Este lunes se declaró como procedente una denuncia constitucional contra el presidente Pedro Castillo. Desde México, Beto Ortiz conversó en exclusiva para COSAS y opinó sobre las implicancias de este proceso.

Por Isabel Miró Quesada

Este lunes, la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales aprobó por mayoría un informe que recomienda declarar procedente la denuncia constitucional por presunta traición a la patria e infracción constitucional contra el presidente Pedro Castillo.

 

La Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso de la República aprobó por 9 votos a favor y 8 en contra el informe de calificación que declara procedente la denuncia constitucional formulada contra Pedro Castillo.

“Se declara procedente la denuncia constitucional 219, formulada por los ciudadanos Fernán Altuve-Febres Lores, Ángel Delgado Silva, Lourdes Flores Nano, Hugo Guerra Arteaga, Francisco Tudela van Breugel-Douglas, y César Vignolo Gonzáles Del Valle, que hicieron suya los congresistas Norma Yarrow Lumbreras (Avanza País) y José Cueto Aservi (RP) contra el presidente de la República, José Pedro Castillo Terrones, por la presunta comisión del delito de traición a la patria, atentado contra la integridad nacional, tipificado en el artículo 325 del Código Penal, y el artículo 78, numeral 27, del Decreto Ley 23214, Código de Justicia Militar”, se lee en el documento de la denuncia.

Beto Ortiz opina

En exclusiva desde México, el periodista y conductor Beto Ortiz conversó hace unos días con COSAS y brindó su opinión sobre una posible denuncia constitucional contra Pedro Castillo.

¿ Qué piensas de la denuncia constitucional contra el presidente Castillo?

Básicamente, es de traición a la patria por haber ofrecido públicamente, en una entrevista que vio todo el mundo, entregar parte de nuestro mar  territorial a Bolivia, lo cual, por supuesto, indignó a todos. Claramente, es una traición a la patria. Entonces, tengo más fe en esta acusación que en la moción de vacancia, porque desgraciadamente la moción de vacancia depende de ochenta y siete votos, de ochenta y siete personas que no necesariamente están dispuestas a quedarse sin empleo. Muchos han dicho: “Que se vayan todos”, pero no los suficientes. Me parece que esta  acusación puede ser, Dios quiera, la vía mas rápida para que Castillo se vaya a su casa, de la que nunca debió salir.

Y si eso sucede, ¿cuáles serían los escenarios que se abren?

Tiene que haber elecciones generales. En el Perú, la política avanza a demasiada velocidad. Un presidente que entre a gobernar con esta correlación de fuerzas en el Congreso probablemente estaría perdido. No lo sabemos. Digamos que postula el general Chiabra. Podría postular con su propio partido o por los otros que tienen bancada en el Congreso. Porque en una elección presidencial solamente competirían los que  pasaron la valla. Y quien sea el candidato presidencial que llegue al poder, va a necesitar de una coalición de fuerzas. No va a poder gobernar solo con una bancada. La política en el Perú está tan atomizada que se necesita una nueva correlación de fuerzas. Esa es la razón por la que no creo que funcionaría solo cambiar al presidente y dejar el Congreso como está.

Para el politólogo Carlos Meléndez, este desgaste es el mal menor, porque la vacancia desataría un caos en el Congreso y en todo el sistema, lo que crearía el temido “momento constituyente”.

Es una hipótesis un poco apocalíptica. Yo no creo que quienes han llegado al poder de esta manera tan accidental, por decirlo así, y que no saben qué hacer con el poder, se van a retirar muy resignadamente y van a acatar tan dócilmente el veredicto popular. Entonces, la acusación constitucional sería una vía mucho más inobjetable. No generaría ese vacío al que te refieres. Además, venimos de vacancia en vacancia, y ya la democracia peruana afuera da una imagen de república bananera espantosa.

¿Y eso es adrede? ¿Colocar a la peor gente en el gabinete es una forma de dinamitar la democracia?

Sin duda, Vladimir Cerrón no es un novato en política. Sabe perfectamente lo que está haciendo, y lo que está haciendo desde el primer día es socavar las instituciones, dinamitar la democracia desde adentro. Para luego pedir la Asamblea Constituyente. Claro, para decir: “Esto no sirve, esto no funciona. Este sistema no funciona. La salud es un desastre, la educación es un desastre también. No va a haber clases presenciales; todo es un caos porque la Constitución no funciona”. Y no. No es porque la Constitución no funciona, es porque pone a la gente más inepta, o más ignorante, o más corrupta, o más requisitoriada. Esto no es una casualidad, es un plan que Vladimir Cerrón viene desplegando con la asesoría de sus pares en Venezuela, Cuba y demás hierbas.

