Los efectos del derrame de petróleo de la Refinería La Pampilla, perteneciente a Repsol, se extienden por el litoral peruano y las autoridades y la empresa se manifiestan al respecto.
Por Redacción COSAS
Este desastre ecológico ocurrió el 15 de enero, luego de que el oleaje provocado por la erupción en Tonga golpeara a un buque que abastecía a la Refinería La Pampilla, ubicada en Ventanilla. Sin embargo, la Marina de Guerra se encuentra investigando lo ocurrido, ya que «la posición de la Marina es que no tuvo que ver el tema del oleaje en este asunto del derrame», según lo declarado por la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez.
Por otro lado, Percy Grandez, asesor legal de las iniciativas Gobernanza Marina y Conservamos por Naturaleza de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), menciona lo siguiente: “La empresa, en su plan de contingencia, debe prever las razones de fuerza mayor, como un oleaje anómalo. Las infracciones también se imponen por no adoptar medidas de prevención para evitar estos derrames”.
El fiscal Ariel Tapia Gómez informó, luego de visitar las playas afectadas, que la cantidad de petróleo vista no concordaba con la que se había informado por parte de la refinería, ya que esta mencionó un derrame de 7 barriles de petróleo y se estima que el derrame constó de 6000 barriles.
Hasta el momento, hay 21 playas infectadas, según Digesa, calificadas como «no saludables». También han rescatado a varios animales bañados en petróleo y encontrado a algunos otros que no sobrevivieron.
Limpieza de las playas
«El derrame de petróleo en Ventanilla ha producido el mayor desastre ecológico en las cosas de Lima y Callao. La Representación Nacional exige que la empresa Repsol asuma sus responsabilidades, y que el Gobierno active los mecanismos correspondientes», declaró Maricarmen Alva, presidenta del Congreso.
Unos días después del desastre, la empresa Repsol envió a un grupo de 15 personas a limpiar más de 2 kilómetros de playa con recogedores y escobas. El alcalde de Ventanilla se pronunció ante este suceso y mencionó que con este accionar, pareciera que se ha «minimizado» el desastre que ya ha afectado a varias vidas marinas y playas del litoral peruano. Luego, el día de ayer, la empresa emitió un comunicado informando las medidas que estaban tomando como parte de su plan de contingencia, el cual incluye el despliego de más de 2.500 metros de barreras de contención, el servicio de 700 personas que realizan «labores de remediación» en las playas y el de brigadas de 50 personas para el recojo del petróleo derramado «con los materiales y maquinarias correspondientes».
Antes de este comunicado, la Confiep también se manifestó al respecto:
«Solicitamos a la empresa Repsol que acelere los trabajos de remediación y reparación que son fundamentales para revertir las consecuencias al ecosistema marino como a la población afectada”.
Investigaciones a Repsol
Rubén Ramírez, el ministro de Ambiente, habló sobre el plan de contingencia de Repsol y mencionó que si se comprueba que no tenían la metodología, el personal y el equipo para ejecutarlo, la empresa tendría que ser sancionada, ya que «tiene que estar preparada para estas eventualidades«.
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