3. “¿Sabe algo, Utivich? Creo que esta es quizás mi obra maestra.” Teniente Aldo Raine, en Inglourious Basterds.
En un plano típico en sus películas, sus dos actores miran con placer y sadismo hacia a la cámara. Uno de ellos, Brad Pitt en uno de sus papeles más memorables, dice algo que parece salir de la boca del propio Tarantino. Tras un viaje lleno masacres, golpes y rufianes de todo tipo, el público escucha esta frase y puede creerla al pie de la letra.
2. “Pero estoy intentándolo, Ringo. Estoy intentando seriamente ser el pastor.” Jules Winnfield, en Pulp Fiction.
Tras una serie de golpes, tribulaciones y desgracias, el inolvidable personaje interpretado por Samuel L. Jackson llega a un nuevo punto de tensión en su vida. Cansado y atormentado, Jules recita su famoso pasaje de Ezequiel 25:17, pero esta vez no es tan explosivo a la hora de tomar su decisión final. Lejos de jalar el gatillo para matar a alguien de inmediato, el hombre se escucha, se detiene y reflexiona sus propias palabras. Un resumen perfecto de todo lo que los protagonistas experimentan en estos tiempos violentos.
1. “¿Sabes qué es esto? Es el violín más pequeño del mundo tocando solo para las meseras.” Mr. Pink, en Reservoir Dogs.
Tras discutir sobre el verdadero significado de una canción de Madonna en un fast food, llega el momento de poner la propina en la mesa. Mr. Pink nos adelanta lo poco empático que es no solo negándose a dejarle algo a las meseras, sino agregando una frase callejera, cínica y genial. No tiene ningún mensaje, no cambia la vida de ningún personaje, y aún así es memorable. Quizás precisamente por eso lo es.
Por Omar Mejía Yóplac