No crees que hay un quiebre entre Cerrón y Castillo…

No, lo siento. Me parece que el enfrentamiento ha sido artificial desde el día uno, cuando él dijo: “No va ser ni portero”. Castillo no habría llegado al poder sin el aparato y sin la financiación de dudosa procedencia que le ha proporcionado Vladimir Cerrón. Todos supimos desde el primer momento que esto iba a ser una dupla al mismo estilo Fujimori-Montesinos.

Y la supuesta coalición que se da con Mirtha Vásquez, con el partido de Verónica Mendoza…

La que ha jugado es Verónica, porque al final sale ganando siempre con su cuota de poder. Y ahora sabemos que estaba pidiendo la embajada de Perú en Francia, lo cual ya es el colmo del desparpajo. Verónica ha demostrado ser una especie de comodín que acepta todo, con tal que le den su parte de la torta. Ha aceptado ser parte de un gobierno misógino, homofóbico, que no respeta los derechos de las mujeres, que arma gabinetes con una paridad cero, porque este ultimo solo tiene tres ministras, y que incluso coloca a personas como la ministra de la Mujer actual, que no tiene problema en sentarse al lado de agresores de mujeres como el ministro de Defensa.

Quizá Castillo se sintió maniatado, secuestrado por Cerrón, e intentó subirse a otro coche, pero los nuevos aliados son marabuntas, pues. Los caviares, por definición, entran a devorar todo y no les importa nada. Entonces, los resultados han sido malos. Qué le queda a Castillo, de dónde saca. Él no tiene cuadros, no tiene idea de cómo escogerlos. Lo único que le queda es Cerrón, y Cerrón siempre va a colocar personajes cuestionados, porque quiere que esto implosione.

¿Entonces qué hacemos, pisamos el palito? ¿Se le niega la confianza al gabinete?

Es lo que ellos quieren, ¿no? Bueno, Pedro Cateriano ha planteado una posibilidad interesante. No darle la confianza a todo el gabinete, sino censurar a determinados ministros que son insostenibles, como el de Salud, como el de Defensa, como el de Energía y Minas. El problema es que el más insostenible de todos es el primer ministro. Entonces, si censuras al primer ministro, se cae el gabinete completo.

Es un juego de desgaste por las dos partes…

Porque en ese proceso, además, ellos siguen medrando. Mientras todo eso pasa, siguen los negociados, sigue lo de Sarratea, siguen los sobrecitos de billetes en el inodoro o donde fuera. Esta gente ha llegado claramente a chapar todo lo que pueda antes que los saquen. La sensación que da es que todas las reuniones ocultas que han tenido con empresas como las representadas por doña Karelim, o con empresas como Repsol, por ejemplo. ¿Qué acuerdo se hizo? ¿A quién beneficia? Claramente, al Perú no.

Nosotros estamos reventados con el derrame de petróleo, y Repsol no se va a hacer cargo. Entonces, ¿qué cosa han negociado? No te olvides que Pedro Castillo, en uno de los congresos del partido Perú Libre, dijo: “Primero hay que matar al lobo y luego sacarle la piel. Nos están despellejando vivos. El lobo no ha muerto y ya están despellejándolo”.

Ese tipo de corrupción suena un poco cortoplacista. ¿Crees que en paralelo se está manejando una infiltración del partido del lápiz a nivel país, a través de gobiernos regionales o escuelas?

Sin duda, tienen esa plataforma, pero lo que juega a favor es que la realidad del país no la puedes tapar: el alza de precios, el caos, el hecho de que los chicos no van a ir al colegio cuando deberían ir. Eso es algo que afecta a todas las familias, especialmente a aquellas que fueron el respaldo popular de Castillo. Entonces, tú puedes ir y regalar cosas, como es su estilo, pero al final la realidad les cae en la cabeza. La realidad del desempleo, del hambre, de la delincuencia, les cae. Esos problemas no se pueden tapar, y están haciendo que la gente que votó por Pedro Castillo llegue a un nivel de hastío que va a ser muy difícil de parchar con bonos o con demagogia.

El economista Jorge Chávez ha denunciado que Chota es el epicentro de la pasta básica de cocaína, el látex de la amapola y la heroína, y está todo el tema que va amarrado al aeropuerto que quieren hacer.

