Paulo Mejía es el nombre del esposo de la segunda autoridad más importante del Poder Ejecutivo. El matrimonio que tiene con Mirtha Vásquez, posee en su haber muchos sacrificios. El último y uno de los más importantes: Mejía abandonó su trabajo y se dedicó a las labores domésticas para que su cónyuge se dedique a presidir el Parlamento en el tramo final del gobierno de Francisco Sagasti.
Por Redacción COSAS
Nació en Cajamarca, tiene 46 años, es abogada de profesión. Entre sus principales motivaciones se encuentra la lucha por la conservación del medio ambiente y la defensa de los derechos humanos. Su nombre es Mirtha Vásquez, reciente ex presidenta del Congreso y la actual presidenta del Consejo de Ministros. Su gran labor actualmente es generar estabilidad política y ser el enlace entre el Parlamento y Palacio de Gobierno. Una tarea difícil que no puede ser asignada a cualquiera. Si la frase reza: «Detrás de cada hombre hay una gran mujer», probablemente también se pueda utilizar al revés. Y precisamente, ¿Quién es ese hombre que está detrás de la Jefa de Gabinete?
En una entrevista con el diario Ojo , la titular de la PCM mostró su lado B. Contó cómo es su vida familiar y brindó detalles de su día a día. Especificó que tiene dos hijos, de 7 y 9 años. Además, reveló que canta y baila para relajarse. En su casa siempre se escuchan canciones de rock en español y de trova, como también la música de su tierra natal.
Durante esta conversación detalló que Paulo Mejía, su esposo, ha cumplido un rol fundamental en su carrera política. Aclaró que ambos le dan mucha importancia a la fortaleza del núcleo familiar; por lo que, cuando ella asumió el liderazgo del parlamento, su esposo hizo un sacrificio importante y cambió su ritmo de vida drásticamente.
“Tengo que agradecer mucho a mi esposo, porque cuando asumí la responsabilidad de ser presidenta del Congreso, discutimos el tema de cómo vamos hacemos con el cuidado de lo hijos. Él es ingeniero agrónomo y trabajaba fuera (de Lima). Yo le propuse contratar una persona que nos ayudara (con los niños) pero él dijo: ‘no hemos tenido hijos para entregarlos a terceros. Tú no puedes cuidarlos, en este momento, entonces lo voy hacer yo”, contó.
En ese sentido, añadió que Paulo «tiene bien claro su sentido de responsabilidad». Añadió que los roles de la casa no están supeditados al género; ya que, ahora «él siempre dice con mucho orgullo: ‘¡Ahora yo soy el encargado de la casa», detalló.
Cabe recordar que cuando estaba al mando del Congreso, la familia de Vásquez corrió peligro. Mientras se debatía la devolución de los aportes a la ONP y fue amenazada de muerte. “En redes sociales vi que estaban pasando mi dirección para que la gente vaya a mi casa. Me puse nerviosa, estaba descontrolada sin saber que hacer. Empecé a llamar a la policía y a mi esposo, decirle que cuide a mis hijos porque la gente está yendo a la casa”, detalló. De ese modo, a pesar de los peligros y la exposición en la que se encuentra, parece que su carrera política todavía tiene un largo camino por delante.
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