Talía Durand Neuhaus, Armando Andrade y Soledad Mujica en una reunión de selección de piezas
Inclusión de piezas indigenistas
En esta ocasión, se presentará una selección que incluirá lotes de obras de grandes artistas exponentes del Indigenismo, como José Sabogal, Julia Codesido y Jorge Vinatea Reinoso, cuya puja inicial oscilará entre los US$23.000 y US$25.000.

La Subasta del MALI busca mostrar el arte tradicional en su forma más pura y ofrecer una plataforma para su apreciación y adquisición. Pintura de José Sabogal, en una puja inicial de $4000.
Las piezas de la subasta
Soledad nos cuenta que las piezas vienen de distintas regiones del país, como algunas cerámicas de Huánuco, piezas de Ayacucho o unos banquitos de madera del artista Reyter Mozombite, que provienen del Alto Amazonas. Todas han pasado por una cuidadosa curaduría, que asegure su autenticidad, pertenencia a una tradición y maestría en la ejecución, entre otros criterios.
“Las piezas seleccionadas nos muestran un universo que da cuenta de un territorio fantástico que es el Perú”, dice Gonzalo.
También se subastarán unos retablos ayacuchanos del difunto maestro Joaquín López Antay, que Talía señala como “una pieza muy especial, única y difícil de conseguir por su manufactura y buen estado”.
La subasta exhibirá piezas con precios desde los US$100, con el fin de motivar al público a iniciarse como coleccionistas. Muchas piezas incrementaron su valor nominal en comparación con anteriores ediciones.

«Me encantaría, por ejemplo, que los retablos marcaran un nuevo récord», expresó, emocionado, Armando Andrade acerca de las ventas de la próxima subasta. Retablo de Jjoaquín López Antay tiene un puja inicial de $ 1,500 – 1,800.
Armando Andrade, diseñador, experto y memorable martillero de la subasta, destacó que “hay muchas piezas que pueden irse más arriba de los precios con los que empieza la puja”, y menciona que le encantaría que los retablos marcaran un nuevo récord.
El retablo de Joaquín López Antay tiene una puja inicial de US$1500-1800. Otra de las piezas de la subasta es el caballito de cerámica de Quinua del maestro Artemio Poma, que tiene un precio inicial de US$1000-1100. “Lo fascinante de las subastas es que siempre son una sorpresa. De repente, la puja se intensifica y alguien rompe un nuevo récord”, comenta Armando.

Cada pieza cuenta una historia y es testimonio del arte ancestral en el Perú.
Esta edición se llevará a cabo el 21 de febrero en la Playa del Golf, de manera presencial y también online para Madrid, Londres, Miami y Nueva York, y contará, como siempre, con el auspicio de la Revista COSAS.
Suscríbase ahora para obtener 12 ediciones de Cosas y Casas por solo 185 soles. Además de envío a domicilio gratuito y acceso instantáneo gratuito a las ediciones digitales