Raúl Manzaneda Cipriani es el primer cirujano plástico que lleva la Marca Perú como distintivo de calidad. Pionero en la lipoescultura de alta definición, en este artículo explica los detalles de este procedimiento y sus planes de crecimiento a futuro.
Por Jaime Cordero Fotos Javier Falcón
Raúl Manzaneda Cipriani tiene 37 años de edad y lleva catorce ejerciendo como médico. Por edad, puede decirse que pertenece a la nueva generación de cirujanos plásticos peruanos, pero ya tiene un buen tiempo abriendo caminos. Fue pionero introduciendo en el Perú la liposucción de alta definición y publicando investigaciones al respecto. Y desde hace unos meses, también, es el primer cirujano plástico peruano que lleva la Marca Perú, un distintivo que no solo es un orgullo, sino un sello de garantía de calidad que permite proyectarse al mundo.
Entre cirugía y cirugía, el Dr. Manzaneda se dio tiempo para dar esta entrevista, en la que explica con detalle en qué consiste la liposucción de alta definición, quiénes son los candidatos ideales para someterse a este procedimiento y qué tipo de resultados ofrece. También se refiere a las tendencias de la cirugía plástica y comenta sobre sus planes de crecimiento. Su expectativa, apoyada por el magnetismo de la Marca Perú, es colocar al Perú como un destino importante de turismo médico, un rubro en el que países como Colombia, México y Brasil son los líderes regionales.
¿Qué es la lipoescultura de alta definición?
Es una cirugía que ya tiene unos quince años en el mundo, y ocho en el Perú. Nosotros la trajimos. Es un procedimiento que supone no hacer una liposucción ‘plana’, sino con relieves naturales, para darle al cuerpo un aspecto más estético. Dependiendo de lo que se busque, se puede lograr un aspecto ‘atlético’, ‘muy atlético’ o ‘natural’.
¿En qué se diferencia de las liposucciones convencionales?
Lo primero es que se usa otra tecnología. El tiempo de recuperación es menor y, dependiendo del estilo de vida del paciente, se puede conseguir incluso un aspecto muy atlético. El procedimiento puede realizarse en el abdomen, en las piernas, muslos, brazos, glúteos, bíceps o en la espalda baja. Entonces, es un trabajo más localizado, para definir el cuerpo, más que para bajar de peso… Ninguna liposucción es para bajar de peso. Para eso se recurre a las cirugías bariátricas.
¿Quiénes son los candidatos ideales para este procedimiento?
Personas que tengan un estilo de vida deportivo, atlético, que vayan al gimnasio regularmente. O, si no van, que quieran empezar a ir. Que no tengan flacidez de piel y un índice de masa corporal inferior a 30. Es decir, personas que estén, como máximo, en sobrepeso, pero no obesas.
¿Cuánto toma la recuperación?
El tiempo es de siete días. En dos semanas y media, aproximadamente, el paciente puede regresar al gimnasio.
Y los resultados definitivos se aprecian aproximadamente a los seis meses.
¿Han cambiado mucho los requerimientos de los pacientes de cirugía plástica debido a la pandemia?
Cuando comenzó la pandemia, estuvimos casi seis meses sin poder operar. Alrededor de setiembre pudimos empezar de nuevo y el f lujo ha sido el mismo. Se demandan las mismas operaciones. Nosotros trabajamos todo lo que es contorno corporal. Y nuestro tiempo de espera, en la actualidad, es de aproximadamente dos meses.
Ahora que mucha gente trabaja en línea y se usa con más frecuencia la videollamada, ¿no llegan más pacientes que piden operaciones para mejorar facciones del rostro?
Nosotros estamos enfocados netamente en contorno corporal. Pero sí es cierto que, según los ‘ journals’ de cirugía plástica, al menos en Estados Unidos sí ha aumentado la demanda de procedimientos como levantamiento de cejas, bótox, ácido hialurónico y otros.
¿Qué implica ser el primer cirujano plástico peruano que lleva la Marca Perú?
Para poder usar esa marca, tienes que demostrar altos estándares de calidad, tener certificaciones (ISO) y reconocimiento en la rama a la que te dedicas. Recibimos la invitación, aceptamos, nos pidieron documentación y el proceso tomó como seis meses. Esto nos coloca como referentes en el Perú de la cirugía plástica.
