Han pasado casi dos siglos desde que Charles Dickens escribió “A Christmas Carol”. Con el paso del tiempo, el homenaje del novelista a la Navidad se ha convertido en una de las obras más populares de esta época del año, en la que siempre se le recuerda con alguna nueva adaptación.

Era un 19 de diciembre, y la Navidad estaba a la vuelta de la esquina”… Cuenta la historia que había una vez un avaro anciano que detestaba la Navidad: Ebenezer Scrooge. A través de este personaje, Dickens narra un viaje hacia la recuperación del espíritu navideño, reflexionando sobre los valores de estas fiestas, de la mano de la esencia de las navidades pasadas, presentes y futuras. El éxito de este cuento creado en años góticos y victorianos ha llegado hasta nuestros días de diversas formas: por medio del cine, la televisión, el teatro e, incluso, los videojuegos.

La primera adaptación de la que se tiene constancia pertenece a la era del cine mudo, en 1901. Dirigida por Walter R. Booth, la obra de Dickens se resumía en seis minutos y veinte segundos de duración (se conservan casi tres y medio) y se titulaba: Scrooge, or, Marley’s Ghost. Aquí los fantasmas de las navidades no aparecen, pero sí lo hace el espíritu de Jacob Marley, el antiguo socio de negocios de Ebenezer Scrooge, como único espectro que confronta al avaro protagonista.

El cantante italiano Andrea Bocelli participó en el estreno mundial de la versión fílmica del director Robert Zemeckis, en 2009.

Años más tarde, en la década del treinta, se estrenó la primera película con el nombre de la novela original, un filme que sorprendió con un enfoque romántico y distinto. Posteriormente, ya en los ochenta, aparecería una adaptación dirigida por Clive Donner, considerada como una de las mejores recreaciones del cuento original hasta la fecha. No podía faltar una versión de pura comedia interpretada por Los Muppets, en 1992. Tuvieron su propia adaptación para entretener a los pequeños, sin dejar de enternecer a los más grandes con el mensaje de la historia.

Últimas versiones

Cuando una obra se adapta tantas veces, lo hace para distintos géneros y, efectivamente, también existe un musical basado en el cuento de Dickens: Scrooge, de 1998. Aquí, Kelsey Grammer interpreta a un teatral Scrooge, al que la historia presenta como alguien bueno cuyas circunstancias lo empujaron a tener el carácter amargado y codicioso que todos conocemos.

Disney llevó al cine la obra de Dickens, con Jim Carrey como protagonista.

Protagonizada por Jim Carrey, Disney también hizo su propia versión en 2009, mediante una película animada gracias al sistema de captación del movimiento. “Lo increíble de todo esto es que yo odio la Navidad tanto como Scrooge y el Grinch, y Hollywood se empeña en contratarme para hacer películas navideñas”, dijo Jim Carrey a propósito del filme en que fue dirigido por el ganador del Oscar Robert Zemeckis. Este filme destacó por la calidad de sus imágenes e, incluso, sirvió para convertir el cuento de Dickens en un videojuego para Nintendo DS.

Ya en 2016, el drama estadounidense Collateral Beauty, dirigido por David Frankel, reinterpretó el cuento original, pero se sirvió de este como inspiración, y mantiene el mismo mensaje y valores. En lugar de los fantasmas que aparecen en las navidades pasadas, presentes y futuras, aquí el protagonista, Howard Inlet, deberá enfrentarse al amor, tiempo y muerte en una historia muy original.

Desde hace más de siete lustros, en Washington es una tradición montar “A Christmas Carol” una vez al año. Actualmente se exhibe en el Ford’s Theatre, hasta el 31 de diciembre.

Y este año se ha estrenado una nueva versión teatral de la obra en el Ford’s Theatre de Washington –se presenta hasta el 31 de diciembre–, adaptada por Michael Wilson y dirigida por Michael Baron. A Christmas Carol seguirá reapareciendo a través de distintos formatos, pero la esencia de las navidades regresará a nosotros siempre que nos cuenten la historia de Dickens.