Claro. Una promesa que suena absurda para los que no conocen cómo funciona el trasiego de droga en esa zona. No olvidemos que desde que empezó el Gobierno también se nombró a ministros que eran entusiastas promotores del cultivo indiscriminado de la hoja de coca, sin ir muy lejos, como el propio Barranzuela, que era el gran defensor de los cocaleros y la difusión de los cultivos. Entonces, aparte de ser ineptos, corruptos e ignorantes, este gobierno es promotor del narcotráfico, porque de allá han venido buena parte de los fondos que han financiado su campaña.

Y no lo digo yo. La propia camarada Vilma, que le hacía propaganda política a Perú Libre en las elecciones, sería -de acuerdo a más de una investigación- una de las aportantes a la campaña de Perú Libre. Esto lo ha dicho el comandante ‘Sacha’, y lo han dicho personas que han estado en el entorno más cercano de los Quispe Palomino. Si es una campaña que se financió con fondos del narcotráfico, evidentemente, tienen que pagar los favores. Y si es que se permite la construcción de ese aeropuerto, si se permite la legalización de los cultivos como hasta ahora, vamos a ser una narcorepública, eso que decían que iba ser el Perú si ganaba Keiko, el narcoestado. Nunca hemos estado más cerca del narcoestado que con Castilloy Cerrón.

Beto Ortiz

“La realidad del desempleo, del hambre, de la delincuencia, les cae. Esos problemas no se pueden tapar, y están haciendo que la gente que
votó por Pedro Castillo llegue a un nivel de hastío”, opina Ortiz.

¿En qué quedó lo de PBO y Willax?

Fue un estate quieto, una advertencia, una amenaza, porque claramente era un mensaje para todos aquellos que osan levantar la cabeza por encima de la turba y decirle sus verdades al Gobierno. PBO, por supuesto, es una piedra en el zapato del régimen, pero Willax lo es más, y lo es desde el inicio de la campaña.

Hemos tenido amenazas de cierre desde que el presidente no era Castillo, sino Sagasti, cuando el abogado Julián Palacín amenazaba a voz en cuello a Willax con cerrarlo, épocas en que el exministro de Defensa, Walter Ayala, firmaba cartas con Pedro Castillo dirigidas al ministro de Transportes y Comunicaciones para que se revisara la licencia de Willax con el famoso argumento de que el espectro es propiedad de todos los peruanos y no se puede utilizar indiscriminadamente en contra del gobierno de turno.

Bueno, ellos se han sacado la máscara, desde antes de ganar. Incluso estaba escrito en el plan de gobierno que iban a revisar las licencias, que iban a revisar los contenidos por la famosa coartada de la izquierda en todo el mundo de que la televisión tiene que ser educativa; entonces, ¿quién decide qué debe ser educativo y qué no? Lo que creo que pasó con Phillip Butters y su radio ha sido, básicamente, un globo de ensayo.

Pero la radio sí es informal, ¿no?

No conozco los detalles, pero siempre hay este tipo de triquiñuelas legales. Se han usado en muchos momentos. Se usó durante el gobierno de Toledo con Panamericana, ir con una medida cautelar donde un juez del cono norte. Este tipo de leguleyadas son solamente el disfraz de una asonada contra la libertad de expresión que ellos tenían planificada desde el comienzo.

Este es tu segundo tiempo en la clandestinidad. El primero fue efectivamente con Toledo. ¿Cómo compararías los gobiernos y las situaciones?

Son muy distintas, porque, mas allá de que Toledo nos pueda gustar o no -de hecho, a estas alturas ya no le gusta a nadie-, el suyo era un gobierno democrático y que tenía un gabinete de gente experta. Es imposible comparar el primer gabinete, donde estaban Rospigliosi, Ferrero, Chiabra, entre otros.

A raíz de las denuncias que presenté, me tuve que ir del Perú para ponerme a buen recaudo, porque tenía una denuncia puesta por el Estado contra mí por conspiración, por haber revelado unas conversaciones que ya a estas alturas la gente no recuerda. Pero con todos sus bemoles y la gigantesca corrupción que hubo, porque no en vano Toledo está con prisión domiciliaria, es imposible comparar. Me tocó irme y pasar una temporada bastante dura, porque, a diferencia de este exilio, en aquel yo no tenía trabajo.

