Simón El Topo, la obra de teatro infantil, vuelve a las tablas solo por dos semanas. Conversamos con el director, Alejandro Clavier.

Por André Agurto

En una escena, cuando le toca cazar junto a otros topos, Simón no se siente cómodo. Le da miedo atrapar lombrices. Esa actitud, que sus amigos consideran poco varonil, ocasiona la burla. “Sauu”, le gritan. Entonces, Simón comienza a llorar.

“Hay una distancia metafórica, pero se entiende que Simón, el topo, es un niño. Y es un niño gay”, explica Alejandro Clavier, director de la obra teatral infantil, sobre la escena de la cacería. La pieza, que trata el tema de la identidad sexual en los niños, vuelve desde este 30 de setiembre al 15 de octubre en funciones todos los sábados y domingos en el Centro Cultural Ricardo Palma.

Forman parte de esta puesta en escena Emanuel Soriano, quien interpreta a Simón, Anaí Padilla, Dusan Fung y Luccía Méndez.

Simón es un topo de 10 años con gustos “diferentes” a los de sus amigos. Está en un momento de su vida en que se comienza a darse cuenta de que ser diferente no es bien recibido por su papá o por la comunidad de topos. Sin embargo, “la palabra homosexual no aparece en la obra”, aclara el director. “Se sobreentiende que es una historia del descubrimiento de la identidad”, indica Clavier, quien con este personaje comprendió un poco más su niñez.

“Quisiera que la historia sea una luz de esperanza para otros niños que, como yo, empiezan a descubrir su sexualidad a esa edad”, expresa sobre la obra, recomendada para los niños entre los 7 y 13 años de edad.

Al terminar la función, los actores conversan con el público y escuchan las preguntas de los niños. Sin embargo, no se menciona todo y se espera que sean los padres quienes continúan la conversación con sus hijos en casa.

Y es que para los niños que enfrentan este tipo de descubrimientos, en una edad donde la autoestima es clave, la obra pretende ser una herramienta para los padres. “Queremos que sea un punto de partida para que los padres hablen en casa sobre la homosexualidad”, comenta. “Todo está hecho para no incomodar. Simón es encantador y divertido”, agrega.

Alejandro Clavier, director de la obra.

“Simón, el topo”, que se estrenó por primera vez en el 2016 en el Teatro La Plaza, también se ha presentado en países como Brasil, Panamá, Argentina, Chile y, pronto, en Irlanda del Norte. Simón el topo es una adaptación de un cuento infantil escrito por la psicóloga española Carmen de Manuel. La reacción en otros países ha sido natural y conmovedora, según el director. Sin embargo, sabe que en el Perú puede causar cierto temor o rechazo de parte de un sector conservador. “Los padres que llevan a sus hijos tienen que tomar una decisión casi política en el contexto en el que vivimos. Lo que no se debate en los contextos formales de educación, se está hablando en una sala de teatro”, afirma.

La obra está hecha en el idioma “toponés”.