¿Y el Perú sigue siendo un referente regional en cuanto a cirugía plástica?
Yo creo que ha reemplazado a Argentina. En cuanto a cirugías per cápita, a nivel mundial, es Colombia donde más se opera. Y los países que reciben más turismo médico para estos procedimientos son Colombia y México. El Perú nunca ha sido un gran destino para cirugías plásticas. En cuanto a nosotros, de cada diez pacientes que atendemos, cuatro son extranjeros.
¿La idea es que esta proporción aumente?
Sí. Podría crecer. La cultura respecto a las cirugías plásticas ha cambiado bastante en el Perú. La gente que se acerca tiene mayor conocimiento de en qué consiste una liposucción.
¿Se ha reducido la informalidad en estos procedimientos?
No. Ha aumentado. Al hacerse más populares las cirugías, el ‘instrusismo’ ha aumentado. Médicos de otras especialidades no pueden hacer cirugías plásticas, ni tampoco un cosmiatra. Tampoco se pueden hacer cirugías en clínicas no certificadas. Este es un problema que se aprecia en todas partes. Y en el Perú también está en aumento.
¿Sus pacientes son mayormente mujeres?
El 30% son varones. Y, de entre ellos, el 40% viene por definición, para ‘marcar’. Este procedimiento se va a volver cada vez más popular
¿Cómo se deriva a un paciente para el procedimiento más adecuado?
Lo primero es ver su índice de masa corporal (IMC). Si es más de 31, se le manda a bajar de peso, hasta que esté por debajo. Si tiene flaccidez de piel, se le tiene que hacer un ‘tummy tuck’, o lipoabdominoplastia, que es como un cortecito para estirar la piel. Y, si no tiene flaccidez, se puede hacer una lipoescultura. En los dos casos, se pueden hacer con o sin definición.
¿En qué zonas del cuerpo es más común que se hagan estos procedimientos?
Normalmente, las lipoesculturas se hacen en glúteos y caderas. En el caso de los hombres, casi siempre se trabaja
aumento de volumen en los pectorales y brazos. La grasa que se extrae se procesa, se purifica y se inyecta intramuscularmente, previa ecografía en el músculo deltoides y los pectorales. Esto te aumenta el volumen del pecho, te da la forma en ‘V’ y te marca el abdomen. Pero el resultado final estará amarrado al ejercicio físico. Por supuesto. Una condición para ser operado es tener ‘mentalidad atlética’. Si un paciente dice que quiere operarse para no tener que ir al gimnasio, entonces no es un candidato para esta cirugía. No entiende lo que es una lipoescultura.
Esta es una cirugía que te debe incentivar a hacer ejercicio, comer bien, bajar de peso, ir a un nutricionista… De lo contrario, lo que corresponde es cambiar los hábitos. Lo que hace este procedimiento es permitir que los músculos se expresen mejor contra la piel. Y lograr esa expresión a veces es difícil, incluso haciendo mucho ejercicio. Hay gente que hace muchísimo ejercicio, pero le cuesta marcar. Hay personas que no logran ese efecto, por diversos motivos. De hecho, es para atender a ese tipo de pacientes que se concibió esta cirugía. Con el tiempo ha ido evolucionando, al punto que ahora también se puede aplicar en pacientes con sobrepeso.
¿Y cuáles son las últimas tendencias en rostro?
Las últimas tendencias en el mundo son las que abarcan el tercio superior de la cara, por el tema de las mascarillas: entre ellas, los fox eyes (levantamiento de cola de ceja o refresh), toxina botulínica a pequeñas dosis (conocido como baby Botox) y el rejuvenecimiento facial no invasivo (fillers).
¿Qué planes tienen a futuro?
Estamos por abrir una segunda sede, con un concepto que hemos traído de Francia, en un par de meses.
¿Piensa en proyectarse al exterior, quizá aprovechando la Marca Perú?
Yo me he capacitado afuera, en Estados Unidos, en Colombia, en Argentina… Pero no tengo en mis planes abrir una clínica en el exterior. Más bien, he regresado. Estoy enfocado en el Perú y queremos captar más pacientes extranjeros.
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