¿Los procesos de grabación han ido cambiando entre disco y disco o recién se da esto?
Los primeros discos los grabamos en estudios caseros. Era una dinámica muy lo-fi. Fue un cambio grande cuando hicimos La Dinastía Escorpio, porque lo grabamos en Estudios ION, con Eduardo Bergallo, que nos acompañó a Texas, y ya la producción la cargamos distinto. La idea de La Dinastía… fue grabar la banda en vivo, tomar esa esencia y tratar de reproducirla en el disco con esa potencia que por ahí no aparecía en los discos anteriores. Eso ya fue nuevo y estuvo bueno trabajar con esas herramientas. Después grabamos, de vuelta en ION, el EP Violencia, pero lo encaramos de frente, fue un trabajo de laboratorio, el disco suena más tranquilo, para que las canciones tengan ese tema, una cosa más relajada y más preparada. Este último disco fue una continuación de eso, con una estructura de grabación más de laboratorio y está encarado así, y se nota en el resultado final. No es tan salvaje como La Dinastía Escorpio. Es más prolijo en ese sentido. Cada instrumento está encarado de manera puntual, a diferencia de La dinastía… en el que la banda tocaba en conjunto metiendo ruido y metiendo clima todo el tiempo.

Lima, el cine, y las mujeres bellas y fuertes

En julio de 2015 la web Cultura Inquieta le mandó un cuestionario a Santiago. En él le preguntaron si tenía supersticiones. “Algunas cuando miro fútbol, pero las voy abandonando de a poco, porque todo por lo que hincho pierde siempre”, contestó.  Basta con ver sus shorts para comprender que el fútbol le gusta mucho. Igual que el cine. Y más o menos igual que Lima, su primer destino luego del productivo encierro tejano.

¿Qué se les venía a la cabeza cuando pensaban “terminamos de grabar esto y toca ir a Lima”?
Está buenísimo. Porque es diferente el espíritu de grabación de un disco a lo que es un show en vivo. En un momento uno necesita estar en contacto con esa otra faceta de la banda. Por lo general, cuando uno está mucho tiempo sin tocar y vuelve a tocar en vivo, tiene como esa abstinencia que se fue acumulando y la quiere ‘largar’. Además, sumado a que las veces que vinimos a Lima nos trataron muy bien y fueron noches bastante inolvidables, creo que se combina una cosa genial. Yo tengo unas ganas terribles de tocar en vivo, después de haber estado encerrados ahí.

Vamos a ver algo así como un animal desencadenado…
Yo creo que sí, son especiales esos shows, porque uno está con la energía acumulada.

¿Las mujeres bellas y fuertes en verdad se han ido? Porque parece que, afortunadamente, cada vez hay más.
Sí, sí. La letra de la canción habla de una experiencia puntual de una persona y de las mujeres bellas que se han ido de su vida. Pero sí, me gusta que tomen la letra y la resignifiquen para el lado que quieran. Y me gusta ver que sí, que cada vez hay más mujeres bellas y fuertes, y que haya esos cambios. Sé que hace poco en Lima hubo una marcha de #NiUnaMenos, también hubo en Buenos Aires muchas marchas al respecto. Me encanta que las mujeres tomen la calle y sean un actor político más dentro de la puja de poderes y que vayan logrando esos cambios culturales que siempre hacen falta. Porque hay cosas que pasan que te hacen pensar que no puede ser que sea 2017 y sigan ocurriendo.

Muchos seguidores tratan de encontrar el verdadero significado detrás de sus canciones. Y algunas de ellas están inspiradas en películas y algunas han terminado incluidas en películas, documentales… ¿Qué se siente esa relación de feedback con el cine?
Me encanta. Porque somos muy cinéfilos, nos gusta mucho el cine. Lo decís vos, es una base de inspiración para esas escenas que a veces escribimos que tienen una cosa así muy visual. Que eso contagie o inspire a realizadores audioviosuales está buenísimo.

¿Alguna vez imaginaste que las canciones iban a terminar en alguna película?
No, no. De todas las cosas que hicimos no me imaginé nada. Solo quería hacer canciones y tocarlas un poco. Después aparecieron cosas impensadas y las disfrutamos un montón.

De hecho el mismo nombre de la banda viene de una película.
Exactamente.

¿Y no les ha pasado que luego han encontrado alguna otra frase y han pensado “esta hubiera sido perfecta”?
No, no. Ya después de elegir la frase nunca más la tocamos. Pero sí había una frase antes, sacada de Duro de matar: “¿Querías un milagro, John? Te presento al FBI”.

Por Omar Mejía Yóplac