Desde su infancia, Argüelles descubrió su pasión por las matemáticas. Esta afición lo llevó lejos a ser docente de Física de la Universidad de Harvard.
Por Sergio Herrera
Desde mediados de 2020, la Universidad de Harvard cuenta con un talento peruano. Se trata de Carlos Argüelles, físico egresado de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). El científico se interesó por la ciencia y los números desde su etapa escolar. Una afición que lo llevó a elegir fácilmente su carrera universitaria. La dedicación que le puso a su profesión lo llevó a obtener un doctorado y después, dar el gran salto a profesor asistente de una de las universidades más prestigiosas e influyentes del mundo. Y apenas tiene 33 años. Argüelles lleva más de un año en el cargo y al mismo tiempo, ejerce la investigación. Ahora cabe preguntarse, ¿cómo ha llegado tan lejos?
Una vocación en constante crecimiento
Carlos Argüelles estudió la primaria en el Colegio Peruano Alemán Alexander Von Humboldt. Posteriormente, se trasladó al Colegio Santa Margarita, donde en los primeros años de secundaria mostró mayor interés en los números y la matemática. Es así que decidió tomar clases particulares para reforzar sus conocimientos. «Siempre iba a academias en el verano para aprender más cosas de matemáticas que sabía en el colegio», declaró Argüelles.
Al principio, se inclinó por los números, pero leer libros de Stephen Hawking durante su adolescencia lo hicieron inclinarse finalmente por la física. A sus padres les sorprendió la decisión que tomó, pero sus dudas quedaron despejadas cuando conversaron con estudiantes y egresados de la carrera en el Departamento de Física de la PUCP. «Creo que esa es la primera cosa que puede hacer una persona cuando está en la edad de elegir una carrera: hablar con alguien que estudia ello», indicó.
Ya en la PUCP, Argüelles se interesó especialmente por la astronomía y la física de partículas. Una afición que lo llevó a estudiar su maestría en esta casa de estudios. Su principal tema de investigación en esta etapa serían los neutrinos, una partícula subatómica que es muy difícil de detectar. «Dan información de lugares a los que es imposible acceder como el centro del Sol», aclaró Argüelles al respecto.
Su llegada a Estados Unidos
Luego de culminar su maestría, el científico ingresó en el 2012 a la Universidad de Wisconsin-Madison para llevar su doctorado. Allí trabajó en un proyecto de neutrinos conocido como Ice Cube, bajo la dirección del físico belga Francis Halzen. Posteriormente, ejerció como investigador posdoctoral en el reconocido Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). Y finalmente, tras años de experiencia y arduo trabajo, postuló a una convocatoria para profesores de ciencia en la Universidad de Harvard. Allí consiguió un puesto como docente asistente en el Departamento de Física. Era julio de 2020. Un año después, recibiría el premio Young Scientist Prize in Astroparticle Physic de la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada (IUPAP).
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