El camino hacia la nueva Constitución chilena ha comenzado con la elección de Elisa Loncón, una profesora mapuche, como presidenta de la Convención Constituyente.

Por Arianna Gonzáles 

La profesora mapuche había declarado que, de obtener el cargo de presidenta de la Convención, sería parte de “la señal que entrega Chile de que es posible el reconocimiento de la diversidad”.

Una decisión histórica y llena de simbolismo tuvo lugar este domingo en tierras chilenas. Los 155 miembros de la Constituyente eligieron a Elisa Loncón, una mujer indígena de 58 años, como presidenta del órgano que creará la nueva Carta Magna.

La elección de Loncón, marca un hito en el camino de la nueva Constitución chilena que apunta a ser más inclusiva con los pueblos originarios.

Con mayoría absoluta

El pueblo chileno exigió por años el cambio de Constitución que reemplazara a la de Pinochet.

La sesión inaugural de la Convención Constituyente tenía como prioridad elegir a quien la presidiría en adelante.

Tras detenerse por casi una hora debido a la protesta de un grupo de constituyentes tras los enfrentamientos en el centro de Santiago entre policías y manifestantes, la sesión culminó con la elección de Loncón para el alto cargo con una mayoría absoluta de 96 votos.

“Agradecerle el apoyo a las diferentes coaliciones que entregaron su confianza y depositaron sus sueños en el llamado que hiciera la nación mapuche, para votar por una persona mapuche, mujer, para cambiar la historia de este país”, dijo Elisa tras aceptar con orgullo el puesto.

Tras su elección y aprovechando una entrevista brindada al Diario La Tercera, Elisa también criticó el prejuicio que considera existe frente a los mapuches como líderes políticos.

“Se puede dialogar con nosotros, que no nos tengan miedo, porque también se ha instalado mucho la política del miedo. O sea, se instala una candidata indígena, mapuche y hay mucho prejuicio. Entonces, esto también es un llamado a liberarnos de ellos y relacionarnos en igualdad de condiciones”, indicó.

Simbólica elección

Elisa Loncón

Elisa Loncón tiene 58 años y es profesora mapuche.

La elección de Elisa es un cambio dramático en la política chilena, sobretodo porque es originaria de un grupo que no está reconocido en la Constitución vigente.

Así, Loncón ocupa uno de los 17 escaños reservados para pueblos originarios. Como se recuerda, siete de estos fueron para el pueblo mapuche, la etnia indígena mayoritaria en Chile.

Los diez restantes se dividieron en dos para el aimara, y ocho para cada uno de los pueblos restantes: kawésqar, rapanui, yagán, quechua, atacameño, diaguita, colla y chango.

Elisa nació en Traiguén en la región de La Araucanía y vivió su infancia en la comunidad Lefweluan.

Tan alejada de las comodidades que ofrece vivir en la capital, la constituyente ha experimentado, en carne propia, el difícil acceso a la educación de los miles de niños de los pueblos originarios.

“Yo debía viajar ocho kilómetros desde mi casa para ir al colegio, muchas veces a pie”,confesó en entrevista con “El País” de España.

Con un título como profesora de inglés de la Universidad de La Frontera, estudios de posgrado en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya y en la Universidad de Regina en Canadá y dos doctorados, uno en Humanidades por la Universidad de Leiden en Países Bajos, y el otro en Literatura por la Pontificia Universidad Católica de Chile, Loncón se convirtió en la más alta representante de los encargados de la nueva Carta Magna que apunta a un Estado plurinacional.

Loncón por la defensa de los pueblos indígenas

Los mapuches tienen varias demandas que requieren atención inmediata.

Como se sabe, el cambio de Constitución, tiene entre sus principales debates, el reconocimiento de los pueblos indígenas.

Un Estado plurinacional que acepte su autonomía y derechos, así como la necesidad de contar con garantías en términos territoriales y el reconocimiento de su cultura y su lengua son algunas de las demandas que tienen estas comunidades.

Países como Bolivia reconocen a sus pueblos indígenas dentro de un Estado plurinacional.

Chile y Uruguay son de los pocos países de América Latina que no reconocen explícitamente a los pueblos indígenas en su Constitución.

Otros estados como Bolivia y Ecuador, no sólo reconocen a estos pueblos, sino que tienen en su Carta Magna una visión plurinacional de su gobierno.

Con la elección de Elisa Loncón, Chile ha comenzado el camino hacia la redacción de la nueva Constitución, que desde este domingo, hasta dentro de un año, será trabajada por todos los integrantes de la Convención.

Luego, se someterá en 2022 a otro plebiscito de voto obligatorio para su aprobación o rechazo por el pueblo chileno.

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