Entonces, no hay punto de comparación: vivir en otro país haciendo un programa diario y teniendo presencia en los medios de tu país, o vivir fuera y trabajar en una cocina, que es lo que hice en Nueva York. Obviamente la diferencia es abismal. No solamente en términos económicos y materiales, sino también, sobre todo, en términos del ejercicio de mi profesión. Yo sigo siendo periodista. Cuando hacía el lomo saltado también
era un periodista haciendo lomo saltado, pero ahora tengo un programa diario, y lo que investigamos, lo que mostramos y opinamos, lo ve no solamente el público en general, sino también quienes están en el poder. Lo ven con lupa, están muy al tanto, y eso lo sé. Entonces, creo que no hay punto de comparación.

Y además, porque México es un país tan parecido al nuestro que, como te decía, yo no extraño nada. Que nadie se resienta, pero yo no extraño nada. Ciudad de México es una Lima elevada a la milésima potencia en tamaño, en desarrollo, en cultura, en riqueza, en diversidad.

Última pregunta, la entrevista de Fernando del Rincón fue tan bien aceptada por el público peruano y tan exitosa, en comparación con las que le hizo la prensa peruana?

Bueno, primero, estamos hablando de un presidente que no da entrevistas a nadie. Segundo, los dos periodistas que escogió eran sesgados. Dos periodistas de su equipo, dos que le hicieron la campaña, que trabajaron a favor de que Castillo gane o de que Keiko pierda, que al final es lo mismo. Lúcar ya fue la waripolera mayor de la campaña y del Gobierno. Hildebrandt, de manera un poco más sobria quizá, de manera más sutil tal vez, pero si revisas las portadas de la segunda vuelta, claramente Hildebrandt quería que gane este señor y ganó. Y luego se dio cuenta de lo que había hecho. La diferencia entre él y Lúcar es que Lúcar todavía no se da cuenta de lo que ha hecho.

Lúcar sigue pensando que está muy bien. Y la diferencia también es que en el Perú se renunció a hacer periodismo durante la etapa negra del periodismo peruano, que va desde PPK hasta Castillo. Los periodistas y los medios claudicaron de su deber. En la época de la pandemia, no se denunciaron adecuadamente los escándalos de corrupción múltiples que hubo y que hicieron que la pandemia nos golpeara con mayor fuerza que otros países.

Entonces, por comparación, Fernando del Rincón parece un Pulitzer, parece una especie de ángel de fuego bajado de los cielos, y la verdad es que Fernando del Rincón solamente hizo su trabajo. Ahora, yo no puedo hacer una entrevista a Castillo porque nunca me la va a dar, pero no es que la entrevista haya sido extraordinaria, digna de un Grammy un Pulitzer, de un Oscar. No.

Beto Ortiz

“Aparte de ser ineptos, corruptos e ignorantes, este gobierno es promotor del narcotráfico. Nunca hemos estado más cerca del narcoestado que con Castillo y Cerrón”, asevera Beto Ortiz.

Ha sido una buena entrevista a un pésimo entrevistado. Me perdonarás que no me incluya, pero la prensa peruana estuvo como en pausa, en una especie de calma chicha, perdonándole la vida a toda esta gente que ha venido a festinarse los recursos del país. Como Del Rincón no le debe nada a nadie, llegó e hizo las preguntas que había que hacer, y cuando lo quisieron torear, insistió, y cuando lo quisieron huevear, no se dejó; en cambio, Lúcar hizo un recorrido de Palacio: “Enséñame la sala y qué bonito el pan de oro”. Ellos sí tienen una hipoteca claramente. El señor Hildebrandt tiene una deuda millonaria con la Sunat y el señor Lúcar representa a los Capuñay, que han decidido que en este gobierno van a ser los nuevos magnates de las comunicaciones.

A un periodista, y mucho menos a un medio, no le da poder coquetear con el presidente, tenderle la cama. No, eso lo humilla y lo convierte en
sirviente. Lo que te da poder es investigar, es cuestionar, es decirle sus verdades. Claramente, el medio que representa el señor Lúcar es una especie de medio oficial, basta revisar las portadas. Lo mismo pasa con “La República”. ¿Qué tienen a cambio? Bueno, probablemente los beneficios económicos sean enormes.

La familia Capuñay tiene un conglomerado de radios a nivel nacional, y si la publicidad estatal va a llover para todas esas radios, aleluya. Lo mismo podemos decir con “La República”. Ya están las separatas con publicidad estatal, va a lloverle del cielo y uno dice: “Ah, qué suerte, la plata de nuestros impuestos”. Pero eso no es periodismo, eso ya es un aparato de propaganda, y uno decide si se convierte en aparato de propaganda o si sigue haciendo periodismo.

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